sexta-feira, 11 de janeiro de 2013

Cosas que hacer en Niza

A propósito de Niza, no tantas cosas tal vez han cambiado desde el subversivo, caprichosa y hermosamente evocador film documental sobre la ciudad dirigido por Jean Vigo en 1930. Como la película,  Niza tiene la asombrosa facultad de reconciliarnos con las imágenes y con las cosas, aromándonos la piel de una antigua aspiración a un arte de vida.


1. Terrazas
En pocos sitios nos dejamos vencer por tan noble y placentera aspiración con más agradable abandono que en sus fabulosas terrazas, bien sea protegidos de su magnífico sol por el célebre toldo amarillo del Bar de la Dégustacion o disfrutando del exquisito té servido en Auer Gormet, a la sombra del imponente palacio de la Ópera.
2. Música
Pues lo cierto es que Niza siempre ha tenido una poderosa voluntad musical que se expresa con vibrante vigor en lugares como el masivo Palais Nikaïa o la Sala Acrópolis, cuya variada programación de conciertos va de las grandes estrellas de la cultura pop a los nombres de culto de la electrónica y el hip hop franceses.
3. Arte
Para los aficionados al aspecto más material del arte, todo el cual aspira tal vez como quería Walter Pater a la condición de música, Niza también posee una atractiva oferta en la que destacan con luz propia la Galería Jean Renoir, el Musée National Message, Biblique Marc Chagall y, tal vez principalmente, el Musée Matisse, auténtico centro de peregrinaje para los amantes de la obra de uno de los grandes colosos de la pintura del siglo XX.
Sin salirnos del ámbito de lo museístico, mal haríamos asimismo en perdernos la extraordinaria colección del Museo de Bellas Artes, que incluye obras maestras legendarias como El beso, la celebérrima escultura de Auguste Rodin.
Hablando de arte, el del chocolate adquiere en Niza una dimensión insospechada en balnearios como La Bulle d´Isis, entre cuya oferta de más de ochenta tratamientos diferentes de belleza, relajación y rejuvenecimiento cabe mencionar el consistente en embadurnarse por completo con una seductora mezcla de nata y chocolate fundido.
4. Misticismo
Después de purificar nuestro cuerpo de esta manera, tal vez sintamos el impulso de hacer lo propio con nuestra alma visitando alguna de las iglesias de la ciudad, como la bellísima catedral de estilo ortodoxo ruso de San Nicolás o la exquisita capilla barroca de la Misericordia.
5. Playa
Pese a tan distinguidos interiores, ir a la playa y caminar por el paseo marítimo sigue siendo probablemente el mayor atractivo de Niza, después de lo cual no haríamos mal en reponer energías degustando uno de los más dilectos platos locales, la socca, una suerte de crepe de garbanzos cuya elaboración alcanza cotas difícilmente superables en lugares como Chez Pipo.
6. Gastronomía
Si difícilmente podemos irnos de Niza sin probar la socca, algo parecido podemos decir de los famosos vinos locales, para lo cual no será mala idea dirigirnos a vinotecas como La Part des Anges o La Cave de l´Origine.


Paul Oilzum 

[Fuente: www.only-apartments.es]

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