Los hermanos bolivianos no se quedan fuera a la hora de matear y en el Gran Chaco predominan sus asiduos cebadores. En esta zona más al oeste de la cuna del mate la sana costumbre adoptó otros matices, propios de los lugareños.
Los mates que se preparan en esta región del altiplano son ricos en hierbas del lugar. Es muy común probarlos con manzanilla, yerba buena y toronjil, para una excelente sobremesa, o cuando cae la tarde.
Pero el mate que más habitualmente se consume en Bolivia e, incluso, fue adoptado por ecuatorianos, chilenos y argentinos del noroeste, es el mate de coca. Esta costumbre milenaria se mantiene vigente gracias a sus tantas cualidades medicinales naturales, como por ejemplo sus propiedades carminativas, suaves estimulantes y digestivas en general, disfrutándose además de un característico mate con sabor amargo de una ligera terminación dulce.
Tan arraigada está esta costumbre que, hasta no hace mucho, el propio presidente boliviano Evo Morales impulsó la creación e inauguró la primer fábrica industrializada de yerba boliviana, producto que tiene como base la hoja de coca endulzada suavemente con stevia. Este producto promete beneficios para aquellas personas que padecen de obesidad y diabetes, gracias a las cualidades de la infusión, científicamente abaladas por investigadores de Hardvard desde hace unos 20 años. Este proyecto no solo significa una revalorización de tradiciones y costumbres, sino también la generación de nuevos empleos, además de fomentar una buena campaña a favor de las cualidades medicinales benéficas de la coca, reivindicándola como base de la medicina nativa no solo de Bolivia, sino que de Perú, Ecuador y Colombia.
Esperemos amigos del Club del Mate que pronto podamos probar unos matecitos suavemente dulces, al estilo boliviano, cuando llegue su novedosa yerba de coca al resto de los países sudamericanos.
[Foto: peru21.pe - fuente: www.fansdelmate.com]
[Fuente: www.fansdelmate.com]
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