domingo, 24 de outubro de 2021

«La lengua mundial», de Pascale Casanova

Escrito por Renata Prati

Por mucho que la Real Academia Española se empeñe en negarlo, las lenguas cambian al calor de los usos y con el paso del tiempo, en gran medida a través de la comunicación y la contaminación de otras lenguas. Que todo esto suceda es inevitable y, además, como puntualiza Pascale Casanova en la apertura de este libro, es también digno de celebrar: la pluralidad de las lenguas, su vitalidad y su sensibilidad histórica son riquezas. Ahora bien, ese reconocimiento no debería obturar —si bien para ella muy a menudo lo hace— el “hecho fundamental” de que esa misma comunicación entre las lenguas es un vector crucial de la dominación lingüística. En La lengua mundial. Traducción y dominación, Casanova se ocupa de echar luz sobre estas dinámicas de poder mediante una reconstrucción de la cambiante posición de la lengua francesa en el sistema mundial de las lenguas. Haciendo gala de una gran erudición, esta historia abarca muchos siglos en relativamente pocas páginas: sigue al francés en sus derroteros entre el siglo IX y el XX, desde su dependencia del latín hasta su ascenso a lengua mundial y posterior derrocamiento por el inglés. Historizar estos procesos obedece, por supuesto, a una voluntad desenmascaradora: comprender el carácter arbitrario de la dominación es, afirma Casanova, el único modo de luchar con eficacia contra ella. De hecho, la elección del caso francés busca capitalizar en esta línea su posición en cuanto “exdominante”, para comprender, a partir de ahí, el lugar actual del inglés: “Nosotros los franceses conocemos esta especie de dominación justamente por haberla ejercido”.

Por otro lado, tal vez menos conocido, debe atenderse también al rol de la traducción en ese marco de desigualdad, así como a otros fenómenos que marcan el contacto entre lenguas, como los préstamos, el bilingüismo colectivo y la diglosia. Y es en este terreno donde radica el mayor aporte de La lengua mundial. El de los préstamos es un caso elocuente y siempre actual: aunque por lo general se los usa creyendo que ofrecen un aire de sofisticación y modernidad, en verdad son, argumenta Casanova, signo y mecanismo de la dominación. En una línea similar piensa el bilingüismo. Pero la traducción constituye un caso un poco diferente: en efecto, todo a lo largo del libro, la traducción no es solo índice y medida de la dominación lingüística, sino también forma de resistencia, arma crítica contra la dependencia, el silenciamiento y la desaparición. La traducción es una actividad antigua, ardua y en muchos sentidos apasionante. Pero, como se hace evidente en estas páginas, su signo no puede adivinarse nunca sin comprender el contexto en que se la practica. No hay por tanto consignas simples en este libro: la posición de quien traduce —así como de quien edita literatura traducida, e incluso tal vez de quien la lee— es una posición compleja, ambivalente, incómoda. Aun así, es una incomodidad tremendamente rica.


Pascale Casanova, La lengua mundial. Traducción y dominación, traducción de Laura Fólica, prólogo de Roberto Bein, Ethos Traductora, 2021, 160 págs.

 

[Fuente: www.revistaotraparte.com]

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