quarta-feira, 14 de novembro de 2012

Homage to Catalonia, de George Orwell

Mi primera experiencia leyendo un libro de los de verdad en inglés fue algo desastrosa, porque fue un libro juvenil que me pareció malísimo (reseña), así que decidí apostar sobre seguro la próxima vez, y aquí nos encontramos con un ensayo de George Orwell que todo el mundo debería leer.  




En Homenage a Cataluña, Orwell nos relata sus vivencias durante los meses que estuvo en España como si fuera un miliciano más de aquella terrible guerra. Él se alistó con el POUM.

Si me hubieras preguntado para qué me había alistado en la milicia te hubiera respondido: “Para luchar contra el fascismo”, y si me hubieras preguntado por qué causa estaba luchando, te hubiera respondido: “Por la decencia común.”

Llega a Barcelona con muchos otros voluntarios extranjeros y, antes de enviarlos al frente, en las cercanías de Huesca, deben realizar una instrucción previa. Nos cuenta que les hacían marchar todos juntos y girar a derecha e izquierda pero que no les dieron ni un arma y, por supuesto, ni hablar de enseñarles a utilizarlas. Fueron unos días tediosos en los que aprendió cómo funcionan las cosas en España y pudo vivir en carnes propias lo que él llama un sincero y ardiente socialismo. Habla sobre uno de los instructores del campo:

Recuerdo su dolorosa sorpresa cuando un recluta ignorante se dirigió a él como “Señor“. “¡Qué! !Señor! ¿Quién me está llamando Señor? ¿No somos todos camaradas?” Dudo si aquello le hizo su trabajo más fácil.

Después de que les dijeran durante varios días que mañana partirían para el frente, en Huesca, finalmente sucede, y cuán magna es su decepción al encontrarse con que lo único que hacían en todo el día era cavar zanjas y hacer guardias, y sin rastro del enemigo. Llevaron a cabo algunas escaramuzas, pero Orwell no vivió nunca lo que él se imaginaba que sería la guerra mientras estuvo en el frente. De hecho, las bajas que se produjeron eran por accidentes con las armas (armas de la Primera Guerra Mundial y del siglo anterior, todo sea dicho), o por despistes:

Las difíciles contraseñas que el ejército estaba usando en esos días eran una fuente menor de peligro. Eran esas manidas contraseñas dobles en las que una palabra tenía que ser respondida por otra. Normalmente eran de elevada naturaleza revolucionaria, como Cultura-progreso, o Seremos-invencibles, y a menudo era imposible conseguir que los centinelas analfabetos se acordaran de esas palabras tan pomposas. Una noche, me recuerdo, la contraseña era Cataluña-heroica, y un muchacho campesino llamado Jaime Domenech se me acercó, muy desconcertado, y me pidió que le explicara.

-Heroica, ¿qué siginfica heroica?

Le dije que quería decir lo mismo que valiente. Un poco después él estaba dando tumbos hacia la trinchera en la oscuridad, y el centinela inquirió:

- ¡Alto! ¡Cataluña!

-¡Valiente! - gritó Jaime, seguro de que estaba diciendo la palabra correcta.

¡Bang!

Leyendo este tipo de cosas, el lector no puede preguntarse otra cosa que cómo fue posible que la guerra durara tanto, cuando Franco podía haber terminado con estos pobres diablos en menos de un mes.

Además, nos cuenta que, ante la falta de actividad bélica propiamente dicha, utilizaban como “arma” un megáfono, con el que se pasaban el día insultando a los fascistas (y los fascistas a ellos con el suyo, claro) y contándoles lo que tenían ese día para desayunar (todo mentira), para ver si alguno desertaba. Los mejores rifles que tenían los rojos eran los de los fascistas desertores.  


En la segunda parte del libro, Orwell es trasladado de vuelta a Barcelona, donde será testigo y protagonista de las revueltas de principios de mayo de 1937. Es increíble que los grupos políticos del mismo bando empezaran a atentar unos contra otros, y él se lamenta pensando que corrió mucho más peligro allí, parapetado con sus compañeros en un hotel del centro de Barcelona, que el que pudo sufrir en las trincheras. Y, no contentos con tirotearse entre ellos, días después los comunistas desmantelan varias de las otras asociaciones de izquierdas, incluido el POUM.

Orwell estaba de nuevo en el frente cuando esto sucedió, pero fue herido por una bala en el cuello y le trasladaron. Cuando regresó a Barcelona, se encontró con que los hombres que habían pertenecido a estas asociaciones ahora prohibidas eran perseguidos, encarecelados y, en muchos casos, ejecutados.

Nadie en sus cabales pensaría que había ninguna esperanza de democracia (…)

De repente, se encontró perseguido por los compañeros con los que había luchado, todas sus posesiones robadas de su hotel, viviendo escondido durante el día, durmiendo al raso por la noche en las afueras de Barcelona, mientras intentaba arreglar las cosas en la embajada para marcharse cuanto antes junto con su mujer. Tuvo que ver cómo sus amigos eran encerrados en prisiones, que él describe como mazmorras del siglo XVIII, donde algunos morían por causas que quedaban sin esclarecer.

Una vez más, una se pregunta cómo aquello pudo durar 3 años en lugar de 3 meses, y además siente un poco de vergüenza ajena por lo que se les hizo pasar a estos hombres que vinieron a luchar por la misma causa que sus carceleros y salieron del país como si fueran delincuentes, cuando a mí me parecen héroes.

Todo aquello parecía absurdo. Yo tenía la inamovible creencia inglesa de que “ellos” no pueden arrestarte, a menos que tú hayas violado la ley. Se trata de una creencia de lo más peligrosa durante unos disturbios políticos.

Como os imaginaréis, a veces pensaba seriamente si el autor no estaba intentando ser sarcástico con el título del libro, pero de verdad que es una lectura que merece muchísimo la pena. La segunda parte, la más política, es más tediosa de leer, pero a la vez más interesante por los acontecimientos que narra. La primera parte es incluso divertida porque realmente no hay nada sangriento (él mismo estaba algo preocupado por si tenía que disparar a otros seres humanos) y el choque entre la cultura inglesa y nuestra manera de hacer las cosas era bastante delirante. En definitiva, un libro que os recomiendo para ver esta etapa de la guerra desde otra perspectiva.

PD: todos los fragmentos los he traducido yo misma lo mejor que he podido. Todas las palabras en cursiva están escritas en español en el libro.

PD2: no leí los apéndices, que trataban de explicar la situación política de aquellos días. Son bastante arduos de entender, así que al final me leí un artículo de la wikipedia en su lugar (aquí: es.wikipedia.org/wiki/Partido_Obrero_de_Unificación_Marxista).

Dejo los datos de una edición que, además del libro, incluye cartas, artículos y reseñas que escribió el autor posteriormente sobre la guerra.

Imagen
Título: Orwell en España
Autor: George Orwell
Editorial: Tusquets
Encuadernación: Bolsillo
ISBN: 978-84-8383-149-6
Páginas: 464
Precio: 10,95 €
Propósito personal: No lo cumple
Reto clásicos: 7/10
 
Por Isi
 
[Fuente: fromisiblog.articulo19.com]

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