El escritor Caryl Ferey prepara la última entrega de su trilogía sudamericana, en la que cambiará "la problemática de las dictaduras" de "Mapuche", en Argentina, y de "Cóndor", en Chile, por el drama "esquizofrénico" de Colombia y el conflicto más antiguo del continente.
Años de documentación, una primera incursión en el país, meses de escritura, y una segunda visita para pulir los personajes: a este autor francés de novela negra le gusta tomarse el tiempo para construir sus historias a partir de la realidad.
"Hace 20 años que leo sobre Colombia (...) Pero nada se compara con los viajes in situ", dice a la AFP, mientras camina por las estrechas calles de La Candelaria, el barrio colonial de Bogotá.
Durante tres semanas, este escritor traducido a 15 idiomas ha "estudiado el terreno": el colorido centro de Bogotá, su turbia noche, y el moderno y exclusivo norte de la ciudad. También estuvo en la costa del Caribe. "El primer viaje es de descubrimiento. Voy donde el viento me lleve".
Pero la trama ya está en marcha. "Hay un tipo en Cartagena, otro en Bogotá y pedazos de cadáveres que aparecen un poco en todo el país. Es la historia de una guerra fratricida, como la de Colombia, una guerra entre dos hermanos: un exguerrillero de las FARC que se desmovilizó, y un antiguo paramilitar convertido en superpolicía".
- País de "extremos" -
Su próximo viaje, más largo, será en octubre y noviembre, acompañado de viejos amigos con los que prevé meterse en los bajos fondos de Medellín y Cali, marcados por la conflagración interna y la violencia de los carteles de la droga en los años 1980-90. Esta novela no será como las dos anteriores, "muy ancladas en una ciudad", porque en Colombia "lo peor no pasó en la capital".
Nacido el 1 de junio de 1967, Ferey es más joven que el conflicto colombiano, que desde hace más de medio siglo ha involucrado a guerrillas, paramilitares y fuerzas estatales, con saldo de más de 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 6, 9 millones de desplazados.
Al leer sobre el abatido capo de la cocaína Pablo Escobar, sobre el expresidente Álvaro Uribe, sobre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se dio cuenta de que "toda la historia del país no es sino de violencia, con una población sin embargo adorable".
"Es un país un poco esquizofrénico. Por eso me interesa. Me gustan los extremos", afirma.
Sobre su proceso creativo fue claro: en el primer viaje se monta la historia "puramente policial y política", en el segundo, conoce "mucha gente" que aporta "testimonios reales" a la ficción. Si escribo sobre "personas cortadas con motosierra, es porque era una técnica de los paramilitares (...) No es para asustar a la abuela", señala.
- "Otra perspectiva" -
Con este método, el escritor, que a los 20 años daba ya la vuelta al mundo, escribió "Haka" y "Utu", ambientadas en Nueva Zelanda, antes de la novela de suspenso sudafricana "Zulú", llevada al cine. Para "Mapuche", recorrió Buenos Aires, y luego Santiago para "Cóndor", publicado en 2016. Pero ahora quiere "salir de la problemática de las dictaduras (...) completar la trilogía sudamericana con otra perspectiva".
"Desde los orígenes, la violencia corre por las venas" de este país, opina, contento de la paz firmada con las FARC para pasar la página de un "statu quo (que) reunía a mucha gente poderosa, grandes terratenientes, Ejército, paramilitares, narcotraficantes".
Para este bretón, que sobrevivió mucho tiempo con pequeños trabajos y "pasó hambre" con tal de no dejar de escribir, no hay crimen que no esté vinculado a la historia y la política, y mucho menos en Colombia que "sufre de eso desde siempre".
Así, piensa "remontarse a los días de 'La Violencia' y los sangrientos enfrentamientos entre conservadores y liberales" de la primera mitad del siglo XX, antes de la aparición de las guerrillas en la década de 1960.
Con el libro terminado, tras un año y medio de escritura, Ferey tomará un nuevo rumbo: Madagascar y las masacres de la dominación francesa "de las que ya no se habla", Canadá donde "hay muchas cosas debajo de la alfombra" en relación con el genocidio indio, o "Chicago y sus clubes de jazz, ¡porque la música me enloquece!".
[Fuente: www.globedia.com]
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