segunda-feira, 13 de fevereiro de 2017

La biodiversidad al servicio de la industria del vino en Chile

La expansión de la industria forestal en Chile y el cambio climático han influido en la propagación de incendios. Las viñas han demostrado que es posible conjugar una actividad industrial con la preservación de la biodiversidad, con beneficios productivos y ambientales. 

[Flickr/Marlon E]


En las últimas semanas, los incendios forestales de Chile han ocupado un lugar importante en los titulares de todo el mundo. El cambio climático y la degradación de los bosques nativos están entre las principales causas de esta catástrofe ambiental.

La introducción de especies de otras regiones para la industria forestal (que goza de amplias subvenciones fiscales) ha reducido la extensión de los paisajes autóctonos. Se estima que más de medio millón de hectáreas tomaron fuego, arrasando incluso con pueblos enteros y derribando las actividades económicas de pequeños agricultores.
Sin embargo, hay ejemplos en Chile de industrias que han comprendido que la conservación de la biodiversidad local puede apoyar a la producción y mitigar los efectos del cambio climático. Especialmente la viticultura, una actividad intrínsecamente ligada a la imagen del país trasandino más allá de sus fronteras.
"Lo que nosotros buscamos es generar valor en las áreas naturales que quedan alrededor de los viñedos, que en algunos casos colindan con plantaciones forestales, para que la gente de las viñas lo conserve", explicó a Sputnik Olga Barbosa, doctora en Ciencias Biológicas y académica de la Universidad Austral de Chile.
Copas de vino
[Flickr/KEN HAWKINS]

Barbosa es la directora del programa 'Vino, Cambio Climático y Biodiversidad', que hace más de ocho años trabaja para concienciar sobre la importancia de conservar los paisajes autóctonos alrededor de las vides. Los viñedos que se acogen a este programa lo hacen voluntariamente, sin ningún tipo de subvención estatal o certificación oficial. Este régimen de conservación voluntaria ha logrado preservar "alrededor de 25.000 hectáreas de bosque y matorral nativo".
La especialista indicó que el programa busca cambiar "el modo de pensar" de los productores, para hacer entender "que en el fondo su producción de vino, su ‘terroir' y su probabilidad de resistir mejor el cambio climático está dada por este entorno de vegetación nativa", que oficia como un "seguro". Las viñas que forman parte del programa reciben la consultoría gratuita en "provisión de servicios ecosistémicos" de la mano de expertos.


[Fuente: www.sputniknews.com]

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