El cantante de los Cadillacs se reversiona a sí mismo y entrega algunos inéditos con invitados de lujo, consolidando una carrera solista sin ningún tipo de ataduras.
Por Pablo Strozza
Para Último acto, Vicentico optó por utilizar la misma apertura ajedrecística que Los Fabulosos Cadillacs a la hora de su regreso de 2007: esto significa que su peón cuatro rey fue una regrabación de sus grandes éxitos, con algunos inéditos como yapa. La diferencia es que el cantante abusó (en el buen sentido) de su condición de solista para rodearse de un seleccionado de figuras y sesionistas para mejorar sus canciones y registrarlas en lugares tan disímiles como Nashville, Nueva York, Los Ángeles, Kingston y Buenos Aires. Y, también, para profundizar las distintas facetas de su obra en solitario, y que se den las manos entre todos el crooner latino, el fan del country y del reggae, el músico pop, y el amante del tex mex y la música centroamericana.
Así es como desfilan nada más y nada menos que Willie Nelson y la base rítmica jamaiquina de Sly Dunbar y Robbie Shakespeare, como también Brasilian Girls, los músicos de Our Latin Thing (del mítico sello salsero Fania) y la banda texana Intocable. Y el prejuicio malicioso de que el CD podía ser una movida cómoda del artista queda anulado al escuchar el trabajo de las canciones (la mutación de “Los caminos de la vida”, de una cumbia hecha y derecha a una salsa sabrosona), la prolijidad de los arreglos de vientos y cuerdas más la producción de Cachorro López y Sebastián Schon, y la voz teatral de Vicentico, a esta altura consolidado como el gran frontman de su generación.
La libertad con la que Vicentico encaró su trayectoria hizo que sea natural que el mismo jovencito mod que quería morir tocando ska con sus amigotes haya crecido y se haya apropiado para siempre de un tema como “Paisaje” de Franco Simone, sin que en eso haya contradicción alguna. Esa es su gran enseñanza: saber que se pueden conjugar popularidad y estilo, y ser consciente que se puede jugar a “traicionar” al seguidor fundamentalista para ampliar los horizontes y poder volver al pasado en el momento que a uno se le antoje. Y, hablando del pasado, ¿qué onda con los Fabulosos?
(Sony)
[Fuente: www.losinrocks.com]


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