La palabra alemana Stimmung connota “atmósfera”, “ethos”, “armonía espiritual” (la palabra puede ser traducida como “humor” en frases tales como “buen humor” o “mal humor”, en referencia a la armonía o a las vibraciones existentes en el hombre y su entorno); más aún, en la palabra Stimmung se halla oculta stimme – voz. [Stockhausen’s notes in Karl H. Wörner Stockhausen: Life and Work (London: Faber and Faber 1973) p.65]
Lo más importante para la composición de Stimmung fue que recién regresaba de México, donde permanecí un mes caminando a través de las ruinas, visitando Oaxaca, Mérida y Chichen Itza, convirtiéndome en maya, azteca y español, volviéndome parte del pueblo. Los nombres mágicos de los dioses aztecas conforman el texto de Stimmung, y también su espacio. Me sentaba por horas en una misma piedra, observando las proporciones de algunos templos mayas, con sus tres alas, mirando el modo en que se encontraban ligeramente fuera de fase. Reviví ceremonias, que podían ser sumamente crueles. La crueldad religiosa no aparece en la obra, solo los sonidos, y el sentimiento de las planicies mexicanas con sus edificios recortando el cielo –la quietud, por un lado, y los cambios súbitos, por el otro. [Stockhausen-Conversations with the composer, editado por Jonathan Cott (London: Robson 1974) p.163)]
Comencé la composición de la obra con muchas melodías, cantándolas fuerte todo el tiempo. Pero, luego de unos días, esta tarea se tornó dificultosa porque mis niños requerían silencio. Entonces, comencé a susurrarlas prestando atención a mi vibración craneana, dejé de escribir melodías sobre fundamentales y, establecido en un si bemol grave, comencé nuevamente y escribí Stimmung, probando melodías sobre la escala de los armónicos. Nada relacionado con lo oriental, nada filosófico. Solo los dos bebés, la pequeña casa, el silencio, la soledad, la noche, la nieve, el hielo: puro milagro. [ From a letter to Gregory Rose, 24th july 1982 (Quoted in the CD notes of the Singcircle version)]
“El tiempo se detiene. Escuchamos el interior del sonido, el interior del espectro armónico, el interior de una vocal, “el interior”. [[6] Op.Cit., Wörner 1973, p.66] el límite de la esfera de la escucha, el contacto con la ‘impenetrable vibración’ (Sri Auribondo) de lo existente.
Y es que sonido es ya todo tras la retirada o retraimiento (tsimtsum) del silencio, tras el replegarse o concentrarse del silencio sobre sí.
Como huida de si del silencio, como resto, como lo que queda del silencio exiliado, todo sonar es ruidoso por sí mismo. Solo cuando orienta sus pasos de regreso hacia este silencio, este abismo, esta ausencia total de fundamento se presenta como música el sonido. Cuya morada preparan los devotos de la escucha.
Ruido solo es pues sonido roto por el ímpetu del oír acostumbrado a la espera de la reintegración de todos los sonidos y todos los ritmos en el recipiente del silencio formado por la escucha de los devotos. Restaurar la entera ‘diversidad incomunicable de los tiempos’. El tiempo del fin. El tiempo de todas las promesas cumplidas. Antes de todas las promesas realizadas.
La música es un rastro entre la maleza del sonido. Un soplo, un reguero de huellas dejado en el futuro por este animal en retirada, por este silencio para no perder el camino, el respirar de vuelta al presente. Un camino siempre ahí pero tan remoto como el más remoto pasado.
Tim el hasid en Música para devotos y otros viajeros del silencio.
Las citas de Stockhausen fueron extraídas de STIMMUNG, Rory Bradell.
[Fuente: breviariovudu.tumblr.com]
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