El tiempo de verano es propicio para vagabundear en el
sentido de pasear sin rumbo definido. Esta actividad puede ser tanto
física como mental: se puede ir "de tiendas", como dicen los españoles
-o "de shopping ", como se dice en la Argentina, o simplemente
puede uno perderse en ensoñaciones de todo tipo, como el narrador del
poema de Antonio Machado, "Las moscas" ("¡Moscas del primer hastío / en
el salón familiar, / las claras tardes de estío / en que yo empecé a
soñar!"). Por eso, la propuesta de esta columna, hoy, es un paseo por
ciertas palabras.
Si se hiciera un ranking -palabra inglesa
lista para ser castellanizada en cualquier momento- de la palabra más
usada el año pasado en los medios de comunicación en la Argentina, pocos
dudarían de que fue el adjetivo contundente. Todo resultó
contundente en 2013, sobre todo entre agosto y octubre, con las
elecciones. Contundente fue el veredicto de las PASO, por ejemplo; más
contundente fue después la respuesta del Gobierno, y contundente debe de
haber sido, también, el hartazgo de los lectores y los oyentes ante la
contundente presencia del adjetivo contundente.
Sin embargo, eso puede haber ocurrido entre nosotros,
pero parece que entre los hablantes del español de España, con otra
realidad política a cuestas, la palabra más popular fue,
paradójicamente, una nacida en el seno del Río de la Plata.
Efectivamente, Fundéu (www.fundeu.es ) dio a conocer a fines del año pasado cuál fue, a su juicio, la palabra de 2013: nuestro irreemplazable escrache.
En un largo artículo (http://bit.ly/1bh9U6O ) dice Fundéu que " escrache, un término que alude a las manifestaciones convocadas frente a los
domicilios de políticos y otros personajes públicos, es la palabra del
año 2013 para la Fundación del Español Urgente". Como contundente, escrache
ha estado "en el primer plano de la actualidad en los últimos meses",
pero además tiene otras características por las cuales también fue
elegida: "Buscábamos -dicen en Fundéu- una palabra que tuviera cierto
interés desde el punto de vista lingüístico, bien por su origen o por
cómo está formada". Y así explica el director general de la entidad,
Joaquín Muller, por qué decidieron, por primera vez en ocho años, desde
su creación, elegir la palabra del año: « Escrache reúne
cualidades en los dos aspectos: es una palabra con un origen no del todo
cierto, pero muy interesante, que ha llegado al español de España desde
el de la Argentina y Uruguay, y que se convirtió en protagonista de la
actualidad y en el centro de una polémica en la que se cruzaban los
elementos lingüísticos y los políticos".
Aunque no fue la única elegida en primer término -hubo una preselección que incluyó, entre otras, a copago, quita y austericidio-, esa particular combinación de factores lingüísticos (un origen
incierto) y de actualidad ("para algunos representantes políticos no era
más que un eufemismo para lo que consideraban un auténtico «acoso con
métodos violentos»") pesaron a la hora de la elección final.
Una vez más, América le regala a España algo muy
preciado: una palabra plena de connotaciones políticas, históricas y
culturales, que los españoles han sabido usar en el contexto apropiado.
[Fuente: www.lanacion.com.ar]
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