Bajo una extraña nevada
De Mauro Quesada
Sello editorial El Ojo del Mármol
46 páginas. 2013
$40
Una primera lectura que no lleva más de
veinte minutos. Demasiado rápido para comprender qué acabo de leer. Una
segunda lectura, detallista, con pausas y anotaciones pero todavía no
aparece la clave de Bajo una extraña nevada, primer libro de poemas de
Mauro Quesada.
Son treinta poemas breves -ninguno supera
los diez versos- cuarenta y cuatro páginas en las que predomina el
blanco y que, paradójicamente, conforman un libro. Entonces, una tercera
lectura. Esta vez sin saltos de páginas, como si pudiera pegar cada
poema, uno debajo del otro. Una lectura de corrido, esa es la clave.
Así, la unión de los poemas conforma más bien un cuento, un único relato
que traza líneas de un personaje, de un tiempo y un espacio evocado.
Un transeúnte recorre en una noche de
invierno las calles de la ciudad que habita mientras evoca otras tantas
ciudades conocidas, quizás en sueños, quizás transitadas. Buenos Aires,
Manchester, Londres, Nueva York, Paris y Las Vegas son algunas de las
mencionadas en los diferentes poemas. Ellas guardan anécdotas: amores
olvidados, desdichas, viajes y el recuerdo de mujeres.
Algunas madrugadas de invierno
las bocas de tormenta
despiden un vapor inaudito
y ya no me siento en Buenos Aires
sino en un sórdido bar de New York
de melancólicas melodías de jazz
donde tomo un whisky tras otro
y al salir me acomodo el sombrero
el sobretodo y me marcho fumando
rumbo a mi solitario departamento
La falta de un título para cada poema
refuerza la idea de una totalidad. Un relato que, aunque construido por
fragmentos, es único. Un poema y no varios. Cada salto de página, cada
hoja en blanco funciona como silencios, pausas en la lectura que otorgan
un ritmo y una melodía propia. Estos últimos, elementos ineludibles de
la escritura poética. En esta construcción ambivalente entre cuento y
poesía, Bajo una extraña nevada no pertenece a ninguno de los dos
géneros, dialoga con ellos, lo cual lo convierte en un libro interesante
por su experimentación discursiva.
Se forma un valle en mí
todo el odio y el amor
caben en una piedrita
donde silbo melodías
hace tiempo olvidadas
Quesada construye un universo minúsculo
en cada escueto poema mediante un tono coloquial y un lenguaje de formas
simples. Bajo una extraña nevada es un pequeño libro que complace
después de varias lecturas. Si un vino cuanto más añejo más sabroso,
este libro cuantas más lecturas más se disfruta.
[Fuente: www.revistatonica.com]
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