En la lengua awajún, “nuwa” significa “mujer” y pronto también se convertirá en el nombre de la primera infusión hecha por una comunidad awajún.
En el Bosque de las Nuwas, un espacio verdoso de 8.9 hectáreas ubicado en la comunidad nativa Shampuyacu de la región San Martín, las plantas han motivado en los awajún el inicio de un proceso de preservación ambiental.
Según narra La República, las infusiones “nuwa” serán el resultado de un trabajo que empezó «cuando [los awajún] entendieron que era hora de no permitir más la destrucción de sus bosques y que era responsabilidad suya preservar sus medicinas, sus alimentos y su identidad».
Tierras dañadas
Desde los años noventa—explica el medio—la comunidad awajún puso en alquiler sus tierras, una acción que luego provocaría que la gran cantidad de árboles en la zona sea desplazada por campos de cultivo.
«En la subcuenca de Alto Mayo, dos de las comunidades que más perdieron cobertura forestal fueron Shampuyacu (87%) y Alto Mayo (70%)», indica el informe periodístico. Además, señala que la región San Martín en el año 2000, registró el 37% de su superficie deforestada, un total de 1.9 millones de hectáreas.
Ante ese panorama, en el 2013 los técnicos de la oenegé Conservación Internacional optaron por trabajar en coordinación con los dirigentes nativos de las comunidades awajún para evitar que sus tierras sigan dañándose.
Tanto en Alto Mayo como en Shampuyacu, el diálogo giró en torno a la recuperación de las tierras dadas en alquiler para que luego puedan ser trabajadas de forma sostenible.
Tras varias firmas de acuerdo entre pobladores y autoridades, ahora uno puede encontrar a moradores como Watsun Wajaí, un comunero que dejó de alquilar sus tierras para emprender el cultivo de café, cacao y plantas nativas.
“Nuwa”, la infusión awajún
«[…] ¿qué ocurre cuando las medicinas que se usan tradicionalmente para curar van desapareciendo de la selva, casi imperceptiblemente?», se pregunta Óscar Miranda, periodista de La República.
El Bosque de las Nuwas fue el fruto de este cuestionamiento. La preservación de este espacio ambiental ha permitido que se puedan identificar y registrar entre su vegetación a 110 especies medicinales y aromáticas.
La comercialización de las plantas como infusiones iniciarán en el 2020, según comentó a La República, Mayra Sihuay, miembro del laboratorio Takiwasi, el organismo que ha colaborado con las nuwas desde la etapa de experimentación.
Según las investigaciones realizadas por Takiwasi, el clavo huasca y el jengibre son las dos mejores plantas medicinales que podrán ser puestas a la venta como infusiones. Sihuay anunció que los registros sanitarios y de marca ya se encuentran listos.
[Foto: Conservación Internacional / Marlon del Águila - fuente: www.servindi.org]
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