segunda-feira, 17 de junho de 2024

«Un lugar soleado para gente sombría», relatos de Mariana Enriquez

 


Escrito por Ariel Pavón

Un lugar soleado para gente sombría es la tercera muestra de la narrativa breve de Mariana Enriquez. Doce relatos, doce piezas en las que la celebrada autora despliega su habilidad para mantener vigentes los tradicionales temas de la literatura de terror, que renueva apelando a un público lector complacido de internarse por senderos acostumbrados. Se trata de un libro eficaz aunque poco sorprendente, donde los fantasmas se yuxtaponen a los monstruos, donde la locura se confunde con la búsqueda de trascendencia y el pasado se revela como la prisión de la que nunca hemos salido. El contexto rigurosamente actual de las historias, en el que predominan la miseria, la incomunicación y la soledad, funciona como escenario realista que despertará los miedos de los personajes. Pero, a medida que avanzamos en la lectura, el miedo prometido se revela apenas como un leitmotiv que subraya la pertenencia de los relatos a un género.

Un muerto regresa una y otra vez a pedir el auxilio que la comunidad le negó; una joven celebra orgías con fantasmas; una mujer investiga el fenómeno pop de una misteriosa muerte; una feria americana ofrece vestidos que torturan; una enferma transita su agonía en los reflejos de una casa. A pesar de que los protagonistas llevan pesadas cargas emocionales, la originalidad de las premisas fantásticas frecuentemente se impone a la esquemática psicología de los personajes, que sin embargo se encuentran en plena lucha con el tiempo, acaso la verdadera sombra que se cierne sobre todos ellos.

El idioma preciso no impide digresiones poco oportunas, para acumular datos propios de la era de internet. Hay además un extraño afán informativo en los narradores, en tanto y en cuanto señalan peculiaridades geográficas o culturales del ambiente donde se desarrolla la historia: “cuando la miseria acecha de la forma que acecha en mi país”; “en los mitos locales de nuestra provincia, Entre Ríos, pero también de Corrientes y de Misiones”; “en realidad no estaban rotas; en Buenos Aires [las veredas] son irregulares”: “la calle Gallo en el barrio de Once”; “empezaba diciembre y en Buenos Aires es un mes sofocante”; estas intervenciones construyen un lector de mirada extranjera y son, quizá, guiños hacia un lector para quien la figura autoral es más importante que la ficción.

Un lugar soleado para gente sombría es un recorrido estricto por los habituales motivos de las historias de horror, un ámbito en el que Enriquez se mueve cómoda y profesionalmente, desde el que ha construido un género de lector fidelísimo, siempre dispuesto a más.

 

Mariana Enriquez, Un lugar soleado para gente sombría, Anagrama, 2024, 232 págs.

 

 

[Fuente: www.revistaotraparte.com]

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