Por Josep Oliver
Horacio Altuna es uno de los historietistas más
destacados del cómic argentino, un dibujante activo desde los años 70
que formó habitualmente pareja artística con Carlos Trillo en obras como 'Charlie Moon', 'El último recreo' o 'Tragaperras'. Como autor completo, lo vimos en 'Chances' o en 'Hot L.A.'. En todas sus obras, Altuna siempre destacó en su exquisito y realista lápiz, y algunas de esas obras apuntaban a que el autor sería un excelente autor de cómic erótico. Y en 1989 Playboy
hizo reales los sueños de muchos de nosotros al proponerle una
colaboración de cuatro páginas para su famosa revista. Fruto de este
encargo es la colección que ahora recupera Dibbuks en cuatro tomos: 'Voyeur'.
Es cierto, como dice la contratapa del tomo, que el cómic erótico tiene una deuda indiscutible con Altuna.
En sus historias breves, enfocadas desde una perspectiva humorística,
asistimos a un desfile de fantasías eróticas que no podían haber
encontrado mejor ilustrador. Situaciones prototípicas que Altuna aborda
desde la comicidad (la esposa infiel que engaña a su
marido con un amigo, el psicólogo que fantasea con acostarse con su
joven paciente, la remilgada institutriz que controla a sus pupilos
adolescentes en una excursión al campo para que no se dejen llevar por
el desenfreno...) para aportarle un giro algo más humano.
No se trata de historias sin sentido en la que prime
el espectáculo de la carne. En todas ellas Altuna pone su particular
toque para que resulte un producto mucho más longevo que su mera
reproducción en las páginas de una revista erótica. En una de las
historias, por ejemplo, se reivindican los derechos de la mujer, invirtiendo la situación de peligro: ahora es el hombre el acosado y
las mujeres las oficiales de policía que lo culpabilizan de lo ocurrido;
o se pone de manifiesto la hipocresía de una sociedad machista, donde un hombre que viene de acostarse con prostitutas echa en cara a
su mujer que le sea infiel cuando los encuentra en la cama. En otra, el
encuentro de los jóvenes amantes es físico pero a la vez retratado con
ternura, apartándose de lo soez de una representación nítidamente
pornográfica donde lo único que prima es el lenguaje del cuerpo desnudo.
En una tercera historia, Altuna aprovecha el final de un manido chiste
para desarrollar las obligatorias escenas sexuales.
A caballo entre lo erótico y lo pornográfico, pero
nunca del todo explícito (no hay representaciones completas ni de
genitales ni de actos sexuales; siempre son parciales, y el autor juega
muchas veces con el posicionamiento de los bocadillos para, de forma
elegante, evitar escenas demasiado visuales), Altuna es siempre un
deleite para los sentidos. Su estilo, cercano al de Milo Manara pero de un registro estilístico mayor, se ve realzado por el fantástico color manual de tonos terrosos.
La edición de Dibbuks es realmente esmerada e
incluye varias páginas de magníficos bocetos que no tienen nada que
envidiar a los de Egon Schiele, el sensual discípulo de Klimt. El mejor Altuna dibujante asoma por entre estas páginas: estamos de enhorabuena por tan conveniente reedición de material por parte de Dibbuks.
'Voyeur'
Horacio Altuna
Dibbuks, 2016.
Cartoné, color. 120 pgs. 24€
ISBN: 978-84-16507-57-3
Horacio Altuna
Dibbuks, 2016.
Cartoné, color. 120 pgs. 24€
ISBN: 978-84-16507-57-3
[Fuente: www.papelenblanco.com]
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