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Soy una periodista mexicana que tuvo la oportunidad de vivir en
Uruguay por seis semanas. No tenía expectativa alguna al venir al
paisito sureño, y sin embargo debo confesar que me sorprendió mucho.
Como periodista y actual estudiante de maestría, estos son algunos de
los aspectos que me parecieron más curiosos sobre la cultura y la gente
uruguaya:
1. Creen que Montevideo es una ciudad muy peligrosa
Incluso dicen que hay barrios que debes evitar. En realidad, viniendo
de ciudades más grandes como la Ciudad de México o Madrid, Montevideo
me parece una de las capitales más tranquilas del mundo.
2. No hay nada más delicioso en el mundo que unos alfajores de maicena caseros
Mi primer fin de semana en Uruguay lo dediqué a aprender a hacer esta
delicia típica, con una receta que ha pasado por generaciones en la
familia de una amiga. Aquel día también descubrí que todo sabe mejor con
dulce de leche. Incluso el arroz con leche.
3. El arte callejero es asombroso
Da vida a la ciudad, especialmente los murales que se encuentran en
Barrio Sur, Palermo, Parque Rodó y el Centro. También es fácil
encontrarse círculos de percusionistas en distintos barrios de la
ciudad. El candombe trae calor hasta en los días más nublados.
4. Montevideo tiene un Museo de la Memoria
Un amigo chileno vino a Montevideo y lo primero que me preguntó fue
si había un museo de la memoria. Consulté con mis amigos montevideanos y
todos me dijeron que no existía. Pues existe, pero está más escondido
que la memoria misma. A través de material audiovisual presenta la época
de la dictadura militar en Uruguay en las décadas de 1970 y 1980.
Recomiendo visitarlo.
5. La relación del uruguayo con Argentina
Me recuerda a una relación de dos hermanos que se quieren pero se
pelean. Los uruguayos critican a Argentina por el fútbol, porque los
turistas llenan sus playas, y sin embargo se sienten muy orgullosos del
arte y la cultura del país vecino. Cuando un uruguayo quiere validar
algún argumento siempre menciona algo relacionado con Buenos Aires: un
periodista, científico o experto en cualquier área.
6. Los conductores del ómnibus parecen seres todopoderosos
Muchos de ellos conducen, abren las puertas, cobran y dan cambio a
los pasajeros. Todo al mismo tiempo. Vivía en el centro, cerca de la
Intendencia, por lo que normalmente tomaba las líneas que van por 18 de
Julio. El transporte en la ciudad me pareció bueno y nunca tuve que
esperar demasiado a que pasara un ómnibus.
7. Qué salado
Cuando alguien es “salado”, puede significar que es un genio. Sin
embargo, si algo es “salado”, significa difícil. Por otra parte, nunca
encontrarás un salero en la mesa de un restaurante. Ni picante, ni
especias. La comida uruguaya es muy tradicional, y en general no hay
muchos experimentos ni fusiones en su cocina.
8. Malas palabras
Si uno quiere conocer todas las malas palabras del español de
Uruguay, una buena idea es mirar un partido de fútbol en un bar o con
una familia uruguaya. Viví esa experiencia durante la Copa América y me
di cuenta de lo apasionados que pueden ser los uruguayos durante los 90
minutos de juego. Me recordó a casa: los mexicanos somos iguales.
Conclusiones
En Uruguay tienen un sistema de salud que llega a la gran mayoría. El
nivel de la educación pública es bueno, casi no existe el
analfabetismo, y las políticas del país son progresistas. En comparación
con otras naciones de América Latina, la riqueza se reparte de manera
equitativa.
Durante mi estadía en el país, además de Montevideo conocí otras
ciudades como Paysandú, Mercedes, Dolores, Villa Soriano y Colonia, y
comprobé que en todas partes los uruguayos son personas amables y
gentiles. La gente se detiene para saber cómo está el otro, existe un
sentido de comunidad y calidez humana.
Estos y muchos más aspectos hacen de este país una nación
excepcional. Uruguay es un país maravilloso, pero sus habitantes no lo
saben. A mí me gustaría que lo supieran.
Sobre la autora
Andrea Arzaba (Toluca, México, 1989), periodista mexicana,
estudia una maestría en Estudios Latinoamericanos y Desarrollo en la
Universidad de Georgetown, Washington DC. Entre junio y julio de 2015
pasó seis semanas en Uruguay, donde trabajó con la filial de Unesco en
Montevideo sobre temas relacionados con derechos humanos y libertad de
expresión. Escribe regularmente en arzaba.com, su sitio web personal.
[Foto: Pixabay - fuente: www.lr21.com.uy]
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