No solo el clima mueve a un número creciente de rusos
ricos, de fortunas más o menos legales, a instalarse entre Marbella y
Málaga: las autoridades están dispuestas a mirar a otra parte y el
Estado se apresta a abrir a los inversores generosos las puertas de la
Unión Europea.
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Puerto Banús, un "enclave para ricos" en la Costa del Sol. |
Por Maciej Okraszewski
En el anuncio aparece una cosa tras otra: fotos panorámicas
del Kremlin, la bandera blanca, azul y roja de la Federación Rusa, y un
gran rótulo en cirílico que dice: "Un gran abanico de artículos
procedentes de Rusia". Y en efecto, en los estantes de la tienda hay con
creces para llenar el alma rusa, empezando por la kacha y pasando por
la confitura de ciruelas (powidla) y el chucrut. Son productos raros en
España, pero el hipermercado Marbella, en el centro del famoso destino
turístico español de la Costa del Sol, los ofrece en abundancia y a un
precio muy razonable. Por poco más de un euro se puede comprar una
especie de requesón que no se puede encontrar en otras partes del país
[...] No cabe duda de que los rusos se han convertido, de la noche a la
mañana, en clientes de los más apreciados en la Costa del Sol.
Según los datos del Ministerio del Interior de España, las compras
que los rusos efectuaron en 2007 representaron solo un 1,1% de las sumas
desembolsadas en España por los extranjeros. En unos años sus gastos
han aumentado deprisa, hasta llegar al 8%. Los clientes rusos gastan en
promedio en los bares y restaurantes españoles el doble que los de otras
nacionalidades.
Además, cada vez son más los que visitan España: el año pasado acogió
a más de un millón doscientos mil rusos, cuatro veces más que en 2007.
Se espera ahora un nuevo récord de visitantes de aquí a fin de año. Con
este contexto, no sorprende lo más mínimo que las autoridades locales
hayan decidido abrir próximamente una representación permanente en
Moscú, desde donde ya es posible coger vuelos diarios directos a Almería
y Málaga.
El "triángulo de oro"
Por otra parte, muchos rusos no van a Málaga, la capital de la Costa
del Sol, como simples turistas, sino como residentes permanentes. El año
pasado, casi una casa de cada diez que se vendieron en la provincia de
Málaga ha pasado a manos rusas. Oficialmente, residen allí de modo
permanente unos cuatro mil, pero los medios locales hablan de un número
¡siete veces mayor!
Y
no se quedan en cualquier sitio. Se instalan sobre todo en el llamado
"triángulo de oro", que tiene su centro en Marbella. La ciudad conoce
los mismos problemas que el resto del país, con sus escándalos de
corrupción y un paro muy elevado, pero no salta a la vista. No, desde
luego, en Puerto Banús, enclave de ricos.
"Un millón de euros", desvela sin dudárselo Andreï Vlasenko,
refiriéndose a la suma media desembolsada por sus clientes para comprar
una casa. Vlasenko dejó Moscú hace quince años y se instaló en España,
donde dirige desde 2007 con su socio ruso la agencia inmobiliaria Costa
Garant.
Solo en Moscú hay 250 agencias inmobiliarias dedicadas exclusivamente
a las transacciones en España. Gracias a su sesgo, los rusos han
logrado dominar el mercado inmobiliario de lujo en el "triángulo de
oro". Las principales agencias de Puerto Banús tienen rótulos en
cirílico, que abundan más que las inscripciones en inglés o en español.
"Los españoles no quieren comprar una casa en una agencia rusa, y aunque
quisiesen no tendrían los medios para hacerlo", dice sonriendo
Vlasenki, que solo trata con clientes serios, incluso con los que pueden
permitirse una villa en La Zagaleta.
Para comprar una propiedad ahí, no basta con ser rico
Allí
es donde una frontera simbólica separa a los meros ricos de los pesos
pesados de la fortuna. La Zagaleta, situada sobre colinas verdeantes, de
cara a paisajes costeros de postal, solo cuenta con 220 villas. La
parcela más pequeña mide 3000 m2, la mayor más de 10.000. Los precios
van de los 4 a los 25 millones de dólares (entre 3 y 19 millones de
euros). Para comprar una propiedad ahí, no basta con ser rico: los
residentes tienen el derecho de vetar y rechazar la candidatura de un
vecino potencial que pudiese perturbar la tranquilidad del lugar. Entre
los candidatos rechazados destacan la cantante pop Shakira y el
futbolista David Beckham. El antiguo alcalde de Moscú, Yuri Lujkov, no
ha tenido que padecer un desaire así. Su propiedad alberga tres
colmenas, un pequeño frutal y un coto privado de caza.
Ciertos medios españoles conjeturan cuáles puedan ser las razones de
esta súbita fiebre compradora de los rusos; no solo se debería, creen, a
los 320 días de sol al año y a los mangos. Con la crisis que afecta de
lleno a España y que no está cerca de acabar, el Gobierno español busca
frenéticamente dinero fresco. El año pasado anunció que quería conceder
el derecho de residencia a los extranjeros que invirtiesen al menos
medio millón de euros en el país. Según la prensa, eso facilitaría la
vida a numerosos hombres de negocios rusos activos en el mercado de la
Unión Europea. La ley entrará en vigor en otoño.
Blanquear durante el bronceado
El enero pasado, Zachar Kalashov se convirtió en uno de los nuevos
jefes de la mafia rusa. Encarcelado desde 2006 en una prisión española,
su "ascenso" se produjo tras el asesinato en Moscú a principios de 2013
de su suegro, Aslan Usoyan, más conocido como "Ded Hassan", el "abuelo
Hassan", uno de los mafiosos más poderosos de la que fuera Unión
Soviética y patrono informal del Club 11, consejo que reúne a los jefes
de los grupos criminales rusos.
Es la manera que la mafia rusa tiene de actuar en España:
sin mancharse las manos con crímenes bárbaros
Antes
de su arresto, Kalash ejercía en una espléndida villa de Marbella,
denominada por los investigadores "el pequeño San Petersburgo". Se le
condenó a nueve años de prisión y a una multa de 20 millones de euros
por blanqueo de dinero. Es la manera que la mafia rusa tiene de actuar
en España: sin mancharse las manos con crímenes bárbaros, los criminales
se inclinan sobre todo por las operaciones financieras ilegales y la
corrupción.
Tener entre rejas al sucesor de "Ded Hassan" es hasta ahora el único
éxito de la justicia española en la lucha contra el crimen organizado
procedente de la Europa del Este. Los tribunales locales demuestran una
impotencia casi total: los tres procesos emblemáticos contra gángsters
celebrados en estos últimos años se han saldado todos sin condenas, ni
para los criminales extranjeros ni para sus cómplices locales. Entre
estos, uno de los pocos en pasar por la prisión, poco antes de morir en
2004, fue el antiguo alcalde de Marbella Jesús Gil, figura simbólica por
las relaciones de los rusos con el "triángulo de oro".
Gil se vio obligado a dimitir en 2002 tras ser condenado por desvío
de fondos, en parte en favor de sus numerosos conocidos de la Europa
oriental, muchos de ellos ligados a la mafia.
[Foto: Thomas Dressler - artículo
publicado originariamente en el semanario polaco Polityka - fuente: www.presseurop.eu]
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