domingo, 25 de junho de 2017

Daphne Oram, la desconocida pionera de música electrónica que transformaba imágenes en melodías

Pocos han oído su nombre, pero muchos han escuchado, de una forma u otra, su legado.

Pocos han oído su nombre, pero muchos han escuchado, de una forma u otra, su legado. Foto: FRED WOOD

Escrito por Holly Williams 

Quizás nunca hayas oído su nombre, pero lo más probable es que hayas estado en contacto, de una forma u otra, con su legado: Daphne Oram ayudó a dar forma a los sonidos y temas que escuchamos hoy en día.

Pionera de la música electrónica, fue la autora de Still Point, de 1949, considerada como la primera obra que manipula sonidos electrónicos en tiempo real.
En 1957 fundó un famoso taller de radio experimental, BBC Radiophonic Workshop, y comenzó a trabajar en la máquina Oramics, que convertía imágenes gráficas en música y le daba al usuario la posibilidad de “dibujar” sonidos.
Sin embargo, aunque contribuyó a revolucionar la música, apenas recientemente que su trabajo ha recibido amplio reconocimiento en iniciativas como la obra de teatro Daphne Oram’s Wonderful World of Sound (“El maravilloso mundo de sonidos de Oram”).
Cuando los dramaturgos Isobel McArtthur (quien también interpreta a Oram) y Paul Brotherston comenzaron a estudiar la vida y obra de la pionera fallecida en 2003, quedaron asombrados.
“Inmediatamente vimos que se trataba de una vida fascinante, casi increíble”, dice Brotherston.
“Nos inquietó lo poco que sabíamos de ella. Existe un núcleo de dedicados músicos y técnicos que sí la conocen, pero en gran medida había quedado en el olvido”.
Poco convencional
En 1942, cuando Oram tenía 17 años, su padre invitó a la casa al entonces famoso médium Leslie Flint, quien le aseguró que una voz del más allá le pronosticó que tendría una gran carrera musical.
Verity Lambert, productora de la serie Oram convenció a la BBC de crear un taller radiofónico. En la foto, la productora de la popular serie de televisión “Doctor Who” en el taller, en 1963. Foto: ALAMY

Eso fue determinante para que le permitieran dejar sus estudios de enfermería por la música.
Igualmente, sembró en ella un interés permanente en el misticismo, que la llevó a desarrollar sus propias teorías, muchas veces excéntricas, sobre las conexiones entre las ondas sonoras y el alma.
Y en el mundo de la música, Oram también se apartó del camino convencional.
A los 18 años, rechazó un cupo en el Royal College of Music y prefirió entrenarse como asistente de audio en la BBC.
En pocos años ya trabajaba como ingeniera de sonido, emprendiendo una lucha para fundar un lugar dedicado a la producción de efectos de sonido electrónicos y música.
“Si las cámaras y las películas cinematográficas explotaron las ideas de tiempo y espacio al contar historias, el micrófono y la cinta magnética podrían hacer lo mismo por la música”, escribió en 1952.
Si las cámaras y las películas cinematográficas explotaron las ideas de tiempo y espacio al contar historias, el micrófono y cinta magnética podrían hacer lo mismo por la música”
Daphne Oram

Oram vio el potencial de manipular la cinta cuando la tecnología apareció a comienzos de la década de los 50.
experimentó acelerando o reduciendo la velocidad, empalmando grabaciones o haciendo varias capas para crear nuevo efectos de sonido y composiciones musicales.
Mundo de hombres
Sus experimentos eran considerados radicales para la época.
Un secuenciadorLa máquina Oramics era más avanzada que los secuenciadores que le seguirían, 20 años después. Foto: MUSEO DE CIENCIA

Sin embargo, ese enfoque vanguardista no fue tomado seriamente en Reino Unido, especialmente por tratarse de las ideas de una joven mujer.
Si bien Oram y Desmond Briscoe finalmente persuadieron a la BBC para crear el Radiophonic Workshop, resultó ser un espacio pequeño, con escasa financiación y equipamiento.
A Oram se le encargó principalmente crear efectos de sonidos modernos para radioteatro. Aunque algunos fueron innovadores, el potencial de producir todo un nuevo lenguaje musical quedó sin explotar.
Impávida, Oram se dedicó a trabajar sola de noche, utilizando grabadoras para crear su propio estudio de múltiples pistas y producir obras sinfónicas.
Posteriormente tuvo seis meses de licencia, pues sus jefes estaban preocupados por los efectos del equipo radiofónico sobre el cuerpo humano.
O quizás sobre el cuerpo femenino, ya que sus colegas hombres parecían no estar afectados.
Profundamente frustrada, Oram presentó su renuncia.
“La BBC era una institución dirigida por hombres en un mundo que era mucho más machista que hoy”, apunta McArthur.
Dibujar sonidos
Oram decidió montar su propio estudio en el condado de Kent en Tower Folly, un espacio que había sido un secadero de lúpulos.
"Es una visión bastante democrática. En algo como la máquina Oramics, puedes solo dibujar. Significa que todas las personas se vuelven compositores”. Isobel McArtthur, dramaturga

Manipulando cintas, allí compuso innovadoras obras como Four Aspects (1960) y Persephone (1965).
Su trabajo comercial, incluyendo jingles para Lego y Nestea, la ayudaron a financiarse.
En la década de 1960, sin embargo, dedicó gran parte de tiempo a su propia invención: la máquina Oramics.
Durante su trabajo en la BBC tuvo contacto con un osciloscopio de rayos catódicos, un instrumento que muestra una imagen visual de ondas sonoras.
Con ese antecedente usó la máquina Oramics para crear composiciones, dibujando sobre cintas de película de 35mm.
Conforme las cintas pasan por los elementos sensibles a la luz, las marcas de las películas podían ser leídas, alterando aspectos del sonido, como el tono, la vibración, el timbre.
Fue esencialmente un secuenciador más avanzado que los disponibles inicialmente en la década de 1980.
La idea de un sistema de “música gráfica” obsesionaba a Oram. Representaba su visión de la música electrónica no como algo sin alma controlado mecánicamente, sino orgánico, divertido y alegremente imperfecto, como cualquier otra música.
“Es una visión bastante democrática. En la máquina Oramics, solo tienes que dibujar”, destaca McArthur. “Entonces todos podemos ser compositores”.
En 1972. Oram también publicó una especie de manifiesto: “Una nota individual de música, sonido y electrónica”.
Fue un trabajo muy extraño, pero fascinante en el que, por ejemplo, explica cómo funcionan los circuitos eléctricos, que luego usa como analogías de amplio alcance para el cuerpo humano y la psiquis.
Oram consideraba a los humanos como instrumentos que tienen “un espectro completo de frecuencias de resonancia que nunca están en reposo, nunca en estado estable, sino que vibran con tensión palpitante hasta en nuestras células y átomos”.
Tardío reconocimiento
Además de la obra de teatro, recientemente se lanzó en su honor el Premio Oram otorgado por la PRS Foundation (una fundación británica para impulsar la música) y el nuevo BBC Radiophonic Workshop para “celebrar los logros de las mujeres innovadoras en el mundo del sonido y la música”.
Un conciertoLos experimentos de Oram ayudaron a crear un nuevo género: el de la música electrónica. GETTY IMAGES

“Una nota individual fue reeditado recientemente, el Museo de Ciencias británico exhibió la máquina Oramics original y Apple lanzó una aplicación llamada Oramics.
El año pasado su mítica composición Still Point, escrita en 1949 pero nunca ejecutada, finalmente vio la luz gracias a Shiva Feshareki, James Bulley y la London Contemporary Orchestra.
Oram apenas tenía 23 años cuando concibió esa ambiciosa pieza, antes de experimentos equivalentes de compositores como Pierre Schaeffer y Karlheinz Stockhausen.
Es una especie de dialogo distorsionado entre una orquesta y discos de 78rpm, en que se usan tocadiscos y micrófonos para manipular el sonido en vivo.
Su demorado estreno fue considerado como todo un éxito que demostró su visionaria perspectiva de la composición electroacústica.
Y ahora con el montaje de la pieza “El maravilloso mundo de sonidos de Daphne Oram”, se espera que muchas más personas conozcan a la madrina de la música electrónica.
“Logró tanto para ser alguien en cierto modo perdida en los anales de la historia”, señala McArthur. “Es un relato que queríamos contar”.

[Fuente: www.bbc.com]

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