segunda-feira, 1 de maio de 2017

Un café colombiano sostenible y respetuoso con las aves

“La científica de la Universidad Cornell Amanda Rodewald y el economista Juan Nicolás Hernández-Aguilera están colaborando en un proyecto, para analizar los aspectos ecológicos y socioeconómicos del café sostenible y ayudar a los agricultores, al tiempo que se protege la biodiversidad.”

¿Humanos o biodiversidad? 

El enfoque tradicional de la conservación del medio ambiente es considerado como que un paisaje o una especie en particular se considera importante y, por lo tanto, se alienta a los países a aislar ciertas áreas de la influencia humana, para preservar sus hábitats. 

Pero las personas involucradas, por lo general son los agricultores que luchan con la pobreza, cuya única fuente de ingresos confiable es ese lugar. El enfoque plantea dos principios importantes: la conservación del medio ambiente y la justicia social. 



Durante la última década, los conservacionistas han aprendido que las soluciones más efectivas, sostenibles y justas tienen en cuenta las necesidades sociales, económicas y ambientales de cada área y requieren de la colaboración entre los conservacionistas y los propios agricultores. 


Sostenibilidad en todos los niveles


Sostenibilidad en todos los niveles, centrándose en los productores de café de Colombia, los dos investigadores de Cornell buscan colaborar con los agricultores para conseguir un ambiente sostenible para las aves y los productores de café de Colombia. 

El café es un producto que genera enormes ingresos y es fuente de vida para muchas personas. Y Colombia es el país con más biodiversidad del mundo, por hectárea, con la población de aves más diversa del mundo. 



El problema de base es que los cambios en la producción de café amenazan a la biodiversidad, dado que se ha pasado de las prácticas tradicionales de cultivarlo bajo un dosel de árboles, el "café de sombra", hasta los actuales monocultivos que producen "café solar". Esta conversión ha sido en gran parte resultado de los esfuerzos para aumentar los rendimientos del café, a costa de la sostenibilidad. 

Se trabajó en 255 granjas de Antioquia y Cauca. Para cada finca, se realizó una encuesta económica, recopilando información sobre producción, oportunidades de mercado, maquinaria utilizada y prácticas laborales, teniendo en cuenta que el 70% de la producción del café es manual. Los investigadores también analizaron la calidad del suelo de, el número y la variedad de árboles y aves y las cadenas de suministro. 



Su trabajo confirmó que, si bien el café solar puede tener mayores rendimientos, requiere más plaguicidas y fertilizantes y reduce enormemente la biodiversidad. Por el contrario, el café de sombra produce granos de mayor calidad, protege los suelos y conserva el agua, asegurando que la tierra será productiva en el futuro. 

Tras el estudio y basándose en sus conclusiones, los investigadores capacitaron a los granjeros para que se decanten por la sostenibilidad y la calidad en los cultivos del café, respetando el entorno y la biodiversidad y ganando más dinero, al producir mejores granos. 





[Fuente: www.ecoticias.com]


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