sábado, 21 de abril de 2012

Disquerías: parte de la religión

Las ventas del formato físico, que representan un 80 por ciento del mercado, y la noticia de la apertura de una disquería, contrastan con la crisis global
 Tendencia. Hoy se celebra en varias ciudades del mundo el evento Record Store Day.
En tiempos de nubes digitales, el disco, como objeto, sigue siendo un bien preciado todavía por muchos. Y aquello de que disco es cultura parece cobrar fuerza nuevamente, a pesar de los pronósticos catastróficos del fin de los tiempos para el formato físico, como si se tratara de una profecía maya. De Buenos Aires a Nashville, el culto al disco (o vinilo), sigue siendo parte de la religión para todos los melómanos, que tienen una fecha en el calendario anual para celebrarlo: el Record Store Day (en su versión argenta La Noche de las Disquerías), que reivindica no sólo el formato sino el rol que ocupan las tiendas especializadas, como espacios de circulación de la música. En ese contexto, la aparición de una nueva tienda de discos en Buenos Aires, Disquería Mercurio, que parece ir a contramarcha de la industria musical, o la celebración del día de las disquerías en distintos puntos del globo con shows y ediciones especiales en vinilo, son un buen signo para el ambiente discográfico.
En nuestro país, los datos de Capif acompañan la tendencia. Según el último informe del mercado musical, en 2011 la venta del vinilo creció del 0,04 al 0,20 por ciento, un salto exponencial, respecto al año pasado, y el formato físico en sus diferentes soportes sigue acaparando el mercado con un 86 por ciento de las ventas, generando ingresos por más de trescientos millones de pesos.

MADE IN ARGENTINA

"¡Abrió una nueva disquería en Buenos Aires!" La información debería ser placa roja de algún noticiero. La reciente apertura de la Disquería Mercurio -con un catálogo de trescientos títulos y dedicada a los sellos independientes argentinos- rompe con la lógica de una industria musical en crisis. En su manifiesto de apertura, los cinco dueños de Mercurio escribieron: "En un momento extraño para la industria discográfica, donde Internet y el MP3 juegan un papel fundamental en el consumo de música, donde los hábitos de escucha cambian día a día, donde las leyes alrededor del mundo quieren prohibir y censurar la libre circulación, donde los reproductores de CD ya son casi tecnología obsoleta. Hay cinco personas que se proponen nadar contra la corriente y abrir una disquería que apuesta a artistas y sellos independientes, y a rescatar un formato bastante bastardeado en los últimos años".
Los cinco dueños, agitadores de la cultura emergente en distintas escenas, formaron un colectivo para recuperar el culto al objeto disco en su tienda boutique: Lucy Patané, de la banda La Cosa Mostra; Lolo Anzoátegui, creador de las fiestas Dengue Dancing; Marina Fages, artista plástica y cantante de la banda indie El Tronador; Lucas Caballero, de Los Guauchos, nuevos referentes de la escena folklore rockera, y Villa Diamante, DJ y cocreador de las fiestas Zizek y de ZZK Records.
La disquería funciona en el primer piso de la galería Patio del Liceo (Santa Fe 2729), una suerte de oasis de la vida cultural emergente, donde hay desde pequeñas galerías de arte a talleres de diseño y pintura, junto a una librería de autor. En ese ámbito de incubadora creativa, el local 42 se transformó en el reducto de encuentro del indie argento, reuniendo a músicos que llevan sus discos para ser exhibidos en las bateas a precios accesibles, o asisten a los talleres que se dictan en el altillo del local.
"La primera reacción de los músicos está buenísima porque vienen ellos mismos a traer su material y de golpe dicen: «Están todos mis amigos», o por ahí vienen chicos que llegan por recomendación y flashean porque no conocen nada del catálogo", cuenta Marina Fages, que recomienda discos a través del Facebook de Mercurio, o da clases de guitarras para iniciados en el altillo de la disquería.
"La gente en general se copó mucho con esto de que abra una disquería nueva dedicada a lo nacional e independiente. Tenemos rock, indie folk, folklore tradicional y electrónico, tango, dub y compilados de todo tipo. También tenemos vinilos de nuevos artistas o joyitas del catálogo Frágil Discos de los noventa. Para que te des una idea nuestro top list son Chancha Vía Circuito, El Tronador, Morbo y Mambo, Mompox. Ninguno es un nombre que suena en las radios, son todos alternativos, pero que acá se venden muy bien", especifica Diego Bulacio, conocido en las pistas Zizek como "Villa Diamante".
Mercurio es como una pequeña tienda de autor, desde el diseño onírico de sus paredes hasta los marcos que presentan algunos discos y le dan estatus de obritas de arte. Cada objeto -un CD, una remera, un cuadro, un vinilo o un recuerdo- resalta con algún detalle que tiene algo de puesta en escena. Marina Fages cuenta el germen de la idea: "Tengo un local de dibujo y pintura en esta galería junto con Paula Duró y el dueño me avisó que se desocupaba este local. En ese momento, pensé: «Qué bueno que se ponga una disquería» porque era lo único que le faltaba a este lugar. Es el sueño del pibe".
Cuando la cosa se puso en marcha salieron a buscar socios, que forman parte de otros micromundos. "Todos son pequeños agitadores en cada escena y está bueno que esos mundos interactúen acá en la disquería. Lo que sabíamos era que no queríamos vender los discos de Ricky Martin, sino los de nuestros contemporáneos, porque es lo que hacía falta. Cuando nos planteamos la pregunta, ¿cómo es una disquería en 2012?, sabíamos que no tenía que ser como Musimundo o Tower, sino algo diferente."
A pesar de los discursos apocalípticos de la industria, los cinco aventureros trazan otro diagnóstico del presente: "Está lleno de bandas que siguen editando discos y el tema es que se venden muy bien en los shows, pero después no hay lugar dónde comprarlos. Buscamos cubrir ese gran espectro de discos, que no se consiguen en un lugar físico". En poco tiempo, Mercurio se transformó en la disquería favorita de los usuarios de las redes sociales que hicieron correr la voz. "Diamante" resume el espíritu de esta disquería 2012: "Escuchalo online , compralo acá".

LOS NUMEROS QUE MARCARON 2011

86
Por ciento del mercado corresponde al CD 

En 2011, las ventas físicas se recuperaron de la baja de 2009.
727
Mil pesos representaron la venta de vinilos en 2011. 

Fue el que más creció en términos de porcentaje con respecto a 2010
362
Millones de pesos fue el volumen total de venta de los soportes fisicos 

La novedad es que tanto el CD, como el DVD y el Blue ray, se mantuvieron estables frente a la descarga digital
20
Por ciento crecieron las ventas digitales 

El modelo de suscripción por Internet fue el que más creció, con un 68 por ciento.


Por Gabriel Plaza  | LA NACION

[Foto: Rodrigo Néspolo - fuente: www.lanacion.com.ar]

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