Con yerba mate
se fortifica harina, se fabrican cosméticos, licores y caramelos. Se
usa como conservante para la elaboración de hamburguesas y con el mismo
propósito se estudia incorporar cápsulas de yerba mate a las sopas
deshidratadas. Hay más de 180 patentes de productos
vinculados a la yerba mate y un especial potencial a desarrollar en el
área cosmética y médica, en base a sus contenidos polifenólicos.
En
torno a las derivaciones de este auge del Ilex paraguayensis se van a
articular los temas e investigaciones que se presentarán en el VI
Congreso Sudamericano de la Yerba Mate (CSYM). Este evento sucederá
entre el 7 y el 10 de mayo en Montevideo y en simultáneo con el II Simposio Internacional de Yerba Mate y Salud. Ya se han recibido más de 100 resúmenes de artículos y varios trabajos completos.
El
Portal de la Universidad conversó con Nelson Bracesco, presidente del
CSYM, sobre la preparación del mismo, las investigaciones en curso y
cuestiones de interés público relativas a esta infusión característica
de los uruguayos y de los países de la región.
Bracesco es magíster en biotecnología y encargado del Laboratorio de Radiobiología del Departamento de Biofísica de la Facultad de Medicina, Udelar. Hizo su tesis de maestría
sobre la yerba mate, y destaca que el CSYM será la primera ocasión en
que productores, consumidores, industriales e investigadores estarán
juntos, y que también es la primera vez que se realiza en Uruguay, mayor
consumidor per cápita de yerba mate en el mundo.
Algo que llamará
la atención de la gente durante el Congreso será la realización de un
cursillo de degustación de mate —a semejanza de lo que son
las catas de vino— a cargo de una sommelier de mate argentina e
investigadores de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Facultad
de Química.
La dedicación de Bracesco a la investigación de la sustancia comienza en 2003. En 2008 se realizó en Uruguay el primer simposio Internacional sobre
Yerba Mate y Salud con 300 participantes: uruguayos, argentinos,
brasileros y estadounidenses. Como fruto del simposio quedó instalada
una red internacional de vínculos entre los principales investigadores
de la yerba mate y otros productos naturales.
Simbiosis entre producción y academia
En el congreso se tratarán temas relacionados
con el cultivo y la producción. En el área biológica se presentarán
trabajos relativos a la radioprotección (de rayos ultravioletas e
ionizantes) que ofrecen ciertos componentes de la yerba; a aspectos
fisiológicos: cardiovasculares, efectos en sueño y vigilia. También
habrá trabajos sobre composición química, marketing, política.
El
sustrato académico de las investigaciones que se presentarán está
respaldado entonces en trabajos de investigadores del Grupo de
Investigadores en Yerba Mate. Bracesco lo detalla: “Hay un grupo que
estudia la duración de la acción estimulante del mate; otro estudia los
compuestos que hay en la yerba, yo estudio la parte biológica, los
cardiólogos estudian la frecuencia cardíaca en quienes consumen y en
quienes no; hay gastroenterólogos midiendo el tiempo de movilización del
intestino después del consumo de mate, los geriatras están estudiando
una población que no aparece en las encuestas: los adultos mayores de 65
años que consumen mate”. Enseguida aclara que el mundo de la yerba mate
que acoge el CSYM no se agota en los estudios académicos, sino que
incluye también la producción de la hoja de yerba, la elaboración del
producto, y la dimensión social, es decir, la relación de los
consumidores con la yerba mate.
El objetivo del grupo de
investigadores es “empezar a desalambrar un poco el tema y que las
campañas publicitarias de las empresas estén basadas en información que
tenga un soporte científico. Uno ve por la calle y ve que “es bueno pa’
todo; insinúan muchas bondades que quizá las tenga, pero la primeras
bondades que tiene la yerba es que no produce daño, y que es una
garantía de consumo de agua. Esas son las cosas que hay que resaltar.
Como ha subido el precio de la yerba, hoy los productores dicen que es la
bebida más barata, porque con un kilo de yerba preparás unos 20 litros
de mate, y entonces no hay ningún refresco que sea tan barato”.
Dice
que se ha empezado “un camino de simbiosis” entre la realidad
productiva e industrial, y la academia. En ese intercambio con los
cultivadores se enteran, por ejemplo, que “en ciertas épocas del año el
cultivo tiene menos cafeína”. Esto puede permitir a los industriales
producir una yerba con menos cafeína variando el momento de la cosecha.
Es también de esta relación entre partes que surge la preocupación
acerca de qué pasa con el ahumado de la yerba y la posibilidad de que
ese proceso produzca cáncer. Bracesco reconoce que hay trabajos
discordantes sobre el tema, pero que al momento no hay evidencia de que
algún componente de la yerba mate produzca cáncer, y rescata que este
debate abre también el estudio acerca de si se pueden eliminar los
componentes que agrega el ahumado.
La escasez de yerba y el mate customizado
“El
consumo de yerba a nivel mundial está creciendo tremendamente. Una de
las preocupaciones de los productores es quedarse sin yerba. Y además
está creciendo no en la forma tradicional: no vamos a encontrar
japoneses ni chinos ni norteamericanos con el termo y el mate. Acá no
hay cosas gratuitas: el empresario, el productor, están mirando la
academia porque necesita un respaldo científico que avale la calidad de
su producto. Para vender la yerba en Uruguay, la ponés en una bolsita,
cumplís los requisitos bromatológicos y nadie va a dudar.
La
van a probar, y si gusta la vas a vender, y si no, no. Pero para entrar
a la comunidad europea o a USA se exigen niveles de control. Lo que
está llegando a esos lugares es básicamente los saquitos de té de yerba,
la yerba en formato soluble (como el café soluble). Ponen una cucharita
en un litro de agua; es un tecito. En Argentina, sobre todo en el
norte, está creciendo la cantidad de máquinas dispensadoras de mate, que
ofrecen mate fuerte, mate liviano, con leche, con crema. En Brasil lo
consumen saborizado con ananá, con coco… He tenido que probar porque voy
de invitado, pero está embromado”.
“Hace unos años Coca
Cola ingresó al mercado de la Yerba, y compró una empresa de las más
grandes de Brasil (Mate Leão). Coca Cola hace un extracto de yerba mate
—que demanda grandes volúmenes de hoja— y con eso elabora un refresco
que parece que está pegando muy bien en Japón. En Brasil hubo un
desplazamiento desde la yerba hacia la soja, que es un cultivo mucho más
rentable. En ese país hay mucho cultivo familiar, colectan en el monte.
Estuve hace poco en una ciudad de Brasil donde ves temprano en la
mañana o a última hora de la tarde llegar camionetitas que descargan la
hoja en los galpones”.
Bracesco se reunió hace poco con el
presidente del Instituto Brasileño del Mate (Ibramate): “Él me decía que
de acá a cuatro o cinco años va a normalizarse la producción en Brasil,
porque están plantando, y están plantando en los lugares más locos que
se pueden imaginar. No están utilizando los lugares más apropiados para
el cultivo, de repente ves cultivos en las quebradas, en lugares que
otra cosa capaz que no crece, pero lo están haciendo y bien”.
Las distintas formas de cultivo y la posibilidad de cultivar en Uruguay
“En
Argentina se está haciendo cultivo extensivo, y una de las diferencias
que tenía es que Brasil produce mucha yerba a la sombra y Argentina lo
hacía al sol. No me preguntes cuáles son las diferencias, pero
aparentemente las hay, y entonces en el norte argentino ya están
plantando abajo de las araucarias. En Paraguay se están organizando, y
el vicepresidente del Paraguay está coordinando con la ingeniera
agrónoma Zunilda Funes un plan nacional de producción de yerba mate,
tomando el ejemplo de Argentina, que en este rubro es el país más
organizado.
Aunque relativiza la rentabilidad económica,
Bracesco cuenta que “la gente del INIA está trabajando en la posibilidad
de cultivar yerba mate en Uruguay”, y explica que en nuestro país hay
árboles originarios en Treinta y Tres y en Aiguá, entre otros sitios, y
que hay posibilidades de plantar yerba mate generando clones que puedan
crecer. Pero “los árboles demoran cuatro o cinco años para que se pueda
obtener la primera cosecha, y luego hay que sumar un ingenio para la
elaboración de la yerba”.
La cafeína y las distintas maneras de consumir el mate
El
mate compite como energizante con las bebidas industrializadas
preparadas con ese fin. Explica que “la composición de la yerba mate y
de algunos de los energizantes que hay en el mercado es muy parecida, en
vitaminas y minerales. La cantidad de cafeína es un poco menor. La
diferencia es que cuando tomás un energizante te tomás todo eso junto.
Ahora se está hablando de la cafeína del mate.
Está
en vías de publicación un artículo en el que se da cuenta de las
distintas maneras de consumir el mate. Puedo tomarme un termo de mate en
una hora o en media hora o en dos horas; puedo tomarlo contigo, puedo
hacer una ronda, y entonces la cafeína y todo lo bueno o lo malo que
estás tomando lo estás dosificando, y das tiempo a metabolizar, mientras
que si te tomás un café mandás toda la concentración de café junta. Son
maneras diferentes de metabolizar una sustancia”.
¿Cómo se logran las yerbas más fuertes y más suaves?
Para
nosotros la yerba es el paquetito que elegimos en el supermercado, pero
la elaboración se hace con una fórmula como punto de partida. Cualquier
paquete de yerba común debe contener solo Ilex paraguayensis cuando
dice “yerba mate”. Puede haber variaciones según el lugar de cultivo,
pero no puede contener otra cosa. Más fuerte o más suave depende de cómo
esté formulada: más goma, es decir más hoja molida, o menos hoja
molida. La proporción de palo y hoja es lo que te va a proponer una
yerba más fuerte o más suave.
¿Es lo mismo la mateína que la cafeína?
Sí,
son lo mismo. Mateína y cafeína molecularmente son la misma cosa.
Siempre se da esa polémica. Hace unos meses circuló la información de
que en Japón habrían encontrado una pequeña diferenciación; lo consulté
con químicos y me dijeron que es el mismo compuesto.
Estando ancestralmente integrado en nuestra cultura, ¿ha habido históricamente interés en las propiedades y efectos del mate?
En
nuestro país a principios de los 90 había solo dos publicaciones
científicas: una del profesor Patrick Moina de la Facultad de Química, donde se demuestra la presencia de cafeína y otros compuestos en la
yerba mate, y otra de Ema Candreva, que era compañera nuestra aquí en el
laboratorio de Biofísica, que demuestra por un lado el efecto o
participación de componentes de la yerba en la reparación del ADN y por
otro que la mutagénesis se debe a la temperatura del agua del mate y no a
los componentes.
En el año 2000, si se buscaba en PubMed
(motor de búsqueda de artículos de investigación biomédica) había menos
de 80 trabajos en todo el mundo sobre Ilex paraguayensis. Al día de hoy
ha crecido tremendamente, pero lo más curioso es que hasta el año 2000
la mayoría de esos trabajos no eran de la región, sino más bien de USA y
Japón.
¿Y por qué no interesó antes investigar la yerba?
Creo
que es la obviedad lo que secuestró el interés. Mi experiencia
particular como docente de la Facultad de Medicina es que tenés que
remar… Si decís que vas a trabajar con algo con un nombre raro te es
mucho más fácil moverte en el ambiente académico. Trabajar con yerba
mate… a mí no me importa lo que piensan pero te das cuenta que parece
que fuera de segunda.
Según las cifras que brinda el
Ministerio de Salud Pública, el 85% de la población consume por lo menos
una vez a la semana mate. Y a nosotros, Facultad de Medicina, ¿no nos
importa? ¿Y qué hace el mate? El otro día hablaba con un psiquiatra y le
preguntaba si ellos (los psiquiatras) tenían idea de si hay alguna
interacción entre las xantinas del mate, con sus propiedades excitantes,
con las medicaciones que recetan. La realidad parece demostrar que no
hay interacciones, o que las medicaciones están ajustadas al consumo,
pero no hay evidencia.
El año pasado se publicó el primer trabajo
que demuestra el efecto despertador de la yerba mate. Y todos pueden
decir “y sí, yo ya lo sabía, si yo tomo mate quedo más despierto”, pero
lo interesante es que el efecto no es el mismo que consumir solo
cafeína, y ese efecto es el que se está tratando de dilucidar. A través
de esta línea de investigación, de pronto se puede llegar a potenciar
algún fármaco, producir un fármaco, ser usada en la industria
farmacéutica.
Hace poco me invitaron a dar una charla en un
instituto cardiológico en Buenos Aires. Después de la charla el director
me invita a hacer una recorrida. Cuando iba pasando por las salas
salían los residentes todos con termo y mate y me decían que tomaban una
determinada marca uruguaya, que es la que acá todos dicen que es la más
fuerte, y yo les dije, “pero ustedes son malditos, les prohíben a los
pacientes tomar mate y están acá adelante de ellos para que se babeen”. Y
me dijeron que ellos no les prohíben a los pacientes tomar mate.
En
Uruguay muchos cardiólogos lo prohíben. No me voy a meter en su
disciplina, pero ¿qué es lo que se prohíbe? Quizá lo que se deba
prohibir es que se consuman los tres o cuatro primeros mates, que son
los más fuertes. Después de la cuarta cebada la cafeína que se consume
ya baja a un cuarto. Cualquiera sea el argumento que el especialista
utilice (para prohibir el consumo), hay que tener en cuenta que muchas
veces quitarle el mate a una persona, sobre todo si es añosa, implica
muchas cosas, el mate es casi que su compañero. Hay un trabajo que hizo
gente del Polo Tecnológico de la Facultad de Química (Pando) que mide
exactamente en cuánto tiempo disminuye la cafeína en el cuerpo.
Las investigaciones sobre yerba mate ¿son financiadas por las marcas de yerba?
La
marca líder en el mercado ha apoyado investigaciones respetando los
parámetros de independencia absoluta de los grupos que investigan.
Recientemente se contactó con nosotros una de las marcas más conocida
actualmente de yerbas compuestas que tiene interés en que los grupos que
estamos en esta movida estudiemos este tipo de yerba.
En
Uruguay hay un altísimo consumo de yerbas compuestas, y esto llama la
atención en los otros países. Estudios realizados por la Facultad de
Química dicen que la yerba con yuyos tiene una imagen saludable en la
población, que considera que tomar yuyos es algo bueno. Las
concentraciones de yuyos que puede tener están más o menos
reglamentadas, pero muchos de esos yuyos son importados.
Hay una
propuesta que hice al INIA (Instituto Nacional de Investigación
Agropecuaria) para un proyecto que estamos elaborando sobre la yerba
compuesta, y es que el INIA les dé a los pequeños productores pautas
para el cultivo de marcela, de mburucuyá, tilo, todos los yuyos que se
utilizan y que muchas veces se opta por traerlos del exterior por
criterios de calidad, porque acá lo que se hace es colectarlos de
cualquier lado, y una de las limitantes de la yerba compuesta es que los
distintos yuyos que contiene, si no se controlan adecuadamente, pueden
generar contaminantes. Esta puede ser una posibilidad para grupos de
productores pequeños.
[Fuente: www.republica.com.uy]

Sem comentários:
Enviar um comentário