terça-feira, 7 de fevereiro de 2017

Mendoza, tierra argentina volcada en el vino.

Tierra del buen sol y del buen vino, como suele llamársela, es el centro vitivinícola más importante del país. Además, la vitivinicultura constituye una de las principales actividades económicas de la provincia.

En la actualidad hay 16430 viñedos que representan el 69,39% del total del país. En las últimas décadas ha alcanzado un alto grado de desarrollo, puesto de manifiesto en el mejoramiento de los cepajes y en el perfeccionamiento tecnológico.
Las áreas cultivadas con viñedos se encuentran, a modo de oasis, próximas a los ríos de montaña más importantes, los que proveen el agua necesaria para la irrigación de los cultivos. También se hace utilización de agua subterránea obtenida mediante numerosas perforaciones. Las heladas y el granizo son dos factores adversos que con frecuencia ocasionan pérdidas en las cosechas, en algunos casos de importancia.
Los suelos, en general, son muy aptos para el cultivo de la vid, francos a franco arcillosos, con bastante material grueso (grava y canto rodado). Tienen muy buena permeabilidad y son pobres en materia orgánica y sin problemas de salinidad, en las zonas altas y de origen eólico, textura francoarenosa y arenolimosa y ricos en potasio en el este.
Predominan las variedades tintas como malbec, emblemática de la Argentina, bonarda, cabernet sauvignon, syrah, merlot, tempranillo y pinot negro, entre otras, con las que se elaboran vinos de alta calidad. Entre las blancas se destacan la variedad chardonnay, pedro jiménez, sauvignon, chenin, torrontés riojano, ugni blanc y semillón. Las variedades rosadas como criolla grande, cereza y moscatel rosado se destinan principalmente a la elaboración de mosto concentrado.
El sistema de conducción es la espaldera alta y el parral y se encuentra en franca implementación el sistema de indicaciones geográficas.
Se distinguen las siguientes áreas: Norte, Centro, Este, Valle de Uco y Sur. La primera representa el 9,87% del total de la superficie vitícola de la provincia y comprende los viñedos de los departamentos Lavalle y Las Heras, irrigadas con aguas del río Mendoza.
El área Centro, de condiciones ecológicas excelentes para la vitivinicultura corresponde a la históricamente conocida «Primera Zona», muy prestigiada por la calidad de sus vinos. Comprende los departamentos Luján de Cuyo, Maipú, Guaymallén y Godoy Cruz y representa el 16,70% de la superficie vitícola de Mendoza. El clima templado, variando de templado frío a templado cálido, según se avanza de sur a norte, permite la óptima maduración de las uvas.
La irrigación se realiza con aguas del río Mendoza. En el departamento Luján de Cuyo, la vid se cultiva en el piedemonte de los cordones montañosos, a más de 850 m sobre el nivel del mar. Predominan las variedades de alta calidad como Malbec, que en estas condiciones agroclimáticas experimenta una exaltación de sus características enológicas dando origen a vinos de gran singularidad y calidad; cabernet sauvignon, bonarda, chenin, merlot, chardonnay, syrah, ugni blanc, sauvignonasse, entre otras.
Actualmente se encuentra funcionando la Denominación de Origen Luján de Cuyo.
El área Este abarca los departamentos San Martín, Rivadavia, Junín, Santa Rosa y La Paz. Es la mayor productora de la provincia, con el 48,07% de su superficie vitícola. Está principalmente irrigada por el curso inferior del río Tunuyán y por el río Mendoza, completándose la demanda hídrica por agua subterránea captada por bombeo.
El valle de Uco se ubica al sudoeste de la ciudad de Mendoza. Es un valle formado por la cordillera frontal y la región de las Huayquerías. Comprende el valle del mismo nombre y abarca los territorios cultivados de los departamentos Tunuyán, Tupungato y San Carlos.
La altitud varía desde los 900 m sobre el nivel del mar en la ciudad de Tunuyán hasta los 1250 m en Tupungato. La superficie con viñedos se ha incrementado y representa el 10,03% del total de la provincia de Mendoza. Los terrenos cultivados con viñedos son irrigados por los ríos Tunuyán y Tupungato. Los inviernos son rigurosos y los veranos con días templados o cálidos y noches frescas. La amplitud térmica diaria es de unos 15º C, lo que favorece una muy buena producción de color y taninos en las uvas y permite disponer de materia prima adecuada para obtener vinos destinados a una crianza prolongada.
Mención especial merece la notable calidad de los vinos tintos, principalmente de malbec, y blancos de la variedad semillón, el más abundante en el valle, donde manifiesta al máximo sus excelentes cualidades.
El Área Sur comprende los viñedos de los departamentos San Rafael y General Alvear. Este oasis, irrigado por los ríos Atuel y Diamante, se ubica al pie de la cordillera principal. Representa el 15,34% de los viñedos de la provincia de Mendoza. Los productores del sur mendocino han constituido la Denominación de Origen Controlada San Rafael. 

[Fuente: www.catadelvino.com]

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