domingo, 1 de julho de 2018

Lima

Lima es así…, un puente entre la prehistoria y el futuro. Una cadena de hábitos disueltos por el mar que nunca la abandona; es un áspero nudo de arena, moldeado por la luz en cada amanecer, de donde surge renovada, con un rostro distinto cada día. 

 
 
A veces es pasiva y se deja acariciar, otras vibra en altísima frecuencia al atardecer. Pero sobre todo, es mujer de bien, que espera por su eterno compañero, el mar de Humboldt, ese extenso mar que le arrebata el cerco pétreo a Nazca y la adorna por el cuello al llegar.
En el choque de sus aguas y la roca, existe un acto de amor, que en Lima se da bajo la intimidad de un manto espeso de niebla. Nada queda expuesto a nuestros ojos, y la liturgia de una primera vez, perdura infinitas veces hasta la eternidad, como lo exige la estupidez utópica del amor perfecto.
Nunca he podido alejarme de Lima sin volver, y creo que hasta la línea costera, llegarán flotando mis cenizas, para cumplir una vez más, el maleficio sagrado del eterno retornar…
Rogelio Clará
Lima, Callao

[Fuente: latinoamericaexuberante.org]

Sem comentários:

Enviar um comentário