El ritmo de vida actual se impone sobre muchas de nuestras
ancestrales costumbres, es así que el termo se ha hecho muy popular para
tomar mate, por su invalorable capacidad de mantener el agua a la temperatura justa.
Muchos cebadores tradicionalistas se resisten aún al termo, pues tienen
la habilidad de mantener el agua a temperatura alejando y acercando la
pava al fuego o fuente de calor.
El termo para el mate es una costumbre que se arraigó en Uruguay
antes que en ninguna otra parte donde la infusión es un hábito
generalizado. La practicidad de mantener el agua a temperatura, permite llevarse el mate a todas partes.
En la provincia argentina de Entre Ríos, por cercanía geográfica, la
costumbre se expandió en primer lugar, pues hace ya tiempo que es común
ver a la gente mateando en plazas y parques.
Actualmente, el mate está presente en oficinas y hasta en comercios,
en salidas de fin de semana y en toda ocasión, por lo cual el termo ha
ganado el hábito en Argentina también.
En muchos lugares, no obstante, se prefiere todavía el uso de la pava para cebar:
el ama de casa dentro de su hogar, o más aún, en donde todavía se hace
fuego a leña en las llamadas “cocinas económicas” o incluso se utiliza
un fogón.
La utilización del termo es más cómoda que la pava,
pero además es más económica, pues es posible ahorrar el gas o
electricidad que se utiliza para mantener la temperatura del agua en la
pava.
El termo además hizo posible tomar mate en cualquier parte, convirtiéndose en compañero inseparable cuando se trabaja, mientras se viaja, de vacaciones, en los paseos de fin de semana, en caminatas por parques y paseos urbanos.
Es habitual por este motivo que en los espacios para acampar, en
hoteles y hasta en bares de zonas turísticas proporcionen el agua
caliente a la temperatura apta para cebar mate, con lo cual es normal
que los turistas sólo viajen con su equipo de mate a cuestas, para aprontarlo cuando se presente la oportunidad.
[Fuente: www.clubdelmate.com]
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