Quizás nos estamos machacando demasiado con eso de la alienación; es cierto que, a poco que observemos en los transportes públicos, los parques, las calles o los bares, veremos a casi todo el mundo ensimismado en su dispositivo móvil; retrocedamos unas décadas en el tiempo y cambiemos los smartphones por un periódico, un móvil o un walkman.

Esta galería de fotografías retro son el ejemplo gráfico de que eso del aislamiento social no es algo de la generación millenial, que ya antes iban absortos en sus propios mundos en el vagón del metro o en el del tren, solo han cambiado los soportes, los hábitos se mantienen.


El poder de la comunicación y de los mass media no es algo que se haya inventado ahora, se remonta a las campañas propagandísticas bélicas, y hace décadas la gente ya prefería quedarse hipnotizado en lo que les contaban, antes que observar a su alrededor e "importunar" a alguien con una mirada amable o una sonrisa amigable.


Lo que es una gran verdad, es que, de alguna manera, la enfermedad de una sociedad "atontada" y atenta a otras realidades ajenas a la que tiene al lado y es palpable, es algo que ha estado instalado en nuestras rutinas diarias desde hace tiempo y aquí podéis ver una amplia muestra.



De cualquier manera, no deberíamos reflexionar sobre si ciertos hábitos antisociales son peores en el presente, si los niveles de absorción mental y cerebral son más potentes en la actualidad, porque es muy probable que así sea, si podríamos consolarnos con la idea de que nuestro ostracismo voluntario tiene su germen en décadas pasadas o si la misantropía no la hemos inventado en la era 4.0.
Optamos por dedicar más tiempo a mirar a nuestro alrededor, observar la vida, aprender de ella y contároslo.








[Fuente: h/t: Design You Trust - reproducido en www.culturainquieta.com]
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