«Eran niñas, tenían entre nueve y quince años, todas iban a un mismo liceo –el Pedro Prado–, todas llevaban su uniforme, sus jumpers, sus zapatos negros, sus corbatas rojas, sus camisas blancas, sus mochilas llenas de cuadernos».
Tras el éxito de crítica obtenido con su ópera prima Camanchaca (2012), el escritor chileno Diego Zúñiga regresa al panorama literario con Racimo (Random House, 2015), una novela que, sin abandonar el tono intimista de su anterior trabajo, se adentra en otros géneros literarios como la denuncia social, la crónica narrativa y el thriller. Con la historia de un fotógrafo periodístico se ve envuelto en la misteriosa desaparición de unas adolescentes en el norte de Chile, Racimo confirma la solvencia y el talento de uno de los escritores latinoamericanos más jóvenes del momento y recuerda que, después de Bolaño, todavía hay vida en la literatura chilena.
Entre 1994 y 1999 se produjeron varias desapariciones de niñas de un liceo en Alto Hospicio, una comuna altamente depauperada al norte de Chile. Dos años después, la reaparición de una de ellas que muestra síntomas de haber sido violada y maltratada, desconcierta sobremanera al fotógrafo Torres Leiva –desplazado a la zona para realizar un reportaje–, tanto como la turbia indiferencia de las autoridades. Para llegar al colegio o para regresar a sus hogares, cuando perdían el autobús público, las estudiantes tenían que recurrir a los llamados taxis piratas… Puesto a investigar sobre esa premisa, Leiva que solo se encuentra a su alrededor con un grupo de policías inoperantes, políticos oportunistas, colegas de dudosa fiabilidad y familiares desesperados y a veces un tanto heroicos. El fotógrafo se verá inmerso dentro de un cuadro desolador, rudo como el desierto en que los hechos suceden, al tiempo que su propia vida da la impresión de estar cayéndose a pedazos.
«Hace un par de horas, cuando recién comenzaba a atravesar el desierto, Torres Leiva detuvo el auto, agarró su cámara fotográfica y se bajó. Sintió entonces, el frío. Sintió también una libertad inexplicable: la facilidad de caminar y desaparecer en la oscuridad, mirar el cielo negro, apuntarlo con la cámara, cambiar tal vez el lente, buscar algo sin saber muy bien qué».
Con estos elementos compone Zúñiga un relato que aúna todos los géneros que ahora mismo destacan en la literatura latinoamericana: la novela de investigación, la intimista, la crítica social, la novela polifónica, el suspense y la crónica periodística. El autor regresa a un territorio desértico y empobrecido muy similar al que ya reflejó en su anterior trabajo, pero esta vez lo hace con una historia que habla del silencio, soledad y pobreza que rodea a quienes habitan esas regiones. Zúñiga tira de hemeroteca y a través de unos personajes ficticios reconstruye un episodio real y trágico que vivió la sociedad chilena hace unos años: el secuestro, violación y asesinato de catorce jóvenes… crímenes que acaecieron sin que el gobierno ni las autoridades policiales movieran un solo dedo, y que provocó una enorme oleada de protestas a lo largo de todo el país.
El autor pertenece a una generación de escritores que no vivió, al menos de un modo consciente, la dictadura de Pinochet, pero aun así, no puede evitar mostrar una realidad que continúa oscurecida por la larga sombra del militar que tiraba a sus opositores desde un avión. Aun cuando el narrador no haga mención a aquellos años, Zúñiga salpica su novela de referencias a la dictadura, convirtiendo su descripción del Chile de los 90 en una demostración de que el dolor causado por el golpista seguía muy presente.
Diego Zúñiga (Iquique, 1987) es periodista. Ha publicado la novela Camanchaca (La Calabaza del Diablo, 2009; Literatura Random House, 2012), traducida al italiano y al francés, y el libro sobre fútbol Soy de Católica (Lolita Editores, 2014). Es miembro de la editorial Montacerdos y escribe semanalmente en la revista Qué Pasa.
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Racimo. Diego Zúñiga. Literatura Random House, 2015. 256 páginas. 16,90 €
[Fuente: www.culturamas.es]
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