terça-feira, 11 de abril de 2017

¿Cuál es el mejor vino del mundo?

Ante una pregunta escuchada en repetidas oportunidades, era necesario hacer una nota exclusivamente al respecto, para poder responder en forma clara. Por eso, en este segmento, vamos a presentar finalmente al mejor vino del mundo.


Por Diego Di Giacomo
Sommelier, miembro de la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores de Vinos y Licores

Es indiscutible que se trata de una de las primeras preguntas de los consumidores, cuando se encuentran con alguien que, teóricamente, “sabe de vinos”. Y también es la consulta permanente de aquellos que están ingresando en el maravilloso y amplio abanico vitivinícola. Sin dudas, el desconcierto se observa en sus rostros cuando escuchan la respuesta. Una respuesta impensada, pero que a medida que van adquiriendo su propia experiencia, la avalan.
Sencillamente, el mejor vino del mundo no existe. O por lo menos no existe como algo único, individual, y con nombre propio. Cada uno de nosotros, tiene su “mejor vino del mundo”, acorde a una diversidad de factores, como ser: los vinos que hayamos tenido oportunidad de probar, el momento en el que lo hicimos, nuestro estado de ánimo, nuestras costumbres, nuestro poder adquisitivo, la formación de nuestro paladar, y miles de etcétera.
Además, a algunas personas les gustan más los vinos frutados, a otras más añejos, a otras menos complejos, a unas los blancos y a otras los tintos, a algunas los espumosos y a otras los dulces. De hecho, el asunto se torna un tanto más complejo aún: no existen dos botellas de vino iguales. Una vez que se encorchan, cada una de ellas inicia su propio camino de evolución, que es diferente al de las demás. Inclusive, un mismo vino, en distintos momentos, puede parecernos otro vino.
Si nos dejásemos guiar permanentemente por las opiniones de terceros y por las etiquetas de las botellas, estaríamos obligados a que el vino que tenemos ante nosotros nos tenga que gustar sí o sí. Sería algo como “este es el gran vino que a Usted seguro le tiene que gustar, sino, no entiende nada”. Contrariamente, el que no entiende nada sería el que pronuncia esa frase. Para aprender y moldear nuestro paladar, no queda otra que probar, y probar, y probar.
"¿Y cómo sé yo si este vino es bueno o no lo es?". Bien, para saber si una cosa es mejor que otra, no existe otra forma de hacerlo que por medio de la analogía, de la comparación. Si solo existiese un único vino en el mundo, no se lo podría comparar con nada, por lo tanto sería imposible determinar cuán alta llegaría a ser su calidad. Por suerte, contamos con miles y miles de vinos diferentes, provenientes de distintas cepas, países, suelos, climas, formas de elaboración, culturas y años.
No existe absolutamente nadie que le pueda decir qué vino le tiene que gustar a Usted, por más "experta" o "entendida en el tema" que sea esa persona. E insisto: tal vez alguien diga: "Bueno, pero lo que pasa es que esa persona sabe de vinos". Ante esa afirmación, se plantearía una pregunta: ¿Qué es saber de vinos? Saber de vinos no es pretender imponer una opinión. Porque un vino puede ser excelente para ese “sabiondo”, y no serlo para otra persona. Sobre gustos, no hay disgustos. Un vino puede ser de excelente calidad…y no ser de nuestro agrado.
¿Ejemplos?...acá van unos pocos…
- en 1976, en el llamado "Juicio de París", los vinos californianos superaron por primera vez a los franceses, para sorpresa de los propios jurados franceses que los evaluaron a ciegas.
- entre 2005 y 2009 en la Feria Estatal de Vino de California se presentó a ciegas el mismo vino tres veces por año a diez sommeliers, de los cuales solo uno lo calificó siempre igual, pero los demás creyeron que eran todos vinos diferentes.
- el psicólogo inglés Richard Wiseman, de la Universidad de Hertfordshire, realizó una cata a ciegas con 578 "expertos", de los cuales sólo el 50 % logró identificar los vinos de menos de seis euros con respecto a aquellos que superaban los doce euros, ante lo cual concluyó que las posibilidades de emitir un "juicio acertado" en una cata, eran las mismas de que salga cara o ceca al arrojar una moneda al aire.
- en 2010, en una cata organizada en Singapur, los míticos vinos franceses fueron superados por ejemplares de menor costo del resto del mundo.
- Paolo Basso, ganador en 2013 del campeonato mundial de sommeliers, no acertó en la final a ciegas ninguno de los cuatro vinos que le presentaron (los otros dos finalistas, tampoco).
Debemos hacer dos aclaraciones sobre lo anterior: Primero, que no significa que los vinos franceses no sean de lo mejor del mundo, justamente por eso son utilizados como parámetro. Segundo, tampoco significa que los vinos de alto precio sean de mala calidad. Pero del mismo modo, los vinos del resto del mundo pueden ser tan buenos o mejores que los franceses; y los vinos no tan caros pueden ser, en varios casos, iguales o mejores que los de un segmento superior de precio.
El vino es muy subjetivo. Usted disfrútelo a su manera. Las diferencias entre un vino y otro muchas veces son pequeñas, y hasta imperceptibles, tal como lo demostró el "mejor sommelier del mundo". Por supuesto que interesarse por aprender y profundizar acerca del mundo vitivinícola es atrapante, divertido, y fascinante. Asistir a catas, cursos, y degustaciones, es un placer para los sentidos y una fuente de conocimiento. Pero no es indispensable para disfrutar de un vino, y sin opiniones de terceros.


[Fuente: www.devinosyvides.com.ar]

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