Por Gianfranco Hereña
Don Juan Tenorio hubiese leído esta novela con fascinación. De hecho, a él y a otros tantos seductores en la historia de la humanidad, la prosa de Juan Claudio Lechín los atraparía por su versatilidad y el modo en que cada uno de los narradores adquiere voz propia.
No estamos
pues ante el típico cuento del galán de telenovela, sino ante varios
hombres que a lo largo de sus vidas han sabido ejercer, acaso con
dignidad, el oficio de mujeriegos.
Lechín le otorga un poder enigmático a Don Juan, quien no es sino una versión boliviana de el clásico personaje de Zorrilla "Don Juan Tenorio".
Él se encargará de reunir en un prestigioso hotel a un indistinto grupo
de "galanes" bolivianos para que narren sus experiencias. Este congreso
lleva por nombre "La gula del picaflor". Durante el mismo, don Juan
sufre de un síntoma que nunca había tenido: se enamora. La víctima o,
más bien, el motivo de este desquicio repentino, es una periodista que
va a entrevistarlo con motivo del congreso que él organiza.
Valiéndose de las artimañas propias de un viejo maestro, don Juan la engatusará al fiel estilo de "Las mil y una noches".
Sabe que su edad es un impedimento tanto físico como mental (le cuesta
recordar las viejas guerras, tiene problemas de memoria). Por ello,
durante cada visita de la periodista, le narrará una de las historias
que escucha en el congreso y así, casi sin querer, va generando interés
por parte de la muchacha.
Lejos de
ser creíbles o no, las historias están invadidas de un humor que gusta
no solo por su sencillez sino también por la forma en que cada situación
se relaciona con la otra. Son personajes entrañables y, para
escándalo de las mujeres o beneplácito de los hombres, "La gula del
picaflor" es una novela que ha tenido buena crítica. Aunque algunos la
califiquen de machista, yo creo que hay que tomarla por lo que es: una
novela que mezcla bien el humor y sabe darle toques de erotismo, una
frescura que la literatura de hoy, muchas veces, trata de recuperar con
poco éxito.
Recomendable.
Otras impresiones:
Historias de distintas técnicas de los seductores para pode atraer aquello que ellos desean, cada uno con una manera distinta de realizar sus diligencias de gustos tan variados como invitados; cada historia cargada de emociones, de rueldad de ternura y sobre todo de seducción, todo esto para que Don Juan realice aquello para lo que es experto: un beso, aun en los últimos momentos de su vida. (http://es.shvoong.com/books/1651787-la-gula-del-picaflor/)
Ganadora del VI Premio Nacional de Novela 2003, Juan Claudio Lechín en “La Gula del Picaflor” transluce en cada capitulo la picardía y las bajas pasiones presentes en los distintos estratos de la sociedad boliviana. Una novela ampliamente recomendada.(http://www.neablog.com/2007/01/la-gula-del-picaflor-juan-claudio.html)
[Fuente: elbuenlibrero.blogspot.com]
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