sexta-feira, 15 de março de 2013

Arte catalán y literatura catalana

Señor B3, a partir de un diseño de librería de David García Studio

¿Por qué hay un arte catalán de alcance absolutamente universal y no hay una literatura catalana de un alcance comparable? ¿Por qué en las artes musicales y plásticas Granados, Gaudí, Miró y otros artistas del modernismo catalán, llegan donde no llegan los literatos catalanes?

Raimon Llull (Mallorca 1232–1315) y Ausias March  (Valencia 1397–1459), que se cuentan entre los creadores del catalán literario, a duras penas alcanzan la talla universal de los artistas mencionados, si es que llegan, y más que al Condado de Barcelona, pertenecen al Reino de Aragón.

A partir del Compromiso de Caspe (1412), en que se eligió rey a Fernando de Antequera (1410–1416), se introdujo en Cataluña la dinastía de los Trastámara y con ella la lengua de la corte pasó a ser la castellana. A partir de 1479, con la unión dinástica de Aragón y Castilla, Cataluña queda integrada en la Corona española. Conserva su lengua, pero no su autonomía política.

Estas vicisitudes políticas y culturales de Cataluña tienen unos curiosos paralelismo con los casos de Escocia, Irlanda, Holanda, Noruega y Estonia, cuyo examen resulta ilustrativo. 


País
Cataluña
Escocia
Irlanda
Holanda
Noruega
Estonia
Autonomía
s. X
s. VIII-X
s. XIII
s. IX-X
s. IX
s. XIII
Pérdida de autonomía
1479
1603
s. XVII
1432
1316
s. XIII
Recuperación de autonomía
_____ 
_____ 
1949
1648
1905
1918
Lengua
Catalán
Inglés
Inglés
Holandés
Noruego
Estonio
Población s. XXI
7.504.881
5.295.000
6.399.152
6.065.459
5.033.675
1.340.194

Los cinco países con los que se compara Cataluña se han elegido porque se constituyen como países casi a la vez que Cataluña, pierden su autonomía casi en el mismo periodo, luchan por su independencia con el mismo empeño durante siglos, y tienen una población similar, excepto el caso de Estonia que es bastante menor. En cuanto a la Pragmática de 22 de noviembre de 1559, por la que Felipe II prohibía a los súbditos españoles estudiar en el extranjero para proteger su fe, es posible que haya algún paralelismo con prohibiciones análogas de algunas iglesias reformadas europeas, pero es seguro que si las hubo no duraron tanto tiempo ni tuvieron un efecto tan devastador como lo tuvo la ley de Felipe II, que marca la cultura española hasta el siglo XX.      

Es posible que si se le pregunta a una persona de cultura media, un estudiante universitario, por ejemplo, si le suenan Gaudí, Mackintosh y Rem Koolhaas como arquitectos, probablemente dirá que Gaudí sí y los otros no. Probablemente no sabrá que Gaudí es catalán, y no sabrá que Mackintosh es escocés y Koolhaas holandés. Si se le pregunta si le suenan Albéniz, Edward Grieg, Arvo Pärt como músicos, probablemente dirá que Albeniz sí, y los otros no. Probablemente no sabrá que Albéniz es catalán, y menos aún que Grieg es noruego y Pärt estonio. Y si se les pregunta si le suenan Jacinto Verdaguer, Walter Scott, Arthur Conan Doyle, A. J. Cronin, Jonathan Swift, Oscar Wilde, James Joyce y Henry Ibsen, probablemente dirá que les suenan todos menos Jacinto Verdaguer y Henry Ibsen, pero probablemente no sabrá que Walter Scott, Arthur Conan Doyle y A. J. Cronin son escoceses y Jonathan Swift, Oscar Wilde y James Joyce irlandeses.

Lo que esta comparación muestra es que los países pequeños que tienen como idioma una lengua universal, como es el caso de Escocia e Irlanda con el inglés, tienen una literatura universal de máximo alcance, además de haber tenido grandes figuras en el campo de las artes plásticas y las ciencias. Por otra parte, los países pequeños que no tienen una lengua universal, como es el caso de Cataluña, Holanda, Noruega y Estonia, no tienen una literatura de alcance universal, quizá con la excepción de Ibsen en Noruega, aunque hayan tenido grandes figuras en el campo de las artes plásticas y las ciencias.

Escocia y Holanda son países que han destacado igualmente en las ciencias y en la filosofía, y han desplegado imperios más amplios que el de la Corona de Aragón. Cataluña tiene en la música figuras comparables a las de Noruega y Estonia, y en las artes plásticas una producción notablemente superior a las de los países tomados como referencia, con la excepción de Holanda. Pero la literatura de todos esos países es notablemente pobre, comparada con las de Escocia e Irlanda.

Por lo que se refiere a las artes musicales y plásticas españolas, el País Vasco ha producido en  música y artes plásticas figuras de primer rango mundial, como Sarasate, Moneo, Chillida, Oteiza, Sainz de Oiza y Zuloaga; el País Valenciano otras figuras como Tárrega, Joaquín Rodrigo, Calatrava y Sorolla, y podrían encontrarse ejemplos en otras zonas de la geografía española de nivel semejante a Cataluña, País Vasco y Valencia.  

Sin embargo, la gran literatura española, la que tiene un alcance tan universal como las artes plásticas españolas, se ha producido en zonas geográfica y demográficamente similares a Cataluña, pero que tienen una lengua universal como Escocia e Irlanda. Las grandes personalidades de la historia de la literatura española pertenecen a todas las zonas geográficas de España,  excepto a Cataluña. Pero basta tomar solo los ejemplos de la primera mitad del siglo XX.

Galdós es canario, Unamuno y Baroja son vascos, Valle-Inclán gallego, Blasco Ibañez y Azorín, valencianos; Juan Ramón Jiménez, Machado, Lorca y Alberti, andaluces; Gabriela Mistral y Neruda, chilenos, Miguel Ángel Asturias, guatemalteco; Rubén Darío, nicaragüense.

Parece que los países pequeños con idiomas muy limitados demográficamente alcanzan la universalidad en las artes en las que pueden utilizar lenguajes universales, como las artes musicales y las plásticas, y tienen una producción literaria limitada y pobre, en correlación con su demografía.

Esta es la primera hipótesis que sugiere una exploración como la que se acaba de transcribir. Como si el precio que se pagase por mantener una lengua propia en un reducido ámbito demográfico fuese una cierta pobreza en las artes del lenguaje alfabético escrito.

Las artes y la cultura catalana del siglo XX, y también del siglo XXI, son de las de primer rango mundial. Es posible que su literatura también lo fuese si hubiesen adoptado plenamente el español como lengua en el siglo XV.        



Jacinto Choza es catedrático de Antropología Filosófica de la Universidad de Sevilla. En FronteraD ha publicado ¿Qué hacer para reducir la desigualdad?Etapas de la libertad. El momento de América LatinaDictadura del relato y de los mediaSanidad: Reducir presupuesto para mejorar servicios y Bienvenida a la crisis

[Fuente: www.fronterad.com]

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