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Pocas figuras de la Venezuela contemporánea han ganado tanta atención del mundo como lo hizo Arturo Uslar Pietri, “un ciudadano de su tiempo”, como dijo muchas veces para referirse a individuos notables y visionarios. Nació, creció y murió en un país que fue la inspiración de toda su obra. Su vasto legado de relatos, cuentos, novelas, teatro y poesía, al igual que su vida como dirigente político y embajador de la nación en diferentes escenarios, conforma un patrimonio que la sociedad no puede olvidar. En tiempos de tanta turbulencia, es prioritario hablar de letras, pero también de coherencia, rectitud y ejemplo. Uslar fue para la Venezuela que describió en sus textos, uno de los suyos, un hombre excepcional.
El doctor Rafael Arráiz Lucca, escritor, ensayista, poeta, individuo de número de la Academia Nacional de la Lengua y profesor titular de la Universidad Metropolitana en Caracas, realizó una detallada biografía sobre Arturo Uslar que recomendamos revisar: “Arturo Uslar Pietri o la hipérbole del equilibrio” (Fundación para la Cultura Urbana, 2005). A pesar de haber sido publicada hace diez años, este libro no ha dejado de verse en los estantes de diversas librerías de todo el país, por lo que encontrarlo no debe representar mayor dificultad para el lector interesado. Es un trabajo integral en el que no se deja aspecto por explorar. Arráiz traza una hoja de ruta para desmenuzar la existencia de Uslar y recorre el camino con rigor cronológico.
El autor, conocedor del universo uslariano, es creador además de un libro de conversaciones sumamente relevante: “Arturo Uslar Pietri: ajuste de cuentas” (Los Libros de El Nacional, 2001), que junto a la mencionada biografía, suman una importante radiografía de la travesía vital de Uslar. Además, Arráiz posee en su repertorio otros textos que compilan lo mejor de la existencia de “la mente mejor amueblada del siglo XX venezolano”, como dijo Miguel Otero Silva al referirse al biografiado en tiempos lejanos. Igualmente, sugerimos para el deleite de un amplio número de voces calificadas aproximándose a la obra de Uslar, la lectura de “Arturo Uslar Pietri: valoración múltiple” (Unimet, Fundación Bancaribe y El Nacional, 2013), selección de 22 ensayos sobre la producción literaria del escritor dirigida por Arráiz Lucca y Edgardo Mondolfi Gudat.
Pues bien, en la biografía, abundan apuntes y apreciaciones sobre novelas, ensayos y artículos. Es un recorrido exhaustivo y minucioso; una agradable exhibición de la vida de Uslar para aquellos que aún desconocen la importancia de este venezolano principal, y un documento muy grato para quienes lo recuerdan y releen.
El autor revive con citas directas el testimonio de un hombre que resaltó en todas las áreas en las que hizo vida. Para Arráiz no es ajena la técnica de intercalar referencias textuales, pues empleó este método con maestría y hace de cada página un espacio para el encuentro con la voz de Uslar, su huella y espíritu.
Al rescate de Uslar
De todos los momentos de la vida política de Uslar, hombre cercano al gomecismo y destacado ministro de los presidentes Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, hay un episodio que atrajo las críticas de muchos investigadores e intelectuales, enjuiciando el proceder del escritor de “Las lanzas coloradas”[1]. A primera vista, esto parece normal en la hoja curricular de un polémico articulista y ensayista. No dejó tema de interés nacional sobre el que no ofreciera su punto de vista, estridente y faro de amplios debates. Empero, a finales de los años ochenta y principio de los noventa, con el estallido social del 27 de febrero de 1989 y los intentos de golpes de estado en 1992, el Uslar vocero de “Los Notables”[2], quien se había labrado fama de profeta de la crisis ante el declive del sistema político democrático y de la falta de “sembrar el petróleo”, producto del endeudamiento en tiempos de bonanza, publicó un impetuoso ensayo, “Golpe y Estado en Venezuela”[3], que le valió enfadados comentarios de quienes, años después, serán, al igual que él, opuestos al gobierno de Hugo Chávez (1999-2013), líder de las mencionadas intentonas. Para ilustrar el tenor de aquellas críticas, recogemos el comentario que Simón Alberto Consalvi hizo al respecto:
“Solo en el libro más hijo de puta escrito en la era democrática podía un anciano consumido por el odio y el rencor achacarle parte de responsabilidad en un golpe de Estado a quien había sido su principal víctima. Y sin darle un respiro, exigirle su dimisión. La historia nos ha dado el triste privilegio de asistir a la prueba de la inmensa putada” [4].
En la misma línea Antonio Díaz Sánchez refirió lo siguiente:
“Basta leer las primeras líneas de ese opúsculo infame para sentir la hipocresía, el doble lenguaje, el pisabajismo (sic) de quien traviste su profundo rencor y odio contra la democracia, en la que jamás se sintiera a sus anchas, con la hiperbórea grandilocuencia del sabihondo. Honda y profundamente positivista como era y convencido de que los venezolanos habían nacido para ser mantenidos en vereda bajo el mando de un gendarme necesario”[5].
Arráiz, sale al rescate de Uslar, quien ha sido influencia esencial en su carrera como escritor. Justifica la publicación de la obra a partir de una reflexión desapasionada sobre el texto en cuestión:
“Ninguna alegría le producía a Uslar ver confirmadas sus sospechas en la realidad, ni le alegraba el papel de sepulturero del sistema de partidos instaurado a partir de 1958, entre otras razones porque él también formó parte de ese sistema, sin que por ello endosara sus faltas. Por el contrario, bastantes veces las señaló, mientras se hacía copartícipe de la Venezuela política que emergió del 23 de enero de 1958”.
En este trabajo, el lector encontrará una pesquisa que abarca toda la vida de una de las mentes más lúcidas que ha tenido la nación. Sin tregua, el autor desarrolla los cómo y por qué de cada nodo de la vida de Arturo Uslar. Apenas algún episodio menor quedará sin desarrollo por la lejanía de los años o por la falta de documentación concreta. Arráiz no esconde su admiración manifiesta por el venezolano universal que protagoniza sus líneas: “Con Uslar, todo queda claro, clarísimo, iluminado por una luz que, para muchos, podía ser ruda y, para otros, precisa”.
“Arturo Uslar Pietri o la hipérbole del equilibrio” se encuentra, por mucho, entre los mejores recuentos de la vida del literato prodigio. Se divide en diecisiete breves capítulos que organizan el viaje por los 95 años de vida del biografiado, siguiendo un riguroso patrón cronológico que permite una lectura fácil y enriquecedora. A manera de colofón, Arráiz nos regala un dosier fotográfico con imágenes que para las generaciones más jóvenes resultarán inéditas, cuando no extrañas.
[1] Escrita en París durante los años 1929 y 1930, y publicada por la Editorial Zeus en Madrid en 1931, es la primera novela de Arturo Uslar Pietri. En ella el autor narra un episodio de la gesta independentista en la entonces Capitanía General Venezuela. De acuerdo con el escritor Salvador Garmendia: “En Las lanzas coloradas, el infortunio y la desolación de la tierra arrasada, la sombra del fracaso y el derrumbe de los ideales, son hechos vivientes que salen de la historia para debatir en el presente con realidades más cercanas. Fue, para su autor, la novela de sus veinte años y también arranque de una obra literaria de múltiples aspectos, que le otorga un lugar de avanzada en el pensamiento y la creación hispanoamericana”.
[2] Grupo de personajes distinguidos en el mundo académico, empresarial y político creado en la década de los años ochenta en apoyo al proceso de reforma del Estado con posturas radicales y críticas contra el sistema de gobierno que lideraba el putofijismo.
[3] Uslar Pietri, Arturo. (1992). Golpe y Estado en Venezuela. Caracas: Editorial Norma.
[4] Hernández, Ramón. (2011). Contra el olvido. Caracas: Alfa.
[5] García, Antonio. (2014). Uslar Pietri: Golpe y Estado en Venezuela. El Nacional. Obtenido el 19 de agosto de 2015, de http://www.el-nacional.com/opinion/Uslar-Pietri-Golpe-Venezuela_0_383361871.html
[Fuente: www.queleer.com.ve]
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