Escrito por Rosario Valcárcel
Aunque Joaquín Sabina canta a los macarras, las prostitutas, las princesas, a los viejos y los borrachos, en general y en particular a las calles, a Madrid... Sus letras son un género literario por sí mismo. A muchos les encanta, otros opinan que su poética es mediocre, plana. O será, como dice el propio Sabina, que "escribe siempre la misma canción".
Pero yo estoy convencida de que, a pesar de su voz rota, en el bar o en un escenario, maneja bien el relato, maneja bien la frustración, la derrota.
Dicen que musicalmente es cercano a Bob Dylan, aunque Sabina se atreve de vez en cuando con un rap o una ranchera. Todo un talento.
Álbum: Juez y parte
Fecha de lanzamiento: 1985
Género: Rock en español
Fecha de lanzamiento: 1985
Género: Rock en español
Entre la cirrosis
y la sobredosis
Andas siempre, muñeca
Con tu sucia camisa
y, en lugar de sonrisa,
una especie de mueca.
Cómo no imaginarte,
Cómo no recordarte
hace apenas dos años
cuando eras la princesa
de la boca de fresa
cuando tenías aún esa
forma de hacerte daño.
Ahora es demasiado tarde, princesa.
Búscate otro perro que te ladre, princesa.
Maldito sea el gurú
Que levantó entre tú
y yo un silencio oscuro,
Del que ya solo sales
para decirme: "Vale,
déjame veinte duros".
Ya no te tengo miedo,
nena, pero no puedo
seguirte en tu viaje.
Cuántas veces hubiera
dado la vida entera
porque tú me pidieras
llevarte el equipaje.
Ahora es demasiado tarde, princesa.
Búscate otro perro que te ladre, princesa.
Tú que sembraste en todas
Las islas de la moda
las flores de tu gracia,
¿cómo no ibas a verte
envuelta en una muerte
con asalto a farmacia?
¿Con qué ley condenarte
Si somos juez y parte
todos de tus andanzas?
Sigue con tus movidas,
pero no pidas
que me pase la vida
pagándote fianzas.
Ahora es demasiado tarde, princesa.
Búscate otro perro que te ladre, princesa.
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