Para muchos, el primer gran representante del arte abstracto es Wassily Kandinsky. El ruso, además, fue un importante teórico del arte y estudió minuciosamente el color y su relación con la psicología, lo que hizo que su legado no se limitara al ámbito artístico sino que abarcó también aspectos esenciales de lo humano.
Además de su carrera como artista, Kandinsky hizo estudios sobre folclor popular ruso, la simbología del color, la geometría y la intrínseca relación que existe entre el artista y la espiritualidad, lo cual lo llevó a hablar de la figura del creador como una suerte de profeta. Otra de las disciplinas estudiadas por el ruso fue la música (a la que llamaba “la más grande maestra”).
Influenciado por la escatología cristiana, por la obra de Claude Monet, la música de Wagner y la teosofía, Kandinsky fue un artista integral y un pensador que creó conceptos completamente nuevos en el arte. Así, sus trabajos teóricos iluminan no solo a aquellos que dedican su vida al trabajo creativo sino también a aquellos que buscan senderos apropiados para ejercer su exploración vital. A continuación seis de las lecciones más valiosas, para la vida y el arte, que nos dejó…
La ideología que refleja la obra de Kandinsky privilegia una vida llena de color, en contraste con llevar una existencia en blanco y negro. Como un artista profundamente espiritual, Kandinsky habló de las propiedades terapéuticas del color y entendía dos niveles en su efecto sobre las personas: el primero implica el placer estético del simple acto de observar un color (semejante a comer algo delicioso) y el segundo corresponde a lo que él llamó la “resonancia interior”, el impacto espiritual que el color puede tener dentro de nosotros y que toca el alma humana.
Aprende a tomar pausas
A pesar de haber sido un pintor excepcionalmente prolífico y trabajador, Kandinsky conocía la importancia de tomar descansos del trabajo. El acto de alejarse de un proyecto permite verlo con una perspectiva clara y concluirlo con mejores resultados, una lección que fácilmente podría aplicarse a cualquier ámbito de la vida.
Permite que tu estilo evolucione
La trayectoria de Kandinsky nunca dejó de transformarse a lo largo de su fructífera carrera, desde sus comienzos haciendo paisajes y cuadros evidentemente fauvistas y puntillistas hasta obras posteriores representantes del más sofisticado arte abstracto. El artista conocía los beneficios de moverse de un estilo estético a otro y concedió una gran importancia a la flexibilidad mental, algo que bien podría servirnos para la vida en general.
Confía en el poder del contraste
El pintor ruso siempre fue consciente del poder que existe en el contraste del color y la forma, concediendo cualidades a cada uno de los extremos y usándolos para crear un balance mutuo. Su poderosa obra siempre se basó en la fuerza implícita del balance de los extremos, otra lección de armonía para diversos aspectos de la existencia.
Reconoce la importancia del ser interior
Si todas las sabias lecciones de Wassily Kandinsky pudieran ser condensadas en una, esta podría resumirse en la “necesidad interior”, que se explica como el balance entre la apariencia y el contenido. Sus pinturas son obras extremadamente coloridas que, sin embargo, no solamente responden a la pura experiencia estética sino también a la conciencia plena del mundo interior del artista, que resulta en un compromiso con las emociones más profundas y subjetivas: las formas y los colores siempre expresaron su mundo emocional. Kandinsky creó todo un lenguaje basado en el simbolismo de cada forma y cada color. Un sano balance entre el exterior y el interior, la forma y el contenido, resulta profundamente necesario en la vida diaria.
[Fuente: www.culturamas.es]
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