quinta-feira, 6 de abril de 2017

En la Edad Media se bebía más vino que agua



En la Edad Media, la viña y el cereal, se extendieron por todas partes, incluso por tierras de regadío. El vino en la Comunitat se convierte en una bebida muy frecuente ya que era su consumo más seguro que el agua


Escrito por ELENA MORALES

Aunque su consumo se retrotrae a la Antigüedad, es en la edad media cuando el vino adquiere en tierras valencianas la importancia económica y la significación social que ha perdurado hasta nuestros días. El vino forma parte de lo que se conoce como “la tríada mediterránea”, junto con el pan y el aceite. La llegada de la sociedad cristiana medieval al territorio valenciano comportó la introducción de un nuevo paisaje agrario. La viña, como el cereal, se extendieron por todas partes, incluso también por las tierras de regadío.
Todas las familias de labradores cultivaban la vid, pero no todas hacían vino. Y es que el proceso de transformación de la uva requería de una inversión económica en instrumental agrícola que solo estaba al alcance de las familias acomodadas. Se debía disponer de un lagar y un follador, donde se pisaba la uva, o, mejor aún, de una prensa de vino. Una vez obtenido el líquido, se introducía en jarras grandes de barro. Sí, al contrario que hoy en día, la mayor parte del vino era almacenado eran grandes vasijas que se fabricaban en Paterna y en Castelló de Rugat, que en época medieval era conocido como Castelló de les Gerres.
Lo que ya había en la Edad Media eran las denominaciones de origen. Obviamente no con ese nombre, pero sí es cierto que había vinos que gozaban de mejor consideración, de mejor fama que otros. Es el caso del vino de Morvedre (Sagunto, en la actualidad) que aparece referido como un vino excelente en “La Celestina”. Se trataba de un vino tinto o rojo, como dicen los documentos de la época. Más difícil resulta especificar la variedad. Y es que los documentos medievales no suelen concretar la variedad, salvo en algunas pocas ocasiones.
Cuando se especifica la variedad es porque se trata de una uva delicada y relativamente poco común, cuyo vino tenía un precio más elevado en el mercado. Es el caso de la malvasía, una variedad con la que se obtiene un vino bastante dulce, que está omnipresente en la literatura europea de los siglos XV y XVI, como por ejemplo en el “Tirant lo Blanch” o en “Hamlet”. Actualmente la Bodega de la Montaña ha recuperado esta variedad en nuestro país. Juan Cascant, director de la bodega, nos habla de su proceso de recuperación y de las posibilidades que ofrece dicho vino.
Nuestro pasado y nuestro futuro pasan entre copas. Grup Harca


[Fuente: wwwcadenaser.com]

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