quarta-feira, 12 de julho de 2017

El vino, mejor con música

Los festivales musicales que apuestan por la cultura del vino han aumentando en el último lustro hasta convertirse en una cita veraniega imprescindible siguiendo la estela del pionero, el EnoFestival



Escrito por CARMEN FERNÁNDEZ

EnoFestival, Sonorama Ribera, Festival del vino de Somontano, MUWI Rioja, Música entre viñedos...son muchas y muy diversas las iniciativas que se han puesto en marcha en los últimos años con el objetivo de reinsertar la cultura del vino en el espíritu colectivo del ocio español.

Mirando de reojo el éxito del binomio cerveza/música, el sector del vino lleva ya algunos años apostando por vincular el consumo moderado de vino a actos lúdicos y de ocio, especialmente a la música y, sobre todo, a conciertos durante el verano, que es cuando más vida nocturna y exterior hacemos.

"El vino es mucho más que una bebida y las múltiples actividades enoturísticas que se realizan permiten aunar el vino a la identidad, cultura y ambiente de nuestros pueblos", nos explican desde ACEVIN que considera que este tipo de actividades vinculadas a las Rutas o municipios del vino ayudan a la difusión del enoturismo.

Es por ello que siempre han apoyado la asociación del vino con actividades turísticas y de ocio que, en última instancia, contribuyen al tan ansiado repunte del consumo interno del vino.

Pero si ha habido un festival pionero en aunar música y vino en un ambiente distendido y dirigido a un público joven, sin duda ha sido el EnoFestival, una iniciativa privada nacida en 2012, fruto de la constatación de la total desconexión entre gente joven y vino.

"Personalmente nos molestaba muchísimo no encontrar una sola sala de conciertos (no hablamos ya de discotecas, claro) donde poder tomar un vino al tiempo que disfrutábamos de un concierto. El vino era un total desaparecido en los festivales de música, copados por las grandes casas cerveceras y alguna que otra marca de destilado. A nuestro malestar personal se unía que nosotros somos profesionales del vino, organizamos ferias internacionales como la World Bulk Wine Exhibition y nacionales como Enofusión, y no podíamos entender como la cultura del vino vivía tan alejada del público joven", explica Cristina Villar Miranda, directora del Festival de Música y Cultura del Vino. Enofestival.

Enofestival

La música, el músculo

"Ahora puede parecer exagerado pero tan solo hace seis años la desconexión entre las marcas de vino y la cultura de ocio de la gente joven era mayúscula, a excepción de algunos faros en la niebla como el de Javier Ajenjo en Ribera del Duero o el festival Sonidos Líquidos en Lanzarote", añade Villar.

Surge así el Enofestival como una apuesta de la empresa Enopassion por un festival diurno exclusivamente dedicado a la cultura del vino y dirigido al público de los festivales de música, uniendo marcas de vinos más tradicionales con otras de corte moderno y apostando por transmitir el vino de una manera didáctica, con catas y actividades dirigidas.

El enoFestival es un evento en el que la música es el músculo pero la columna vertebral de todo el proyecto es la cultura del vino. La gente joven (y no tan joven) que asiste viene buscando diversidad y conocer marcas y tipologías de vino de todo tipo, pero sobre todo quiere que le cuenten qué hay detrás de este vino.

Sonidos Líquidos

"La cultura del vino seduce a muchos jóvenes que están deseando saber más sobre añadas, variedades, formas de vinificación, y sobre todo sobre la historia personal que esconde cada vino", por eso Cristina tiene claro que era un evento que "muy necesario" y que comenzarlo fue "toda una aventura" que "sirvió para dar un golpe encima de la mesa".

Centenares de marcas y bodegas han pasado por el Enofestival, y se han producido muchas "historias de amor", casos 'instant crash', gente que se enamora perdidamente de un vino y luego no tiene forma de volver a encontrarlo más que a través de la propia bodega, de ahí la importancia de saber qué supone para una bodega participar en un festival de este tipo.

"Si vienes al enoFestival, seguro encontrarás un público joven a su medida, pero si no quieres que la cosa se quede en un romance de un día, tendrás que seguir esforzándote por mantener la historia de amor", explica su directora.

¿La burbuja de los festivales?

A partir de iniciativas de este tipo surgieron otras, y hoy incluso encontramos marcas de vino que ya esponsorizan sus propios escenarios, otras que llevan sus wine-trucks por diversos festivales, cada vez vemos a más artistas brindando con vino en sus conciertos e incluso surgen músicos como Nacho Vegas, que ahora hasta ha creado una canción en exclusiva para Ramón Bilbao.

Vino blanco Malvasía, en el festival Sonidos Líquidos

Los festivales no son cosa solo de las cerveza, músicos jóvenes de diferentes estilos son invitados a participar en actos de bodegas, pero la directora del Enofestival advierte: "Tampoco conviene seguir inflando la burbuja de los festivales del vino. Todo ha cambiado mucho desde que a nosotros nos tildaron de bichos raros por crear un festival dedicado exclusivamente al vino, y nos gusta pensar que algo habremos tenido que ver en este cambio y estamos orgullosos claro, pero queda mucho, MUCHO por andar. En cuanto a los festivales tal como los conocemos ahora mismo, se ha ido creando una burbuja alrededor de ellos que tampoco conviene seguir inflando. Es necesario replantear los proyectos continuamente, sobre todo cuando funcionan. Hay que ofrecer contenidos de calidad y cuando algo está a punto de morir de éxito, reinventarse. El vino y su cultura ha empezado un camino que ya no tiene marcha atrás, ahí está gente como Ribeiro, Vividor, Vintae, Freixenet, Comando G, Inkordia wines y muchísimos más demostrándolo. Aunque nuestros objetivos se mantengan, debemos reinventarnos para seguir haciendo las cosas bien, con mimo, con cuidado y siempre con la cultura y el amor por lo que hacemos como luz-guía".

Lo que es evidente es que el cliente cambia cada día y que cada vez somos más exigentes como consumidores. Nadie tiene una fórmula del éxito que sirva indefinidamente, por lo que el sector está obligado a perder el miedo a los cambios y a lanzarse a innovar continuamente, adaptándose a las exigencias del mercado.

Es obvio que el enoturismo en todas sus vertientes, ya sea a través de actividades en las bodegas y sus territorios, con catas o con festivales de música, ayudan al público a acercase al vino, pero es necesario seguir pensando cómo atraerlos hacia estos territorios, sin limitarse a copiar fórmulas de éxito.



Carmen Fernández es licenciada en CC de la Información y especializada en enogastronomía y turismo


[Fuente: www.vinetur.com]


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