sexta-feira, 22 de maio de 2015

¿Es parte de la izquierda antisemita?

Por Juan Santini
En el diario El País del 3 de mayo se publicó un artículo “Tras el rostro del antisemita”, escrito por la periodista Paula Barquet. Nota que fue contestada por el director de Radar y firmada por Alain "el judío" Mizrahi, que dijo: "En primer lugar la caricatura que encabeza la nota me resultó extremadamente chocante, porque es la típica caricatura que utilizaba la prensa nazi en la Europa de los años 30."


"En segundo lugar, me chocó pesadamente el rótulo "el judío Alain Mizrahi" al inicio de la nota".

"En tercer lugar, el título de la nota -"uno de cada cinco uruguayos es antisemita" - no corresponde al resultado de la investigación de Grupo RADAR: que uno de cada cinco uruguayos afirme que le molestaría mucho o algo que haya un judío en su familia no significa lo mismo que decir que el 20% de los uruguayos es antisemita. Hay un matiz importante".

Más allá que la pobre Paula Barquet mostró la hilacha, con lo de "el judío Mizrahi", en el artículo, visto a través de una gráfica, se dice que el 19% de los votantes del FA son antisemitas. El director de Radar explica que esa encuesta se realizó sobre la pregunta si le molestaría mucho o algo que haya un judío en su familia. Por lo tanto, y coincidiendo con el director de la encuesta, considero que por ese 19% de frenteamplistas no se puede concluir que la quinta parte de la izquierda es antisemita.

No será la quinta parte, pero que hay antisemitismo en la izquierda es una realidad.  

Quisiera abrir una polémica, porque considero que la izquierda necesita tomar posición sobre este tema, ya que los acontecimientos internacionales ponen arriba de la mesa, a diario, terribles acontecimientos que van conformando, parte fundamental de la agenda de la política exterior y, para mi opinión, hay pronunciamientos de la izquierda en que para nada estoy de acuerdo, y otros que los considero francamente antisemitas.

En esos 20 siglos y argumentando su carácter de deicidas, los judíos han sido perseguidos por el cristianismo, y esta persecución integra el pensamiento de la civilización occidental y cristiana.

Señalo esto porque en casi todas las declaraciones de la izquierda y de los gobiernos de Europa se deja de lado la persecución sistemática que sufrió el pueblo judío en toda su historia, y a lo sumo se señala el Holocausto como un hecho único ideado por el loco de Hitler.

La inmensa mayoría del pueblo alemán participó en el Holocausto -como en la persecución de  20 siglos participaban la mayoría de los cristianos- ese pueblo defendió al nazismo y a Berlín, casa por casa.

A esta altura, se me puede decir que mis afirmaciones son muy radicales y que son argumentos exagerados para dar fuerza a mi planteo.


Examinemos la historia:


No fue solo Hitler. En 1012, el emperador Enrique II expulsó a los judíos de la ciudad de Maguncia. Durante la Primera Cruzada, a finales del siglo XI, los judíos fueron perseguidos y asesinados en muchas ciudades alemanas. Con la peste bubónica (1346-1353), se expandieron los rumores de que los judíos envenenaban los pozos de agua y muchos tuvieron que huir a Polonia.

En 1510, Brandemburgo expulsó a los judíos y en 1593 Baviera hizo lo mismo. Frankfurt  se sumó en 1614. En el Imperio Austrohúngaro y en plena plaga de peste negra, los judíos fueron expulsados del país en el siglo XIV. Aunque fueron inmediatamente readmitidos, volvieron a sufrir persecuciones y otra vez fueron expulsados por el rey Luis el Grande de Anjou en 1360, tras fracasar en sus intentos de convertirlos. Aunque los judíos pudieron regresar poco después, volvieron a ser expulsados tanto de Hungría como de Austria, a lo largo de los siglos.

No solo los alemanes, la mayoría del pueblo inglés es profundamente antisemita. Este antisemitismo fue el propulsor de la expulsión de los judíos en 1290, auspiciado por la Iglesia católica y posteriormente bendecido, desde su nacimiento, por la Iglesia anglicana. Una vez en el exilio, las posesiones de los judíos pasaron a manos de la corona, que estaba pasando dificultades económicas.

El que está considerado como uno de los literatos más célebres de la historia es William Shakespeare. En 1598 escribió su obra El Mercader de Venecia, cuya trama gira en torno a un mercader judío. El autor tuvo que referirse a Venecia, porque sabía que allí se acogían a los judíos, y porque en Inglaterra no había judíos desde hacía 300 años, ya que habían sido expulsados. ¿Pero para qué escribir una obra tan antisemita, cuando esos personajes no existían en Inglaterra? ¿A quién le podía interesar? Si la escribió fue para expresar el profundo antisemitismo del pueblo inglés que iba en tropel a presenciar sus obras.

En 1492 los Reyes Católicos de España expulsaron a los judíos. La Inquisición española o Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición fue una institución fundada en 1478 por esos Reyes Católicos para mantener la ortodoxia católica en sus reinos.

Después de la expulsión de los judíos de España por los Reyes Católicos en 1492, siguieron en los territorios de Italia, que estaban bajo su soberanía. Los judíos primero huyeron de Sicilia, luego de Calabria en 1524 y más tarde de Nápoles en 1540. En 1569, el papa Pío V ordenó que todos los judíos abandonaran los territorios papales. El rey Felipe II los expulsó de Milán en la primavera de 1597.

Cuatro años después de que los judíos fueran expulsados por los Reyes Católicos, Portugal hizo lo mismo, el 5 de diciembre de 1496.

La inquisición en América española, como en la portuguesa, tenía como principal fin investigar si los judíos conversos seguían manteniendo esa religión. La barbarie cometida en ese período está descrita en el libro "La gesta del marrano" de Marcos Aguinis, publicado en 1991, y en el libro "La lógica de las hogueras" de Nathan Wachtel (Fondo de Cultura Económica 2014), sobre la inquisición portuguesa en Brasil.

Los franceses también tienen su historia. En 1306, el rey de Francia, Felipe IV, pasaba también por problemas financieros, así que planeó la expulsión de los judíos para confiscar y vender sus propiedades. Unos 100.000 judíos fueron arrestados el 22 de julio de 1306 y sentenciados al exilio, obligados a dejar el país con la ropa que llevaban. El heredero de Felipe IV, el rey Luis X, derogó en 1315 el decreto de su padre. Sin embargo, sucesivos retornos y expulsiones terminaron con la expulsión definitiva en 1394.

Pero no es solo historia lejana. En la República Argentina en 1990, volaron la Embajada de Israel el 17 de marzo de 1992, hubo 29 muertos y 242 heridos;  el  18 de julio de 1994 volaron la institución judía AMIA con 85 personas muertas y 300 heridas. Es sabido el apoyo dado por el gobierno de Juan Domingo Perón, fundador del movimiento peronista, a los nazis alemanes, y fue su gobierno, el principal sustento, en los inicios, del régimen franquista de España, a través de una colosal ayuda económica. En el momento de esos atentados gobernaba la Argentina, el peronista Carlos Saúl Menem, de origen sirio y con clara devoción islámica, a pesar que los presidentes de Argentina, por su Constitución, tienen que ser católicos, apostólicos y romanos. Con este escenario, está claro que no iba ni va a aparecer  ningún culpable, ahora presenciamos el sainete trágico del "suicidio del fiscal de la causa".

La población argentina es mayoritariamente peronista y profundamente católica, en especial en el interior, su antisemitismo se corresponde.  Nada más elocuente, que aprovechando la represión fascista, los militares argentinos, expresaron su odio antisemita, asesinando  en masa a adolescentes judíos, hecho llevado al cine en "La Noche de los lápices".  En enero de este año un grupo de jóvenes atacó gritando "Judíos de mierda, nos están robando la Patagonia",  a un hostel donde se alojaban turistas israelíes en Lago Puelo, en el noroeste de Chubut, y reavivó la polémica desatada hacía un mes con la aparición de carteles que repudiaban la llegada de visitantes de Israel. La Patagonia fue el lugar de mayor radicación de los nazis que obtuvieron refugio en la Argentina.

En Uruguay, el 16 de abril de 1966, en el principal editorial del diario Acción, dirigido por los expresidentes de la República Luis Batlle y Julio María Sanguinetti, bajo el título "El viejo espíritu del nazi-fascismo uruguayo", se lee:

"Toda la vida del Partido Nacional, más concretamente el herrerismo (porque siempre estuvo la honrosa excepción de aquel Nacionalismo Independiente tan distinto de este que hoy actúa de dócil amanuense de los herreristas), defendió las dictaduras y en especial forma colaboró con la causa del movimiento nazi-fascista que por los años 30 asoló el mundo y culminó en la orgía de sangre de la guerra mundial de 1939. Franco con su falangismo, Mussolini con su fascismo y Hitler con su nazismo fueron diversas caras de un mismo fenómeno totalitario, que encontró en Uruguay un conjunto de adoradores entre los que Herrera estuvo en primera fila y los herreristas en segunda fila, muchos de los cuales hoy se sientan en el Consejo de Gobierno o en el Parlamento en nombre de su partido".

"Los viejos herreristas vuelven a las andadas. Ahora en el gobierno se sienten más fuertes, piensan que el tiempo ha pasado y que las nuevas generaciones no tienen una conducta tan militante sobre estos episodios, y que ya no hay tanto peligro en volver a soñar con aquellas camisas pardas y negras que fueron el sueño dorado de aquellos jóvenes herreristas que tras de su líder defendieron la neutralidad uruguaya". Citado en el libro "Mandato de sangre" de Fernando Amado.

La Iglesia católica, integrante del cristianismo, es profundamente antisemita por su génesis y  ese antisemitismo es renovado año a año en la pasión y muerte de Jesucristo que se realiza en la liturgia de la llamada "Semana Santa", en particular el miércoles, en que se recuerda el juzgamiento por el Sanedrín -tribunal religioso judío- de Cristo. La Iglesia católica creó un organismo, la Inquisición,  para perseguir a los judíos y a los herejes. Este organismo, en los últimos tiempos, cambió de nombre -por su desprestigio- y se llama Congregación para la Doctrina de la Fe. El Sr. Joseph Aloisius Ratzinger fue prefecto de esa Congregación en la época del Sr. Karol Józef Wojtyla,  y cuando éste  murió fue designado como papa. El Sr. Ratzinger formaba parte de las Juventudes hitlerianas y el Sr. Wojtyla fue cura en Cracovia, durante la 2ª Guerra Mundial, que está a 52 km de Auschwitz. No se enteró de qué era lo que pasaba allí, (ver la película Ida, sobre la amnesia polaca, y el libro "Las cartas que no llegaron" de Mauricio Rosencof) ni tampoco lo que sucedió en el Ghetto de Varsovia, pero eso sí, en su papado propuso transformar en santo a Escriva de Balaguer, fundador del Opus Dei, sostén religioso e ideológico del franquismo. Y ni que hablar de Eugenio Pacelli, que fue nuncio apostólico en Munich antes de la 2ª Guerra, en plena fundación del Partido Nazi y después, el famoso papa Pio XII, durante esa guerra con su muy polémica actuación.

Los protestantes cristianos europeos son profundamente antisemitas. Lutero lo fundamentó y fue unos de los basamentos ideológicos y religiosos del nazismo. y de su concepción de raza. En su Von den Juden und ihren Lügen (Sobre los judíos y sus mentiras), publicado en 1543, escribió que debían realizarse contra los judíos acciones como quemar las sinagogas, destruir sus libros de oración, prohibir predicar a los rabinos, «aplastar y destruir» sus casas, incautarse de sus propiedades, confiscar su dinero y obligar a esos «gusanos venenosos» a realizar trabajos forzados o expulsarlos «para siempre».

Juan Calvino fue un ex-católico romano, pero no mucho tiempo después de su separación encontró un lugar adecuado para continuar su tipo de teología en Ginebra  (Suiza). Siendo abogado, fue una de las figuras con influencia sobre la proposición de la constitución de Ginebra de 1537. La constitución incluía la comunión cuatro veces al mes, catecismo para los niños, y una red de espías para reportar a los anti-protestantes. Una policía moral fue formada para arrestar a violadores de la moral, esta era solo una forma de tiranía similar a la católica romana para oprimir y cometer crímenes en contra de los que no estaban de acuerdo con su conjunto teológico publicado en el 1536 con el título "Institutos de la Religión Cristiana". Juan Calvino no permitía la libertad de pensamiento, y de esta manera era más fácil controlar y obligar a toda persona a solo pensar según sus instrucciones. Juan Calvino tuvo a bien autorizar, en un acto de bárbara crueldad, el asesinato judicial de un joven científico, erudito bíblico y teólogo Miguel Servet, quien lo desafió en el tema de la Trinidad.

La historia documenta que Juan Calvino es responsable por la muerte de 58 personas y por mandar al exilio a 76 personas de su país por diferencias de opinión. Los anabaptistas fueron desaparecidos de Ginebra por no creer en el bautismo infantil. Los oficiales inspeccionaban casa por casa y examinaban la fe de las personas de forma inquisitiva, como lo hacía la Iglesia católica romana durante la Inquisición. Los que no subscribían a las enseñanzas de Calvino eran castigados con multas, deportación, encarcelamiento, le quemaban las casas, los torturaban y los sentenciaban de muerte, sin alguna misericordia a las viudas y a los huérfanos. (http://apologos.net/jncalvino.html)

La Iglesia ortodoxa rusa fue adalid del antisemitismo en Rusia y en la persecución de los judíos con los Pogroms. Uno de los hechos más brutales fue la matanza de judíos a mediados del siglo XIX en Odesa, también alentaba la matanza de judíos por los cosacos, quienes iban a los pueblos en que estaban confinados los judíos, mataban a los más viejos y llevaban a los más jóvenes para ser vendidos como esclavos en Polonia.

Los países musulmanes acogieron a los judíos cuando eran expulsados de los países europeos, en especial de España. Pero en la actualidad y luego de la creación del Estado de Israel, se ha desatado en esos países islámicos un antisemitismo exaltado. (Ver del autor "Un mandado para el Pepe" - BITACORA www.bitacora.com.uy/noticia_6539_1.html y www.bitacora.com.uy/noticia_6545_1.html)

LA ACTUALIDAD


Pero todo esto no es historia pasada. A pesar de convenios internacionales, de sendas declaraciones contra el antisemitismo, del ejército de los bienpagados burócratas internacionales que vigilan "atentamente" el cumplimiento de esos convenios, el auge del antisemitismo en la Europa de hoy es sumamente inquietante.

En Francia cuando -al grito de "sucios judíos", "maldita raza" y "Heil Hitler"- cinco adolescentes de 15 a 17 años profanaron con aplicación 250 de las 400 tumbas del dos veces centenario cementerio de Sarre-Union, en el este del país.

"Jamás un cementerio judío fue ultrajado con semejante encarnizamiento, jamás con esa intensidad, jamás con tanto frenesí", se indignó el presidente François Hollande, que viajó especialmente a honrar la memoria de los israelitas sobresaltados en su reposo eterno.

En Gran Bretaña, la cifra fue récord en 2014. El Community Security Trust (CST), una asociación de defensa de la comunidad judía, anunció un total de 1168 agresiones antisemitas contra 535 en 2013. "El número más alto desde que comenzó la medición en 1984", afirmó el CST.

En Alemania, la canciller Angela Merkel presidió en septiembre un acto en el que pidió a sus conciudadanos que se sumen al "combate contra el antisemitismo". El presidente del Consejo Central de Judíos germanos, Dieter Graumann, lamentó en el acto que "se ataquen sinagogas", "se amenace a judíos" y que "en las calles alemanas se escuchen palabras antisemitas.

Sin embargo, pocos saben que en 2014, por primera vez, Francia fue el primer país de emigración hacia Israel con 6600 judíos que emigraron. Daniel Benhaim, director en Francia de la Agencia Judía, anticipa, por su parte, que este año se irán entre 8000 y 10.000 personas.

El director de la Agencia Judía, Natan Sharansky, destacó un dato histórico: En 2014 "la cantidad de inmigrantes que llegó a Israel del mundo libre fue mayor que la de países en conflicto".

"En Europa, crece el antisemitismo y cada vez más judíos emigran a Israel" Luisa Corradini  - LA NACION,  22/02/2015

El  líder del Frente Nacional (FN) de Francia Jean-Marie Le Pen mantiene sus dichos de que "las cámaras de gas son un detalle de la guerra" (uy press).

El primer ministro francés, Manuel Valls, presentó el viernes un plan de lucha contra el racismo, recalcando que "el racismo, el antisemitismo, el odio hacia los musulmanes, los extranjeros, la homofobia, aumentan de manera insoportable" en Francia. "Los franceses judíos no deben tener miedo por ser judíos" y los "franceses musulmanes no deben tener vergüenza de ser musulmanes", dijo Valls, cinco meses después de una agresión antisemita en esta localidad y tres meses después de los atentados yihadistas que causaron 17 muertos en París.  (AFP Abril 17, 2015)

Un periodista israelí que durante horas caminaba por París mientras llevaba una kipá para probar las actitudes antisemitas de los galos, ha documentado múltiples amenazas e insultos en su dirección. http://www.timesofisrael.com/israeli-captures-anti-jewish-harassment-in-paris/

Desde el inicio del conflicto en Gaza, algunas protestas marcaron un creciente antisemitismo en Europa, en la cual grupos de manifestantes no estaban solamente en contra de la política militar israelí, sino en contra de los judíos. En algunas manifestaciones se cantaban lemas como «Hamás, Hamás, judíos a la cámara de gas», o «maten a los judíos», entre muchos. En Berlín, Alemania, ocurrieron ataques callejeros en contra de judíos y un hombre fue golpeado por usar un kipá en la calle. En Toulouse, Francia, la policía arrestó a un hombre que arrojaba bombas incendiarias a un centro judío. En Sarcelles, en las afueras de París, una sinagoga y negocios de origen judío fueron blanco de la violencia.

Tuve oportunidad de visitar Moscú y los países bálticos en el proceso de su independencia en el año 1991, en plena implosión del régimen soviético.  Más allá de ver el desarrollo de un capitalismo desaforadamente salvaje, preguntando a los rusos y letones por la causa de la crisis que estaban viviendo, unánimemente planteaban que la causa era que el partido bolchevique fue una conspiración judía. El antisemitismo, como la religiosidad cristiano ortodoxa, perduró incólume durante todo el proceso de la Unión Soviética, con persecuciones antisemitas en la época de Stalin.

Por eso reafirmo el carácter antisemita de la civilización occidental y cristiana, por acción y pensamiento y por su definición de "cristiana", en la que  el judaísmo está considerado como algo ajeno, contradictorio y que es rechazado con desprecio, aunque el cristianismo haya surgido del judaísmo. Y el gran tema es que dicha civilización no reconoce su antisemitismo. En Alemania, en el siglo XIX el antisemitismo pasó a una etapa superior, al considerarse a los judíos no como una religión sino como una raza, de allí el termino antisemita.

El "movimiento voelkisch" xenófobo del siglo XIX -compuesto de filósofos, eruditos y artistas alemanes que veían el espíritu judío como ajeno a la cultura alemana- formó la noción del judío como "no alemán". Teóricos de antropología racial daban apoyo científico falso. El partido nazi, fundado en 1919 y guiado por Adolf Hitler, dio una expresión política a las teorías del racismo. En parte, el partido nazi ganó popularidad con la diseminación de propaganda antijudía. Millones compraron el libro de Hitler, Mein Kampf (Mi lucha), que pidió la eliminación de los judíos de Alemania.

"Así que, lo que empezó como odio hacia los judíos por haber sido los supuestos causantes de la muerte de Cristo, se fue extendiendo a lo largo del tiempo, creándose un chivo expiatorio recurrente a quien echarle la culpa en todos los periodos de crisis de cualquier tipo a lo largo de los últimos mil años". (Erich Fromm: El Miedo a la Libertad - Editorial PAIDOS)

EL ANTISEMITISMO EN LA IZQUIERDA


Parte de la izquierda de la civilización occidental y cristiana hace una fundamentación clasista de su antisemitismo: los judíos en su mayoría son ricos burgueses, que explotan a la clase obrera y el pueblo y forman parte de la cúpula del imperialismo yanqui, prueba de ello es que históricamente viven del agio y prestando dinero a los pobres, para luego cobrarles intereses. Esta afirmación me la han dicho reiteradamente -compañeros y amigos- en contestación a mi denuncia de la persecución histórica de los judíos. Llegado a este punto, opto por no seguir discutiendo, porque se supera el proceso de razonamiento, para pasar a la mera expresión del sentimiento o más bien del antisemitismo.

Se olvidan de que los judíos que vivían en Europa -en los países de los que no  habían sido aún expulsados- carecían de derechos civiles y tenían que vivir en ghettos. No podían tener propiedades inmuebles y de las pocas cosas que podían hacer era vivir del comercio. Entonces, de las limitaciones que padecían, se saca la conclusión que es "un problema de clase".

Esta concepción de sectores de izquierda se acerca mucho a la del empresario estadounidense Henry Ford, que en 1920 publicó el libro The international jew: the world's foremost problem (El judío internacional: el primer problema del mundo) y que tuviera una amplia difusión internacional y también en Uruguay. Los argumentos de Ford eran muy usados por militantes herrerista para fundamentar su antisemitismo. Aunque después van a visitar organizaciones judías.

Esto se encadena con un argumento muy usado en la izquierda: "que tanto se habla del Holocausto, cuando el pueblo armenio sufrió la misma persecución y nadie dice nada". Este aseveración lleva de la mano al pensamiento de Henry Ford, de que es posible de que nadie diga nada del genocidio armenio, porque el poderío económico y publicitario de los judíos a nivel internacional ha impuesto el Holocausto.

PORQUE ISRAEL


20 siglos de persecuciones generaron la necesidad de buscar un lugar donde vivir sin asesinatos en masa, muertes en la hoguera, torturas, ser vendidos como esclavos, saqueos, repulsa de parte de la población, por el mero hecho de profesar una religión que solo se diferencia de la cristiana, porque consideran que Cristo no fue el Mesías. Esa búsqueda los llevó a reivindicar su Tierra Prometida, muchos judíos huían hacia Palestina cuando arreciaban las persecuciones, lo que determinó que durante el siglo XIX los judíos ya eran la población mayoritaria de Jerusalén.

Los hebreos pueblan Palestina desde hace 40 siglos. Parecería que tienen sus orígenes como continuadores de los fenicios. Palestina, por su ubicación geográfica, es una llave de comunicación entre Oriente y Occidente, entre el Norte del África y Europa, y por lo tanto una región muy codiciada. En el año 1000 AC los hebreos instalan un Reino en Jerusalén. Entre el 432 y el 587 AC el Reino es invadido por el Reino Asirio y por Nabucodonosor y los hebreos conducidos como esclavos a Babilonia. En el 331 AC Alejandro Magno conquista la región y da inicio a la época helenística. En el año 63 AC los romanos conquistan a su vez la región. Tanto durante la época helenística como la romana, hubo levantamientos de los hebreos contra los invasores. En la época romana los judíos son expulsados y se da comienzo a la Diáspora. Al dividirse el Imperio Romano, Palestina queda bajo dominio del Imperio de Oriente hasta el año 731, que es conquistada por el Califato Omeya, y a su vez los turcos selyúcidas la conquistan en el 1070. En 1098 arriba la primera Cruzada y Jerusalén es conquistada por los cruzados y hasta 1187 se alternan los turcos y los cruzados; hasta que en 1187 el kurdo Saladino, Sultán de Egipto y Siria, toma Jerusalén y expulsa definitivamente a los cruzados. Los descendientes de Saladino, los ayubies, gobiernan hasta 1257, año en que son derrotados por los mamelucos, los cuales, a su vez son derrotados por el sultan turco Selim I en el 1517, quien consolida el dominio turco hasta la 1a Guerra Mundial (1914.19).

Al fin de la Primera Guerra Mundial, la Sociedad de Naciones vio favorablemente el establecimiento de la patria judía en Palestina y puso ese territorio bajo protectorado británico.

En 1939, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña prohibió la emigración judía hacia Palestina (sic), cuando esa guerra, entre otras cosas, era de exterminio del pueblo judío. Terminada esa guerra, se dio una avalancha emigratoria de judíos hacia Palestina.

Las Naciones Unidas, en la célebre reunión del 19 de noviembre de 1947 y con una activa participación de la delegación uruguaya presidida por Enrique Rodríguez Fabregat (posteriormente fundador del Frente Amplio), decidieron la partición de Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío.  La mayoría de los judíos en Palestina aceptaron esta decisión, pero no así los árabes, quienes rechazaron por completo la decisión de las Naciones Unidas. Reivindicaban el todo o nada. Paralelamente a estos acontecimientos, los británicos anunciaron su intención de retirarse de Palestina.

El día que se ejecutó ese retiro británico, el 14 de mayo de 1948, a la hora de haber nacido el nuevo estado de Israel es inmediatamente invadido por Egipto, Siria, Transjordania, Irak y el Líbano, desconociendo la resolución de las Naciones Unidas. Llama la atención que estos estados tan simpatizantes del régimen nazi, de la noche a la mañana, trataron de invadir el recién creado Israel, cuando nunca reivindicaron la salida del Imperio Británico de esos territorios ni nunca movieron un dedo al respecto.

Las brigadas de autodefensa de Israel derrotaron los intentos de invasión de esos cinco estados, que pidieron la paz, vista la desastrosa derrota de que fueron objeto. Se firmó un alto al fuego y en 1949, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, se firmaron cuatro armisticios en Rodas (Grecia) entre Israel y Egipto, Jordania, Siria y Líbano.

El 22 de julio de 1952, por un golpe de estado, asume el gobierno de Egipto el general Gamal Abdal Nasser. Siguiendo la concepción de apoyar todo golpe de estado dado por militares presuntamente terceristas -como atajo para llegar al socialismo-, la Unión Soviética apoyó inmediatamente a Nasser, abandonado la ayuda prestada a Israel. Armó al ejército egipcio, y entre otras cosas, en la tierra de  los faraones construyó la faraónica represa de Assuan en el  Nilo.

En 1956 el conflicto entre Egipto e Israel se agudizó, siendo frecuentes las incursiones de guerrillas egipcias en territorio de Israel. El 26 de julio de 1956, Nasser nacionalizó el Canal de Suez, y poco después Egipto bloqueó el Golfo de Aqaba y cerró el canal a los buques que iban para Israel.

Gran Bretaña y Francia invadieron Egipto para defender los intereses de la empresa administradora del Canal de Suez y para asegurarse el control de la navegación de tan importante vía. Aprovechando esa invasión, Israel procedió a su vez a invadir la Franja de Gaza y la península del Sinaí en octubre de 1956, para liberar el pasaje de los buques por el Canal de Suez con destino a Israel.

Por presiones de la Unión Soviética y de los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña cesaron la invasión a Egipto y retiraron sus fuerzas. Por resolución de las Naciones Unidas se desplegaron fuerzas de paz para garantizar el funcionamiento del Canal de Suez y mantener la paz entre Egipto e Israel.

En junio de 1967 Nasser exigió el retiro de las fuerzas de las Naciones Unidas mientras acumulaba tropas en la frontera, con claras intenciones belicistas. El 5 de junio de ese año la fuerza aérea israelí se adelantó y lanzó un ataque aéreo contra la fuerza aérea de Egipto dotada de aviones soviéticos, la cual quedó prácticamente aniquilada. Ese mismo día también neutralizó las fuerzas aéreas de Siria y Jordania. En violentos ataques, el ejército israelí derrotó a Egipto, Jordania y Siria en una guerra que duró solo seis días. El 11 de junio se acordó un cese al fuego bajo los auspicios de las Naciones Unidas.

Me refiero en particular a estos hechos porque la discusión sobre los mismos, en el seno de la izquierda uruguaya, fueron los que determinaron las dos posiciones que conviven hasta ahora. Hasta ese momento toda la izquierda simpatizaba con Israel y sus experiencias socialistas, como la de los kibutz, impulsado por los gobiernos laboristas. En aquellos tiempos era dirigente del Comité Universitario del Frente Izquierda de Liberación. Este Comité lo formamos dirigentes de la FEUU, por la necesidad de nuclear políticamente a los que disentíamos con la posición tercerista de muchas resoluciones de ese organismo, El Comité Universitario fue un factor importante en la formación del Frente Izquierda de Liberación y estaba formado por estudiantes sin filiación política que adherimos a las campañas de solidaridad con la novel Revolución Cubana, en ese grupo había una importante participación de compañeros integrantes de organizaciones judías progresistas. En medio de la Guerra de Seis Días se procesó una discusión política en torno a este tema. Un núcleo de compañeros presentó una moción de condena a Israel por haber invadido a Egipto. Esta resolución resultó mayoritaria (me equivoqué y la voté afirmativamente) y como consecuencia el Comité Universitario se partió al medio y hasta perdió su razón de ser. Entre lo que abandonaron el Comité estaba el actual rector de la Universidad, Roberto Markarian.

¿No tendrá una parte de la izquierda la incapacidad para ser conscientes de los errores cometidos, como el de apostar a todos los regímenes militares "progresistas" (incluso el del 9 de febrero, y  a pesar del rotundo fracaso histórico de todos ellos "en llegar al tan ansiado socialismo", ya que solo llegaron a regímenes profundamente antidemocráticos y algunos al fascismo seguir apostando por ellos? ¿Qué sucedió con Nasser, la formación de la República Árabe Unida y el cambio de la correlación mundial a favor del socialismo? ¿La falta de autocrítica no será la causa que los lleve también a posturas antisemitas?

La política no es buscar atajos, eso es para aventureros mesiánicos. La historia nos enseñó: el asunto es construir democracia. Para avanzar hacia una sociedad más justa hay que remangarse y trabajar para ello y no esperar que algún milico haga el trabajo, que debe ser nuestro.

¿No será que parte de la izquierda considera a la democracia, solo como un medio e incluso como un instrumento burgués? ¿Será que no aprendimos de la Dictadura y seguimos considerando a la Democracia, como "la democracia para morirse de hambre"?

¿Por qué  el problema del Medio Oriente pasa por la democracia?

Los judíos no solo tienen el derecho de vivir en un estado armado hasta los dientes, sino que tienen la obligación de hacerlo, para defenderse de 20 siglos de persecuciones por parte de la gran mayoría de la civilización occidental y cristiana.

Ese estado armado ES DEMOCRÁTICO.

Por esta razón apoyo al Gobierno de Israel en su decisión de no integrar la Corte Penal Internacional, con ultra mayoría de miembros de esa civilización occidental y cristiana y de los países musulmanes; con 20 siglos de experiencia acumulada sería como poner la cabeza en la guillotina.

Nos podrá gustar o no Netanyahu, pero fue electo democráticamente.

Como contracara tenemos "las democracias ejemplares", de Egipto, de Siria y del  Reino de Jordania.

¿Puede la izquierda apoyar las acciones de las milicias de Hamas de la Franja de Gaza, organización yihadista, nacionalista e islámica, que forma parte de los Hermanos Musulmanes? Porque la OLP no estaba de acuerdo con ellos y querían convivir con los judíos, como lo están haciendo ahora, Hamas desató una guerra contra la OLP. La meta estratégica de Hamas es la total destrucción del Estado de Israel, para establecer un régimen teocrático regido por el Corán y la Sunna.

¿Puede la izquierda apoyar a las brigadas de Hezbollah que actúan desde el Líbano, que pretenden instaurar, luego de la destrucción del  Estado de Israel, un estado teocrático, no sunita, sino chiita? Eso está bien para la Unión Popular, que desde la época del Penal de Libertad, cuando eran "Seis Puntos" -durante la guerra de Iran e Irak- consideraban y consideran a Irán y en aquel momento, al Ayatollah Khomeini (el gran gurú del chiismo) el jefe de la Revolución Mundial, por ser los iraníes adalides de la lucha contra el imperialismo yanqui.

No me saco el sayo, soy una persona educada en la civilización occidental y cristiana y aunque mi padre era masón y ateo fui a la catequesis (una lección de antisemitismo), tomé la primera comunión y presencié en mi Tacuarembó natal una manifestación antisemita contra los abuelos maternos del antropólogo José López Mazz.


[Fuente: www.uypress.net]

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