La mayoría de ciudadanos de comunidades oficialmente bilingües, como la
Comunitat Valenciana, cree que las políticas desarrolladas por los Ejecutivos
autonómicos para promover el conocimiento y el uso de la lengua propia son
"adecuadas", mientras que desde las regiones monolingües las medidas
se ven mayoritariamente como "excesivas".
Así se
desprende del estudio sociológico "La crisis y las autonomías", de
Víctor Pérez-Díaz, Josu Mezo y Juan Carlos Rodríguez, cuyas conclusiones,
basadas en una encuesta a 1.429 personas realizada durante el pasado otoño, se
han publicado en un libro editado por la Fundación de las Cajas de Ahorros
(FUNCAS).
En las
autonomías oficialmente bilingües -Galicia, País Vasco, Navarra, Cataluña,
Baleares y Comunitat Valenciana- más de la mitad de la población, un 54,2 %,
cree que las políticas lingüísticas son adecuadas, el 26,8 % las ve exageradas
y el 17,7 %, insuficientes.
Los catalanes
son quienes más satisfechos están con su política lingüística, que apoyan el 60
% de los ciudadanos, ven insuficiente el 11,9 %, y exagerada el 26,5 %.
A juicio de
los autores del informe, ese refrendo mayoritario a las medidas de protección
del catalán radica en que es el territorio que mayor esfuerzo hace para apoyar
su lengua.
En cambio, un
24,5 % de los vascos desearía un mayor impulso del euskera, el 55,7 % cree que
las políticas lingüísticas son adecuadas y el 18,5 % las ve exageradas.
El estudio no
analiza por separado del resto de comunidades bilingües, si bien señala que, en
su conjunto, en ellas predomina la opinión de que las políticas son adecuadas
(49,1 %), una minoría las ve exageradas (28,8 %) y otro pequeño grupo piensa
que se quedan cortas (20,6 %).
Para los
autores del informe, la similitud de respuestas entre autonomías con realidades
y políticas lingüísticas distintas permite calificar de "positiva" la
capacidad de los Ejecutivos autonómicos para acompasar sus medidas a los
sentimientos y deseos de los ciudadanos.
Por el
contrario, la mayoría de los ciudadanos de las autonomías cuya única lengua
oficial es el castellano opina que las políticas lingüísticas de las
comunidades bilingües son exageradas -60,9 %-, el 31 % las ve adecuadas y sólo
un 6,6 % cree que se quedan cortas.
Al preguntar
en las autonomías monolingües por el idioma en que debería impartirse la
educación primaria en los territorios bilingües, el 72 % de los encuestados
aboga por primar el castellano frente al 9,2 % que se decanta por la lengua
propia.
En Cataluña y
en el País Vasco la opción más escogida -con un 47,1 % y un 37,6 %,
respectivamente- es la de estudiar en ambas lenguas pero dedicando más horas al
catalán o al euskera, la segunda preferencia es usar ambas lenguas por igual
-26,2 % y 26,1 %-, y el 14,5 % querría estudios exclusivos en catalán y el 14,7
%, en euskera.
En Galicia,
Navarra, Baleares y Comunitat Valenciana la opción más popular, con un 43,3 %
de apoyo, es la de una educación bilingüe con prevalencia del castellano,
seguida por el uso de ambos idiomas por igual -24,9 %- y de la educación
bilingüe pero con mayor dedicación a la lengua propia -18,8 %-.
La opción de
estudiar solo en castellano es la elegida por el 8,8 % de los ciudadanos de
esas autonomías, frente al 4,1 % que apoyan una enseñanza exclusiva en sus
lenguas propias, de manera que los más favorables al uso del idioma diferencial
serían sólo el 22,9 %.
Los
investigadores concluyen que las políticas que favorecen la lengua propia en el
sistema educativo cuentan "a grandes rasgos" con el apoyo de los
ciudadanos de las comunidades bilingües, mientras que el resto de los
territorios las ven "excesivas".
[Fuente: www.abc.es]
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