“Traducir es imposible, pero pasa todo
el día, todo el tiempo, siempre”. Con esta sentenciosa afirmación la
canadiense Anna McLean incrementó la incertidumbre que generan las
traducciones en los lectores, en un revelador coloquio celebrado en la
Feria Internacional del Libro de Bogotá.
McLean, traductora
de Cortázar, Vila-Matas y Tomás Eloy Martínez, entre otros importantes
escritores, compartió una interesante charla con su colega argelino
Albert Benssousan, quien ha traducido al francés los libros del Premio
Nobel Mario Vargas Llosa en los últimos 40 años. El coloquio fue
conducido por el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince.
No obstante, tanto Benssousan, un argelino descendiente de sefardíes de Toledo (España), como Abad Faciolince recordaron la cita del escritor y académico italiano Umberto Eco para sustentar que no existen traducciones completamente fieles: “Hay que decir casi la misma cosa”.
Tanto así que el propio Benssousan escribió un libro titulado “Confesiones de un traidor”, que da cuenta de la complejidad y dificultades que entraña el oficio de traductor.
“El traductor ha de ser invisible”
Conceptuó que la ética del traductor consiste en borrarse completamente como autor, aunque consideró que éste es otro escritor que tiene por oficio pasar un texto de una lengua a otra. “El traductor ha de ser invisible”, afirmó.
Además de Vargas Llosa, el argelino ha sido traductor de escritores de la talla del uruguayo Juan Carlos Onetti, del chileno José Donoso y del propio Abad Faciolince.
McLean no estuvo de acuerdo con la afirmación de su colega y replicó que el estilo y la prosa de los traductores sí deben estar presentes y hacerse visibles en las obras. Incluso, cuando es del caso, intentando mejorar el texto traducido.
Entre tanto, Abad Faciolince recordó una ilustrativa anécdota que vivió recientemente con un campesino antioqueño, del que aprendió el término “mamporrero”. Con desparpajo preguntó si alguien sabía lo que significaba y, por supuesto, sólo hubo silencio en el auditorio de Corferias, donde se realiza la XXV Feria Internacional del Libro de Bogotá.
“Mamporrero es –reveló- la persona encargada de meter el pene erecto del caballo en la vulva de la yegua”. A renglón seguido, ante la sorpresa de sus interlocutores y del público, se preguntó acerca de las enormes dificultades que conlleva traducir este término a otro idioma, al igual que muchas otras expresiones coloquiales, dialectales, de la jerga popular y neologismos.
No obstante, tanto Benssousan, un argelino descendiente de sefardíes de Toledo (España), como Abad Faciolince recordaron la cita del escritor y académico italiano Umberto Eco para sustentar que no existen traducciones completamente fieles: “Hay que decir casi la misma cosa”.
Tanto así que el propio Benssousan escribió un libro titulado “Confesiones de un traidor”, que da cuenta de la complejidad y dificultades que entraña el oficio de traductor.
“El traductor ha de ser invisible”
Conceptuó que la ética del traductor consiste en borrarse completamente como autor, aunque consideró que éste es otro escritor que tiene por oficio pasar un texto de una lengua a otra. “El traductor ha de ser invisible”, afirmó.
Además de Vargas Llosa, el argelino ha sido traductor de escritores de la talla del uruguayo Juan Carlos Onetti, del chileno José Donoso y del propio Abad Faciolince.
McLean no estuvo de acuerdo con la afirmación de su colega y replicó que el estilo y la prosa de los traductores sí deben estar presentes y hacerse visibles en las obras. Incluso, cuando es del caso, intentando mejorar el texto traducido.
Entre tanto, Abad Faciolince recordó una ilustrativa anécdota que vivió recientemente con un campesino antioqueño, del que aprendió el término “mamporrero”. Con desparpajo preguntó si alguien sabía lo que significaba y, por supuesto, sólo hubo silencio en el auditorio de Corferias, donde se realiza la XXV Feria Internacional del Libro de Bogotá.
“Mamporrero es –reveló- la persona encargada de meter el pene erecto del caballo en la vulva de la yegua”. A renglón seguido, ante la sorpresa de sus interlocutores y del público, se preguntó acerca de las enormes dificultades que conlleva traducir este término a otro idioma, al igual que muchas otras expresiones coloquiales, dialectales, de la jerga popular y neologismos.
[Fuente: www.rcnradio.com]
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