segunda-feira, 20 de março de 2017

El sueño de los justos



Escrito por Diana Fernández Irusta 

Átila, el rey de los hunos, el "azote de Dios"; el hombre cuyas huestes, allá por el siglo V, eran sinónimo de crueldad, destrucción y rapiña. Átila, el perro que, en rotunda ignorancia de la fama de su mítico tocayo, se hunde en un sueño despreocupado, plácido, entregado. 

¿El sueño de los justos? Como tantos de su especie, el pequeño animal de la foto ayuda a que el infierno de lo humano sea menos atroz. En un centro terapéutico español, entre cojines y mantas rojas, duerme y se deja acariciar por personas con dificultades mentales y de aprendizaje. No lo sabe, pero él es parte de su tratamiento. El factor cálido, primitivo e inefable de una posible recuperación. En su bella enumeración de aquellos que, sin buscarlo, salvan al mundo, Jorge Luis Borges mencionó al "que acaricia a un animal dormido". 

A juzgar por esta imagen, el mérito podría ser compartido.



[Foto: Reuters/Susana Vera - fuente: www.lanacion.com.ar]

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