segunda-feira, 16 de fevereiro de 2015

Confusiones que vienen desde la infancia

Por Graciela Melgarejo 

Eu una estrofa de una canción de Gustavo Cerati, "Pulsar", aparece muy bien descripta una situación de nuestra época: "En viaje hacia la redención, la luz no deja de pulsar / Y si la confusión es una predilección humana /todo lo puedo perdonar".
"La confusión es una predilección humana", dice Cerati y podemos dar fe de que muchas veces lo es, incluso inconscientemente. Cómo explicar, si no, este tuit del servicio de #RAEconsultas, de hace unos días: "RAE @RAEinforma#RAEconsultas Existen los verbos «prever» ('ver con anticipación') y «proveer» (?suministrar'), no *«preveyer»: http://ow.ly/ItKvH".
Esta confusión, ¿nos remonta a las primeras etapas de adquisición del idioma? Otra cita, esta del cuento de Eduardo Wilde, "Tini", en la que se hace una magistral descripción de cómo un chico aprende a hablar la lengua materna: "Tini progresaba diariamente y su inteligencia tomaba formas caprichosas y transcendentales.
"A la edad de cuatro años emprendió una reforma capital de la gramática y atacó, desde luego, los verbos irregulares, con un encarnizamiento incomparable.
"No decía «hecho» por nada de este mundo, sino «hacido»; el verbo «jugar» en su presente de indicativo, era para él como sigue: Yo jugo, vos jugás, él juga, nosotros jugamos, ustedes jugan, ellos también jugan. En efecto, ya que el verbo no es «juegar» sino «jugar». Tini tenía razón contra la Academia que permite una barbaridad tan inútil."
Ironías aparte, que solo un gran escritor como Wilde puede permitirse con esta gracia, la adquisición del lenguaje es una de las etapas más complejas del trato con el idioma, hecha además a edad muy temprana, cuando también las nociones de justicia y equidad están más acendradas. Ser adulto sería aceptar que, como dice la RAE, "existen los verbos «prever» ('ver con anticipación') y «proveer» ('suministrar'), no *«preveyer»".
Y si la conjugación de verbos crea problemas, no es simple ser ducho en preposiciones. Una habilidad que es esquiva en el colegio secundario, pero también en los ámbitos universitarios y más todavía en los medios de comunicación. Por ejemplo, Fundéu ha compartido la siguiente observación: "Obsesionarse con o por algo, no en algo". ¿Hay quienes no estén obsesionadoscon/por aprender correctamente el uso del español? Parece que sí. Dice Fundéu: "El verbo obsesionarse se construye con las preposiciones con o por, no con en, cuando se introduce el motivo de la obsesión.
"En los medios de comunicación es frecuente leer frases como «La película cuenta la historia de cómo se obsesionó en derrotar al hombre araña», o «El personaje se obsesiona en hacer de ella un nuevo talento operístico». La Nueva gramática de la lengua española explica [en el párrafo 36.7g] que «obsesionarse» (http://bit.ly/1zUcSuo) pertenece al grupo de verbos que expresan reacciones emocionales y se construyen con las preposiciones por y con, al igual que aguantarseapasionarseenfadarseirritarse y otros muchos". Y concluye Fundéu: "La construcción obsesionarse en puede deberse a un cruce con empeñarse en, cercana en cuanto a su significado y que en algunos casos puede ser una alternativa válida".

En épocas de confusión, hay que ser prudentes, también con los errores gramaticales.

[Fuente: www.lanacion.com.ar]

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