quarta-feira, 17 de maio de 2017

No todo es política: película "El candidato", de Daniel Hendler


Una comedia a tono con la época. La nueva película de Daniel Hendler indaga, con humor y atravesando diferentes géneros, las técnicas de actuación que utilizan los candidatos para mostrarse en público. Estrena el jueves 11 de mayo en cines.
La doctrina duranbarbista en política no es exclusividad de un partido ni de un gobierno particular, sino más bien el síntoma de un proceso de cambio de percepción de la realidad cada vez más intermediado por pantallas, por imágenes, por espectáculo.  
Sobrevalorada en su eficacia- como toda trama oscurantista del “poder detrás del poder”- pero coherente en sus procedimientoslo que hace El candidato de Daniel Hendler al tomar como materia prima esa estrategia de construcción de un político poniendo el énfasis en la superficialidad de la imagen, en el discurso vaciado, en la no ideología, es lo mas sensato: no tomarlo muy en serio. Tomarlo con humor. 
“No estudié de cerca el tema, pero sí fui afinando el ojo al mirar algunas campañas y discursos de políticos para tratar de descubrir la huella que dejaban algunos candidatos sobre sus clases de teatro“, dice Hendler. 
Daniel Hendler tiene una particularidad: es actor incluso cuando dirige. No porque aparezca delante de pantalla en sus películas- eso no  ocurre- sino porque la génesis de sus proyectos, la esencia de sus relatos, los disparadores de sus narraciones, son problemas específicamente actorales.  
Problemas entre la ficción y la realidad, entre cuánto de real hay en la ficción y viceversa, la fragilidad que habita en ese vinculo, que no solo está presente como tema, como tópico, sino como elemento constitutivo de la forma de sus films. 
Como en su anterior película, Norberto apenas tardeEl Candidato trata sobre alguien que tiene que aprender a actuar, a construir un personaje. Entre sus asesores hay infiltrados, personas que se hacen pasar por otras, que están actuando. Los dos elementos que busca el candidato como referencia para su campaña, que por repetición se vuelven marcas simbólicas y con peso específico en la trama, son aves tacuaras, una especie cuya principal técnica es el camuflaje y actores de Hollywood a los cuales el candidato admira. Todos los elementos de El candidato giran en torno a la idea de construcción actoral, a la importancia del detalle, a la transfiguración de lo real como potencia de relato sobre un cuerpo.
A su vez, la actuación está construida desde una leve desnaturalización que genera un  tono apenas extrañado, ese que le permite abordar géneros desde la comedia negra hasta el western manteniendo una coherencia interna. 
“La actuación no la trabajé desde el minimalismo, sino desde lo que podríamos llamar naturalismo coreográfico. Es un tipo de vida actoral que verifica con la realidad, con lo cotidiano y al mismo tiempo parece ser parte de un mecanismo que rige por detrás”, explica Hendler. 
Y continúa: ”Se que es inevitable pensar en la coyuntura política actual. Pero también creo que la película sobrevuela los casos concretos y refiere más a una tipología, a un accionar que vemos no solo en la política. Cuando presentamos la película en Miami para los espectadores no había dudas de que estaba inspirada en Donald Trump. Yo empecé el guion en 2011 y no tenía idea de quién era ni que aspiraba a la presidencia, acá también puede tener guiños a personajes que conocemos y en Uruguay ya están apareciendo algunos de esos que intentan copiar la fórmula del éxito”.
Hay uno de los personajes que podría pensarse como el centro ético de la película, que no es el candidato (interpretado con precisión y lucidez por Diego de Paula), sino el diseñador gráfico contratado, interpretado por Matías Singer, hermano de Hendler. Despreocupado, sincero, ingenuo, representa eso que el candidato- aparatoso, rígido, solemne-  busca plasmar en su imagen aunque cada vez se aleje más de ello, es el “tipo común”, es esa verdad que necesita la ficción para existirEntre las discusiones acaloradas sobre aves, árboles y estrellas de cine, el diseñador gráfico indica: “No entiendo si son de izquierda o de derecha, yo no sé nada de política, pero no entiendo bien por dónde va la campaña“. 
El silencio invade la escena. No todo es política.



[Fuente: www.lavaca.org]

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