Podemos encontrar belleza en lo lúgubre, en lo tétrico y, sin duda, en la muerte; como en las ilustraciones de Benjamin Lacombe, los relatos de Edgar Alla Poe o esta bellísima y poderosa escultura fúnebre. Lo siniestro y lo oscuro tienen algo hermoso que no puede explicarse.
Esta escultura de mármol titulada El Petó de la mort (El beso de la muerte) se encuentra en el cementerio Poblenou, probablemente el barrio más artístico y creativo de Barcelona.de Barcelona y es de un magnetismo y una hermosura desasosegantes.
En ella se personifica el momento en el que damos el paso de la vida al más allá en la figura de un esqueleto alado que besa a un joven en su último suspiro.
La historia de esta increíble obra data de 1930, cuando la familia Llaudet, llenos de tristeza por la muerte de su hijo, encargó la escultura para su tumba; en el epitafio pueden leerse unos famosos versos del poeta catalán Jacint Verdaguer.
“Y su joven corazón no puede ayudar;
en sus venas la sangre se detiene y se congela
y el ánimo perdido abraza la fe.
Cae sintiendo el beso de la muerte".
Hecha en el taller del escultor Jaume Barba, a quien desde siempre le ha sido adjudicada la autoría, hay quienes piensan que el verdadero autor fue Joan Fontbernal, yerno del maestro y el escultor más cualificado del taller de la familia Barba.
El concepto de la obra, se mueve entre los que interpretan la muerte como algo más amable que la típica representación de la guadaña, por lo que el beso sería como un gesto de iniciación a la nueva vida.
Y los que dan una connotación religiosa; en el Génesis se relata que Dios creó al hombre del polvo de la tierra y le insufló vida, por lo que al morir por el beso de la muerte, el espíritu del hombre saldría por la boca y se uniría de nuevo con el Creador, que por unos instantes se ha disfrazado de muerte.
Sea la interpretación que sea, creemos que la imagen es poderosa y dramática, por eso no nos extraña que inspirara el clásico de Ingmar Bergman "El séptimo sello".
¿Y a vosotros qué os produce, escalofríos o admiración?
Desde luego, pocas cosas en la vida son tan subjetivas e inexplicables como la belleza, ¿quizás la muerte?
Fotograma de "El séptimo sello" de Ingmar Bergman
[Fuente: www.culturainquieta.com]
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