Ayer cuando estuve en la clase de boxeo, uno de los monitores me hizo una pregunta inesperada:
“¿De dónde eres…? Déjame adivinar …. Eres…… ¡estadounidense!”
Le contesté que no, que soy británico.
Me dijo que había adivinado “estadounidense” por mi acento inglés, y
el hecho de que entre norteamericanos hay bastante gente de ascendencia
asiática, pretendiendo que sabía desde principio que no era un chino
nacido en China, porque mi fisonomía, mi forma de vestir y mi forma de
gesticular no se parecían nada a los “típicos chinos de las tiendas”.
A pesar de haberse equivocado, era una de las pocas personas que no
habían asumido directamente que mi nacionalidad era china o japonesa
solo por ver a mis rasgos orientales.
![]() |
Una foto de mí. Poca gente adivinaría que mi nacionalidad es británica. |
Muchas veces, también me hago a mi mismo esta misma pregunta: ¿de dónde soy? ¿de qué nacionalidad soy? ¿dónde está mi patria?
Oficialmente, mi pasaporte dice que nací en el Reino Unido y mi nacionalidad es británica, pero mis 2 padres nacieron en China. Cuando tenía 9 años, fuimos toda la familia a vivir en Taiwan y regresamos al Reino Unido cuando tenía 14. Pasé los años más claves de mi juventud en Londres, donde estudiaba y trabajaba rodeado de gente de diversas nacionalidades. Ahora, llevo más de 10 años viviendo Madrid, donde me encuentro totalmente integrado en la sociedad autóctona.
Hablando de mis costumbre gastronómicas, diría que soy principalmente chino, de mi gusto musical (y cervecera) y sentido de humor, me considero británico, la sociedad donde me siento mejor integrado y aceptado es sin duda la española. Debido a que tengo muchos familiares en EEUU, también siento ciertos lazos hacia aquel país, aunque solo lo he conocido de visita.
Hablando de sentimientos, diría que el lugar donde más me siento identificado en este momento es Madrid, pero me puedo imaginar si mañana me toca mudarme a Moscú, igual después de varios años ahí me haría moscovita. Lo
que es cierto es que todos los lugares donde he vivido, o donde tengo
algún lazo familiar, ha dejado una huella en mi sentido de identidad.
![]() |
Ricken Patel, el fundador de Avaaz.org, es canadiense, pero sus raíces familiares son indias y británicas |
Con la globalización, la gente que siente identificada con varias
nacionalidades pero ninguna en concreto, somos cada vez más. Algunos
sociológos nos llaman “ciudadanos del mundo”. A mí este
nombre me parece un poco excesivo, porque el mundo es un lugar muy
grande con culturas demasiadas diversas. Por ejemplo, nunca me veo capaz
de sentirme a gusto en un país con una sociedad muy machista o con
mucha segregación de sexos, porque van demasiado en contra de mis
principios.
En vez de decir “ciudadano del mundo”, quizás la palabra más adecuada sería simplemente “mestizo”.
Por supuesto, los mestizos siempre han formado un porcentaje
importante de los países de inmigración, como EEUU, Canadá y Australia, porque los hijos de inmigrantes a menudo sienten identificados tanto con
el país donde han nacido como el país donde nacieron sus padres.
Durante las últimas décadas, hay otro fenómeno en EEUU que se hace cada
vez más visible: que los hijos y nietos de inmigrantes, de diversos
origenes continentales, se están mezclando a un ritmo más rápido que
nunca, fundiendo las antiguas divisiones étnicas.
NATIONAL GEOGRAPHIC ha publicado un estudio sobre la experiencia de los “mestizos norteamericanos”, y he topado con 2 casos muy interesantes.
El primero se trata de un neoyorquino de Brooklyn cuyo padre es japonés y madre es judía procedente de Europa del Éste.
![]() |
Alex Segiura es medio japonés medio judío centroeuropeo. Mucha gente lo confunde con latinoamericano |
Él tiene un apellido japonés, nombre inglés, pero rasgos muy
parecidos a mucha gente de Latinoamérica. En cambio, tiene un hermano
que parece 100% asiático.
Muchas veces, la gente le ha confundido con latino y le habla en
español, y por esta misma razón, ha aprendido el idioma para no
decepcionar a la gente.
Reconoce que su herencia particular le ha dado la ventaja de poder
“esquivar” los tópicos asociados a los asiáticos (qué él consideraba
gravemente ofensivos), pero a veces sufren en la calle la discriminación
dirigida a latinos, aunque él no lo es.
Étnicamente, sin embargo, se identifica como “judío”, por sus creencias religiosas.
![]() |
Esta familia norteamericana se considera de origen “noruego” |
El segundo se trata de una mujer noruega viviendo en EEUU, que ha tenido 2 hijos mulatos con un negro americano, pero les ha criado sola y con su segundo esposo, también de origen noruego.
Así que, los 2 chicos, ahora ya adultos, a pesar de tener la piel oscura, étnicamente se identifican como “americanos de raíces noruegas”
por la estrecha relación que mantienen con el país nórdico. Sin
embargo, otras personas no les perciben como tal y siempre les dicen:
“no podéis ser noruegos porque no sois rubios con ojos azules”.
![]() |
Esta niña neoyorquina tiene ascendencia china, indonesia, alemana, polaca y galesa, pero 100% americana |
Durante muchas décadas, la administración estadounidenses ha confundido el significado de 2 términos: “etnia” y “raza”, que en realidad, son conceptos bien distintos porque el primero se refiere a una identidad cultural, idiosincrática o lingüística, el segundo solamente se refiere a la herencia genética asociada a la apariencia externa.
Por ejemplo, blanco, negro, asiático no son etnias, sino “razas”, porque se refieren a la apariencia física, pero árabe, persa, kurdo, ruso, griego, chino han, yoruba, gitano, beréber o bantú
sí que son identidades “étnicas”, porque se refieren a colectivos que
comparten una determinada lengua, idiosincrasia o memoria histórica en
común.
Hay países étnicamente diversos pero racialmente homogéneos, como en
Europa del Éste y el Oriente Medio, también hay países racialmente
diversos pero étnicamente homogéneos, como Brasil y Cuba. Hay países
étnicamente y racialmente homogéneos, como Japón y Corea del Sur, y
también países con mucha diversidad, tanto en el sentido racial como en
el sentido étnico, como India, Afganistán, Sudáfrica y Etiopía.
En casos como EEUU y Canadá, es muy difícil clasificar la situación,
porque con el mestizaje y la asimilación cultural, muchas identidades,
tanto racial (blanco, negro) como étnica (italoamericana,
chinoamericana, judeoamericana) se están fundiendo o redefiniéndose, a
medida que transcurre cada generación. Durante las últimas décadas, esta
tendencia también se ha extendido a muchas ciudades grandes de Europa y
Asia, como Londres, Paris, Berlín, Bruselas y Ámsterdam.
![]() |
Es imposible adivinar la nacionalidad de estos jóvenes por el aspecto |
Recuerdo que hace unos meses había visto una charla de TED (no lo
puedo encontrar ahora), en que el divulgador nació en la India, pero
vivió casi toda su infancia en el Reino Unido, y nada más de terminar la
carrera, se fue a vivir en EEUU, y durante los últimos años, el país
donde más se siente en casa es Japón. Él hablaba de que los “mestizos”
en general tienen una tendencia mucho mayor de casarse con otros
“mestizos”.
Por ejemplo, cuando el hijo de un alemán y una tailandesa nacido en
Londres, conoce a la hija de un iraní y una francesa nacida en
Ámsterdam, podría sentir mayor complicidad con ella que con cualquier
británica, alemana o tailandesa, porque comparten la misma experiencia
de vivir entre varias culturas y de haber sufrido los mismos conflictos
de identidad; y si se casan, es muy probable que se instalen en otra
ciudad cosmopolita, como Nueva York, Berlín o Toronto, donde abundan
casos como ellos.
Para una minoría de reaccionarios, nacionalistas y salvapatrias, el
mestizaje sigue representando una amenaza a la identidad nacional, una
degradación de morales y una pérdida de valores tradicionales, pero en
realidad, es lo que siempre ha sucedido a lo largo de la historia
humana, sólo que ahora sucede de forma más rápida, y más pacífica.
[Fuente: elimperiodedes.wordpress.com]
Sem comentários:
Enviar um comentário