El autor de “Colombina”, que este sábado toca en el Konex, recuerda su emblemático tour
Este sábado, a las 21, Jaime Roos cierra el ciclo de verano en el Patio de la la Ciudad Cultural Konex con un concierto al aire libre. De alguna manera, el evento funciona como un reencuentro de Roos con el público porteño, pero también implica retomar una especie de tradición. Es que a mediados de los 90, Jaime ofreció algunos conciertos inolvidables en los bosques de Palermo. "Este reencuentro con el público porteño tiene un condimento especial. A mí me encanta tocar al aire libre, con gente pasándola bien y sin la rigidez de la butaca", explica desde Montevideo. Y agrega: "Y es muy difícil hacerlo ahora en Buenos Aires, que curiosamente cuenta con pocos espacio para los conciertos de verano".
Se trata, también, de una fecha especial. Porque se celebran 20 años del final de la gira A las 10, que comenzó el 20 de noviembre de 1993 en el Barrio Sur de Montevideo y finalizó tres meses y 42 conciertos después, en el Estadio de Durazno, luego de recorrer los 19 departamentos del Uruguay, con una convocatoria que alcanzó los 300 mil espectadores (para los futboleros, un dato de color: en el show de Artigas, Rubén Paz estuvo sentado junto a su familia en la primera fila). Jaime dice que lo que sintió en el ocaso de la gira, aquella noche de luna llena, fue una tremenda emoción. Pero también un enorme alivio: "Nunca antes se había hecho una gira así, con un espectáculo que exigiera semejante estructura. En un país centralizado como el Uruguay, sentía que existía un muro entre Montevideo y el interior, especialmente en la vida cultural. Quise demostrar que era posible hilvanar una gira por todos los departamentos del país [el equivalente oriental a las provincias argentinas] como cuentas del mismo collar, con un espectáculo representativo de nuestras raíces musicales."
El propio Jaime fue el ideólogo de la gira, cuya pre-producción le demandó nueve meses, y marcó un punto de inflexión en su carrera. "Esencialmente, en la calidad de mis shows", dice. "A partir de allí pude presentarlos como siempre había anhelado, con la cantidad de músicos necesaria y con una infraestructura técnica que acompañara. Yo ya había tocado en todos los lugares donde posteriormente tocamos. Eso fue lo que me dio la fuerza: conocía el paño y le tenía fe a la movida".
Para aquella ocasión, Jaime le sumó a su grupo, bautizado La escuelita, una batea completa de murga y otra de candombe. La formación estaba encabezada por el enorme Hugo Fattoruso como tecladista estelar, e incluía al que el mismo Jaime define como "el dream team de la época": Gustavo "Cheché" Etchenique (batería), Popo Romano (bajo), Carlos Quintana (guitarra eléctrica), Diego Ebbeler (teclas), los cantantes Pablo "Pinocho" Routín, Benjamín Medina y Rolando Fleitas; una batería de murga integrada por Freddy Bessio [una de las revelaciones de la gira, gracias a su interpretación del clásico poema "Reír llorando", de Juan de Dios Peza, y de una canción de Jaime hasta entonces inédita, "Si me voy antes que vos", que se convertía en uno de los clásicos de la década], el "Pitufo" Lombardo y Ronald Arizmendi; una cuerda de tambores que incluía al legendario "Nego" Haedo (tambor piano), Mariano Barroso (tambor repique) y Jorge Gomez (tambor chico). Al año siguiente, Jaime formaría otra selección: para su grupo La Doble convocó a los hermanos Ibarburu y al tecladista Gustavo Montemurro, conformando un plantel de lujo que lo acompañó en las últimas dos décadas y que será el que lo acompañe en el Konex.
A lo largo de la gira, se consumieron casi tres mil litros de agua mineral, igual cantidad de gaseosas, cien litros de whisky y más de mil kilos de hielo. Los datos pertenecen a Todo un país, el libro de Carlos Cipriani que funciona como un diario de aquella gira y que incluye un registro fotográfico íntimo realizado por Mario Marotta, uno de los grandes amigos de Roos. También A las diez tuvo su registro audiovisual, realizado por Guillermo Casanova, junto al propio Jaime. Originalmente publicado en VHS, fue reeditado en la Argentina por el sello Barca en 2006. Allí, además de buena parte del repertorio que integraba ese show ("Los futuros murguistas", "Candombe internacional", "Los olímpicos", Adiós juventud"), se pueden observar escenas maravillosas, como una interpretación en camarines de la Retirada de la murga Asaltantes con Patente de 1964, o una versión del Pericón Nacional por Hugo Fattoruso, en un clima de road movie digno de Wim Wenders.
Jaime ya volvió a girar por todo el Uruguay en 2007, cuando lanzó su disco Fuera de ambiente, pero asegura que aunque en ese momento batió sus propios records de convocatoria (¡350 mil espectadores!), ya no volvería a embarcarse en un proyecto semejante: "La mística de A las 10 fue sencillamente inigualable".
Por Humphrey Inzillo
[Fuente: www.rollingstone.com.ar]
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