Si bien los diseños del mural pueden parecer bastante normalitos a primera vista, la verdadera magia sucede cuando los espectadores notan por primera vez que el río actúa como pantalla, reflejándolos...
Cuando se reflejan en las oscuras aguas del río, las figuras pintadas parecen cobrar vida, interactuando con el agua misma. De repente, los nadadores, cisnes, y remeros parecen estar sobre el agua en Marijampolė, Lituania. Incluso un par de piernas se asoman fuera del río, como si alguien acabara de saltar de cabeza.
Mientras tanto las olas dan la ilusión de movimiento, los cisnes, barcos, remeros, parecen deslizarse por la superficie del agua. Evidentemente, todo esto requiere una cantidad increíble de previsión por parte de Bartkus.
Su impresionante ejecución puede verse fácilmente en la foto de arriba, que ha sido mejorada para mostrar la verdadera intención de la intrigante obra del pintor.
Ray Bartkus: Website
[Fuente: www.culturainquieta.com]
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