quinta-feira, 29 de dezembro de 2011

Una autora alemana de origen turco


Colaboración de Wolfgang Vogt

En la literatura alemana actual se nota cada vez más la presencia de autores de origen turco. Un tema importante de sus obras es la búsqueda de su identidad en su nueva patria. Muchos de ellos nacieron en Alemania, otros llegaron durante su primera infancia a este país. Crecen en un ambiente bilingüe, porque en la escuela hablan alemán y en la casa su lengua materna, el turco. Pronto se dan cuenta de que la mentalidad de sus padres se diferencia bastante de sus amigos alemanes, pero sus padres quieren que ellos adopten el estilo de vida de los turcos. Sin embargo los hijos por lo general se identifican más con la cultura del nuevo país, en el cual están viviendo, porque allí está su futuro. Así viven prácticamente en dos mundos y eso les causa conflictos de identidad. Se sienten como alemanes, pero sus nuevos compatriotas los tratan como turcos. Aunque hablen perfectamente el alemán, un nombre turco y a veces el color de su piel delatan que sus padres no son alemanes.

Muy pocos libros alemanes escritos por autores con apellidos turcos están traducidos al español. En noviembre publicamos la reseña de una novela de Z. Senocak en este espacio. Este autor de origen turco se queja mucho de que los alemanes no entienden que él es tan alemán como ellos, porque escribe sus libros y artículos de periódico en alemán. 

La narradora Hatice Akyün, quien nació en Anatolia en 1969 como hija de campesinos y llegó a Alemania a la edad de tres años, también se siente alemana, pero reconoce que su mentalidad también está marcada por su educación turca. A diferencia de sus padres, quienes quieren conservar sus tradiciones turcas y sólo a regañadientes aceptan algunas costumbres alemanas, ella se abre a las influencias culturales de su entorno y del estilo de vida turco sólo conserva algunos aspectos que le gustan. Como periodista se especializó en el tema de la integración de los turcos en Alemania y sus propias experiencias de integración en la sociedad alemana se reflejan en sus dos libros autobiográficos "Hans en salsa picante" y "Alí como postre" (2008). El primero figuró en la lista de los libros más vendidos en Alemania y hoy día Hatice Akyün es una escritora de prestigio en su nueva patria.

En el primero de los dos libros describe la autora sus intentos de casarse con un alemán típico; pero sus relaciones amorosas se terminaron en un fracaso. Para los turcos el alemán típico se llama Hans y para los alemanes el turco típico Alí. A las familias turcas en Alemania les cuesta mucho trabajo aceptar a un Hans quien nunca entenderá y aceptará completamente las costumbres turcas.

Este tipo de problemas no existe con un turco alemán o alemán de origen turco como Alí. La familia de Hatice lo acepta como uno de los suyos. Los suegros de ambos emigraron como campesinos de Anatolia a Alemania para trabajar en una fábrica. Hatice y Alí tuvieron problemas parecidos durante su infancia. Sus padres querían educarlos como auténticos turcos, pero ellos como buenos estudiantes lograron integrarse bien a la sociedad alemana. Como ambos trabajan para los medios, su herramienta de trabajo es la lengua alemana.

Alí es hijo único, mientras Hatice tiene hermanos. Uno de ellos, Mustafa, tiene serios problemas para integrarse y encontrar trabajo. Habla mal alemán y sólo piensa en divertirse. Maneja coches ostentosos y vive una vida superficial que le causa frecuentemente problemas con las autoridades. Los padres de Hatice y Alí ya se jubilaron y tienen casas de vacaciones en Turquía, donde pasan una parte del año, pero no quieren regresar para siempre a su país de origen, porque sus hijos viven en Alemania.

La autora nos describe el estilo de vida de los turcos, quienes por lo general tienen mucho más hijos que los alemanes y para los cuales la familia es el centro de su vida. En una casa turca siempre abunda la comida y las señoras pasan mucho tiempo en la cocina para servir a sus familias platillos muy elaborados. Las fiestas, sobre todo las bodas, son de gran importancia. Para un padre casar a su hija es un acontecimiento extraordinario y cada boda es una fiesta fastuosa que se celebra con mucha solemnidad. Antes de estas bodas, Hatice pasa horas con la modista turca y en los salones de belleza. En realidad no le gustan los vestidos suntuosos e incómodos y se siente muy feliz que las circunstancias le ahorraron las torturas de una boda turca. Su padre ya entendió que es casi imposible casar a una hija que tiene mucho más de treinta años y acepta que ella después del nacimiento de su primer bebé, viva con su pareja sin haberse casado formalmente con ella. Tuvo suerte porque ella le tocó el privilegio de escoger al novio, porque a muchas otras mujeres jóvenes los padres las casan con un hombre desconocido que ellos seleccionaron para su hija. En estos matrimonios forzados la mujer frecuentemente conoce a su futuro marido sólo un poco antes de la boda y a nadie le importa si realmente le gusta.

La hija de Hatice y Alí ya no tendrá que luchar para integrarse a la sociedad alemana como sus padres. Aprende alemán y turco desde su infancia, pero desde un principio se sentirá alemana.

"Alí como postre" es un libro que indica diversos caminos hacia la integración de los turcos en Alemania. Hatice no logró casarse con un alemán auténtico, pero Alí tiene todas las virtudes de un marido alemán. Según las recomendaciones de la autora no es conveniente rechazar todo lo turco y aceptar sólo lo alemán o al revés, sino combinar algo de las tradiciones turcas con la vida alemana. Al fin y al cabo el inmigrante vive entre dos culturas. Aunque lo alemán para él es lo más importante, no puede olvidarse de sus orígenes y despegarse completamente de la cultura turca. Hatice fue educada como musulmana y no va a convertirse al cristianismo. Para ella que se define como musulmana no practicante, la religión no tiene tanta importancia. Sin embargo le gusta la Navidad y celebra esta fiesta como todos los alemanes.
 
[Fuente: www.oem.com.mx]

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