Escrito por Peter Allman
El actor Levan Gelbakhiani se mete dentro de la personalidad de Merab, un joven georgiano que se ha pasado desde su más tierna infancia ensayando para poder llegar a bailar en el National Georgian Ensemble. Siempre con el deseo de poder llegar a la altura de lo que su padre fue en un día; uno de los bailarines más respetados de la compañía. El padre le sitúa a la sombra de su hermano, una persona que hace tiempo se hundió en el mundo de las drogas. Hasta que llega Irakli, un nuevo bailarín que se pondrá como su rival más directo, y su deseo más viral que ha tenido jamás. Todo esto en una sociedad dominada por los tabúes.
And then we danced es un film muy complejo y al mismo tiempo muy completo a la hora de tratar el recorrido de cómo una obsesión puede ser tan profunda, que al final se fluya en pasión, no solo por lo que estás luchando sino por los rivales más potentes que puedas tener, en este caso por el amor entre los dos bailarines, Merab e Iklari. Ellos a hurtadillas esconden una relación atraída por el dote de baile de cada uno de ellos. De ahí que la novia de Merab, Mary (Ana Javakishvili), empiece encontrar muchas de las respuestas a una relación, que le faltaba lo más importante para ser eso.
El director Levan Akin sabe cómo llevar el drama de la película hasta su extremo, sacando de cada secuencia la esencia más pura a la hora de confeccionar la trama del film.
Nota: 7'5/10
[Fuente: www.rosebudblogdecine.com]
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