Por Miguel Ángel Dente
Cd. Fito sabe a ciencia cierta cuando tiene un asunto “serio” entre manos. Y así planteó RRR desde un comienzo. No se trata aquí de la sutileza de Moda y pueblo, el otro de los álbumes con la fotografía en blanco y negro de un ídolo popular en su portada –Susana Giménez–. Está mucho más cerca de un segundo Naturaleza sangre. Páez recorre así, autista, su propia trayectoria…
Me parece muy interesante escuchar cómo todo se traduce en un supuesto diálogo con una destinataria –simplemente “ella” –, cuyo protagonismo alguna periodista se ha autoatribuido. Pero, en realidad, se refiere a cuestiones generales más abarcativas que cualquier situación particular que pudiera haberse producido alguna vez. Si hasta él mismo se crucifica: “El mundo me repugna y, por momentos, también me repugno yo”… Habla, evidentemente, de un momento interno muy convulsionado.
Con el tiempo, el pibe rosarino no ha hecho otra cosa que ir marcando la cancha: “No me tomen tan en serio; no me gusta dar consejos; no es bueno bajar tanta línea; no me sitúo partidariamente; no me considero polémico…”. Sólo queda margen entonces para decir que necesita fijar postura, declarar los principios que lo sostienen y los fines que lo guían.
Sin embargo, no creo que le resulte tan sencillo “imponer” las reglas del juego, más aún cuando se trata de agitar el avispero con el fin de librar “batallas culturales” que legitimen banderas. Es el otro aguante, el “aguante cultural” que posibilitó la resistencia del primer rock argentino. Una paradójica “revolución silenciosa” con la que los jóvenes perdieron el miedo y lograron mantener vivos sus sueños. “Una canción nunca cambiará el mundo” cantaba Nebbia… Pero, ¿cómo medir con exactitud la incidencia de las canciones en la forma de pensar de la gente? ¿Y cómo la magnitud de tanta sangre derramada?... redobla la apuesta Martín Rodríguez desde el booklet del disco.
Semejante catarsis lírica y carga emotiva requieren entonces de determinados condimentos: la presencia del guitarrista Gabriel Carámbula como el cómplice indicado para la ocasión, al frente de una sólida formación que propone una puesta ultrapotente. Con ese concepto suenan rock and roll revolution; la mejor solución; la canción de Sibyl Vane –al estilo sin vos voy a estallar, el clásico de Lebón- y loco… inédito de Charly perteneciente a la época de oro de Serú Girán e infaltable en este contexto. En otra dirección, muchacha; arde y ella sabe todo de mí abren paso a una sucesión de líneas melódicas que flexibilizan criteriosamente el típico formato canción: Fito básico. El remate perfecto llega con que te vaya bien y hombre lobo - yo, una trágica canción de cuna.
Con tendré que volver a amar y los días de sonrisas, vino y flores, finalmente, Páez entrega en sociedad su “tesis lennoniana”… Y se recibe con honores. Siempre, claro está, a través del filtro obligado de su referente y faro espiritual: Mr. Charly García._
CANCIONES
01. rock and roll revolution
02. muchacha
03. tendré que volver a amar
04. arde
05. la canción de Sibyl Vane
06. ella sabe todo de mí
07. la mejor solución
08. loco [Ch. García]
09. los días de sonrisas, vino y flores [Páez-Carámbula]
10. que te vaya bien
11. hombre lobo - yo
MÚSICOS
Fito Páez: voz, piano acústico, Wurlitzer, mini Moog, Hammond, coproducción
Diego Olivero: guitarras eléctrica y acústica, bajo, drum machine, coproducción
Gabriel Carámbula: guitarra eléctrica
Mariano Otero: bajo
Gastón Baremberg: batería
Juan Absatz, Deborah Dixon: coros
DATA
Sony Music: edición 2014
ACH, Mariano Soulé: arte
Andy Cherniavsky, Guido Adler: fotografía
[Fuente: haganruido.blogspot.com]
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