El espíritu de la colmena se impone y el trabajo en
equipo da buenos frutos. El escritor y periodista cultural Nino Ramella
ha hecho los deberes y lo cuenta en el correo electrónico: "Consulta
RAE. Rompe y rasga".
Escribe Ramella: "Tenía una duda. Consulté con la RAE.
Les pregunté si la expresión correcta es «rompe y rasga» o «rompe y
raja», y qué quiere decir exactamente, porque en la Argentina es común
escuchar decir «de rompe y raja», referido a personas o hechos
lujosamente provistos y que cuentan con gran cantidad de elementos
costosos y cercanos al derroche". Una definición completísima.
La consulta recibió esta respuesta: "Le remitimos la siguiente información: figura en el DRAE « romper. [...] de rompe y rasga.
loc. adj. coloq. De ánimo resuelto y gran desenfado». La expresión que
usted nos indica no tendría razones para ser considerada incorrecta,
pero la que ha fijado el uso general es la que registra el Diccionario académico. Reciba un cordial saludo. Departamento de «Español al día» Real Academia Española".
Concluye Ramella: "Me quedé pensando en que si, además
de «americanismos», «regionalismos» y «localismos», no hay otra
atomización, referida a nuestras propias familias y a nuestras propias
casas. En Mar del Plata, una medialuna es dulce o salada; en Buenos
Aires, de manteca o de grasa. Y en La Plata (juro que es cierto pues
trabajé allí tres años), los géneros se confunden -y no por esa moda
transgenérica que todo lo alcanza-: dicen «el diagonal». Alguna vez
alguien me dijo (pero nunca lo escuché ni puedo dar crédito de que sea
cierto) que algunos pobladores del Delta dicen «la canal»".
En el Nuevo diccionario lunfardo
de José Gobello (Ediciones Corregidor, 1991) figura la expresión "rompe
y raja". Considerada "popular", definida como "ánimo decidido y
alardoso" y ejemplificada así: "Mozo de rompe y raja, González Tuñón, Tangos ".
Quizá la poesía pueda explicarlo todo, aun lo
inexplicable. Por eso los poetas siguen reuniéndose. El jueves pasado,
en el bar Lavalle Restó, en la esquina porteña de Lavalle y Rodríguez
Peña, hubo tertulia de poetas: se presentó el libro El partido de bolos y otros poemas
(Botella al Mar), del periodista y traductor Juan García Gayo. El lugar
se había cerrado al público especialmente para la ocasión (la dueña de
casa también es poeta), y Alejandrina Devescovi, como editora, y el
periodista y escritor Julio Crespo presentaron al autor.
García Gayo, que tiene varios premios importantes en su
haber, ha traducido a algunos de los autores más exquisitos (Emily
Dickinson, Stephen Spender, Edwin Muir, Fernando Pessoa, Machado de
Assis) y ha sido a su vez traducido al alemán, francés y portugués,
cumplió la promesa hecha en el mail de la invitación: leyó varios poemas
del libro.
De esa lectura, quien esto escribe quiere rescatar los
versos que hablan, justamente, de los poetas y la poesía: "¡Salve,
veteranos, zapadores del verso! (...) Los jueves tiran los suplementos
literarios en los canastos / de los paseos públicos. Los viernes se
arrepienten. / Los sábados, perfumados, se besan y se arañan / en la
bodega del Tortoni. / Los domingos, reunidos en asamblea, visitan un
paisaje ideal: / lagunas, lagartijas, pajaritos, flamencos. / De
repente, entre las cortaderas, la poesía se asoma / con un sombrero
nuevo: / "Hasta pronto, queridos. Mañana me voy de vacaciones".
[Fuente: www.lanacion.com.ar]
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