sábado, 6 de abril de 2019

Analistas dicen que Brasil no ganó nada con la polémica visita a Israel de Bolsonaro


La visita del presidente Jair Bolsonaro a Israel sin tener en cuenta a la Autoridad Nacional Palestina convierte a Brasil en un "enano diplomático" y busca también proyectar una agenda de seguridad y de lucha contra el narcotráfico en su política doméstica con equipamientos israelíes, dijeron hoy analistas brasileños consultados por Télam.
Salen Nasser, doctor en Derecho Internacional por la Universidad de San Pablo (USP), y Matías Spektor, vicedirector de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Fundación Getulio Vargas (FGV), fustigaron la visita de Bolsonaro a Israel como aliado estratégico porque rompe la tradición de equidistancia brasileña.
"Hace algunos años Israel llamó a Brasil 'enano diplomático' (en 2014, cuando protestó por los bombardeos contra Gaza) y hoy, con Bolsonaro haciendo la venia al gobierno de Israel, cumple la profecía porque Brasil sale perdiendo con esta gira de Bolsonaro", dijo Nasser.
Bolsonaro visitó por cuatro días Israel pero se negó a reunirse con la Autoridad Nacional Palestina, quebrando la equidistancia mantenida por el Palacio de Itamaratay, sobre todo porque Brasil condujo en la U la sesión que creó el Estado palestino y el israelí.
Durante la visita, Bolsonaro dijo que Brasil "volvía a una política externa sin ideología" e incluso sostuvo que el nazismo fue de izquierda, como está escribiendo su canciller, Ernesto Araújo, para pavor de la comunidad judía, académica y política a nivel mundial.
"No es racional aceptar el diagnóstico de que Brasil debe volver a una posición de equilibrio en Medio Oriente, porque este gobierno no quiere aceptar a la U ni al derecho internacional; el presidente y su entorno están anclados en un mundo bizarro en el cual sus seguidores están presos y se va retroalimentando", analizó Nasser, especialista en Medio Oriente y coordinador de Derecho Global en la FGV.
La visita generó fisuras en el seno oficialista, sobre todo en el Ministerio de Agricultura, donde residen los intereses de gran parte de la base del gobierno, los ruralistas, principales vendedores de carne halal al mercado árabe.
Y dejó, según el profesor Spektor, en evidencia las diferencias entre Bolsonaro y el vicepresidente Hamilton Mourao.
El campo de batalla fue un movimiento para seguir a Donald Trump y abrazarse definitivamente al premier israelí, Benjamin Netanyahu, con la promesa electoral que hizo Bolsonaro de mudar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén. Resultado de la gira: apenas fue abierta una oficina comercial, pese a los pocos negocios de la ciudad santa.
"En el comunicado conjunto de la visita lo más importante fue la ausencia de la promesa escrita de que la embajada será cambiada y eso es fruto del trabajo de Mourao frente a Bolsonaro y su entorno", explicó el cientista político Spektor, que también es doctor por la Universidad de Oxford.
Mourao, el vicepresidente que funciona como contrapunto de algunos abusos de lenguaje de Bolsonaro, "tiene cuatro asesores diplomáticos, mientras Bolsonaro tiene uno".
Para este analista que escribió libros como "Kissinger y Brasil", en la visita de Bolsonaro a Israel se tejieron opciones de negocios vinculados a la seguridad en Brasil, teniendo en cuenta que uno de los discursos electorales vencedores fue el de mano dura y el de armar a la población civil contra la delincuencia.
"Somos el principal puerto de exportación de cocaína: Brasil hace algunos años reemplazó a Colombia y Perú; el Plan Colombia tuvo algunos efectos, como aumentar la salida de cocaína de Bolivia y Perú a través de Brasil; Bolsonaro trajo temas de crimen organizado y narcotráfico en la agenda", dijo Spektor.
En ese marco dijo que "pronto habrá licitaciones para que empresas estadounidenses e israelíes puedan participar de licitaciones en el área de seguridad" y que ese también fue uno de los principales motivos de la visita.
Abiertamente proisraelíes, los hijos políticos de Bolsonaro que también apuntan la política externa del gobierno del padre se han involucrado en las batallas de las redes.
Ante el viaje de Bolsonaro, el movimiento palestino Hamas protestó por la apertura de una oficina en Jerusalén y el senador Flavio Bolsonaro, hijo del presidente, escribió en un Twitter que luego borró: "Quiero que ustedes exploten".
La visita a la zona ocupada de Jerusalén de Bolsonaro fue inédita, ya que visitó territorio palestino ocupado junto con Netanyahu. Hasta el momento, Brasil no reconoce oficialmente la soberanía israelí sobre los territorios ocupados de Jerusalén Este y Cisjordania. (Télam)
[Fuente: www.grupolaprovincia.com]

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